REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

Hoy Aclamado y a los días traicionado

La maldad, perversidad y vileza del ser humano son tan antiguas como el mundo, después de miles de años, las generaciones que se han ido sucedió, no han podido erradicar de su ser ese lastre, sino que por el contrario, se encuentran cada vez mas arraigadas en los actos de la vida mortal, que reflejado en su conducta, impide ver y entender en las almas, la razón, de que su paso por este mundo es uno solo: la salvación eterna.

El profeta Daniel desde el siglo III A. de C. profetiza que vendrá el conocimiento y aclamación del Mesías, y a la vista de los tiempos anuncia las intrigas que tendrá en su contra el enviado por Dios al venia a salvar al pueblo de Israel, que no lo aceptó y sí desprecia su divinidad de Hijo de Dios.

Dijo el profeta;…” El Rey del medio día se empeñará en la guerra con un ejército sumamente grande y fuerte, pero no podrá resistir, pues tramaran contra él intrigas”… Escrito quedo y la profecía cumplida, ese ejército grande es Israel y el sanedrín que unidos intrigan contra Jesús su Rey, y fueron mas halla, al exigir para su Maestro su crucifixión, decisión venida de la conspiración fraguada en sus conventículos, donde lo sentenciaron injustamente a morir en la Cruz como un criminal, irónicos creyeron que con su muerte terminaría todo, pero la consecuencia benéfica de una decisión vengativa contra Jesús al creer haberlo derrotado, fue llegar al punto culminante del triunfo glorioso de su Resurrección en favor de las almas, logro que anhelo y lo hizo suyo, ¡Si! La muerte de Jesús es la victoria de Cristo, Redentor de las almas, hecho consumado para toda la eternidad.

Ahora veamos el efecto mesiánico de la intriga contra Nuestro Señor Jesucristo, intriga que continua a través de los siglos contra su divinidad, y contra todo sentimiento cristiano, explotado por la doblez y veleidad humana, esta actitud escondida en todo ser humano, aflora cuando la mezquindad oprime el corazón, borra todo principio y orden de vida espiritual y moral, desaparece en un instante la doctrina y mandamientos de los que siempre fue para el fiel cristiano, su guía de comportamiento, para que en un instante se convierta -en una penosa semejanza-en alimaña despiadada con su presa- Para éste, su fin justifica los medios.

El veleidoso es un servil, es un advenedizo que necesita adular, y por esa actitud llamar la atención y ser reconocido, he ahí su maldad que encuentra en él una habilidad que hasta entonces desconocía de sí mismo, con facilidad se ajusta a la voluntad de otros, finge, miente y manifiesta una fidelidad falsa que jamás existió en él, se mueve como veleta en un mar tempestuoso, en momentos parece que pierde la dirección cuando es empujado por los vientos y llevado de un lugar a otro, cambiando de rumbo una y otra vez, así es el veleidoso, no pierde postura, se mantiene animado porque su objetivo se acerca.

La veleidad humana, aparenta oír, pero no escucha, como ver sin ver, eso sí, siempre tiene la justificación para hacer lo que no debe hacer, cambia la camiseta de sus principias religiosos de acuerdo a su conveniencia, es temeroso de la reacción de Dios, soberbio no se dirige a Él, son sus actos los que hablan y de no es dudar que en su interior diga soberbio;…Señor, contigo no salgo de lo mismo, todo carezco y nada avanzo, nada tengo y todo necesito; voy con los que dicen son tus enemigos, y de ellos recibo ayuda, ahí soy reconocido, distinguido y escuchado, me dan un lugar que nunca recibí de ti; ahora ya no sufro ni carezco como antes, mis necesidades están satisfechas…Es el traidor que vende por un plato de lentejas su salvación, ese “cristiano” tornadizo, no sabe lo que dice, cambia lo más sagrado que es su fe en Cristo, y los bienes espirituales y morales desaparecen de su mente y corazón, con una ligereza de la que habrá de rendir cuentas en su momento, su frivolidad, volubilidad y doblez, engaño e hipocresía, lo llevan a la inconcebible realidad humana que afirma: “aquel que fue mi mejor amigo, hoy es mi mayor enemigo”.

Cristo Nuestro Señor en cada paso de su vida pública, obró con santidad, espiritualidad y moralidad, dio a conocer que Él es la verdad eterna, la mostro en sus predicaciones, dio a conocer los medios para que cada pecador, que somos todos, la hagamos propia y por propio esfuerzo salvarnos.

Jesús imparte la Cátedra de la permanencia en Cristo, que la veleidad humana niega y elude, porque no desea la misericordiosa voluntad del Señor.

El ser humano se ha habituado a ser convenenciero, a todo le saca ventaja, sino la hay, no responde y si engaña, cuando se le escucha no se le cree lo que dice y hace, por su actitud se duda que actúa para cumplir con su deber, falsa esperanza que se aprecia por su capacidad para el engaño, aceptar su lealtad, es como convivir entre lobos rapaces, porque la fragilidad de su miseria es; hoy estoy contigo, mañana contra ti.

El engaño al prójimo esta a la orden del día en la gente del mundo, no hay freno en ello, lo grave es que la humanidad camina a su propio cadalso, por eso es bueno y necesario, disponerse hacer un alto decidido en corregir esta actitud corrupta de la doblez humana, escuchemos a Jesús misericordioso que pide dejemos de lado las elucubraciones mentales, y atendamos a su sentencia que dispone contra este mal de la humanidad, cuando dijo;…”Quien no esta conmigo, esta contra Mí”…Muchos dirán; Señor, yo siempre estuve contigo, mas Él dirá; ese prójimo al que menospreciaste, humillaste, ofendiste, mentiste y de falso lo acusaste, ¡Soy Yo!

Es la entrada triunfal del Señor a Jerusalén cinco días antes de su Pasión, que Nuestra Santa Madre Iglesia celebra el Domingo de Ramos, es muestra que Jesús deja a la posteridad de los tiempos de la nefasta actitud humana de la veleidad, dobles, mentira, traición, infidelidad y deslealtad, que fue obrada en su contra y que todos los días realiza la mala conducta del ser humano contra su Creador.

Cristo siempre se mantuvo opuesto a obtener logros esplendidos que impresionan de forma y no de fondo en las muchedumbres, así lo apreciamos cuando en la multiplicación de los panes, la gente maravillada de sus milagros, quiso aclamarle y pregonarle rey, deja a la gente con esa idea, y se retira solo hacer oración, es el dolor de Jesús, que por falta de fe, no entendieron el prodigio.

Ahora lo vemos tomar la iniciativa al disponer la forma en que hará su entrada victoriosa, que para escarnio de sus enemigos, y de nosotros que afirmamos amarle y servirlo lo traicionamos.

Jesús será el cordero inmolado en la pascua judía, elegido para la preparación festiva del Cordero cinco días antes y se dispone a ello.

Se han reunido –como cada año-gente de todas las ciudades de Israel a cumplir con la tradicional fiesta, establecen sus tiendas fuera de las murallas de Jerusalén, pues son tantos que dentro de ella no tienen cabida.

Jesús viene de Betanía, salió de la casa de Simón el leproso, donde María Magdalena ha ungido sus pies, acompañado por una multitud.

Arriba a Betfagé a pocos kilómetros de la gran ciudad. Jesús sabiendo que iba a la muerte, dispone un acto esplendoroso, así cumplir la profecía.

Antes de seguir, bueno es hacer una reflexión; muchos de los que dicen amarle, lo traicionan, es la actitud de la bajeza humana que mueve el demonio para enfrentar al pueblo contra su Creador.

Dice el Evangelio;…” Cuando se aproximaron a Jerusalén, y llegaron a Berfagé, junto al Monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos”…Ha tomado la iniciativa para su esplendida entrada triunfal.

El deseo del Señor es ser reconocido y aclamado Mesías, le acompaña una multitud, que conforme avanza aumenta a convertirse en una muchedumbre, continuando;…” Diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y encontraréis una asna atada y un pollino en ella, desatadla y traédmelos”… Los discípulos obedecen.

Pero nos preguntamos; ¿Como sabe que existen en esa aldea perdida en la extensión de Israel, un pollino y la asna? Tengamos presente, Jesús es Dios, recordemos cuando dijo Felipe;…”Señor muéstranos al Padre, y esto nos basta.

Respondióle Jesús: Tanto tiempo hace que estoy vosotros, ¿Y tú no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto a mi Padre.

¿Cómo puedes decir muéstranos al Padre?”…Y para mostrarnos que su palabra es verdad y confiemos en Él, Dijo a sus discípulos;…” Y si alguno os dice algo, contestaréis que los necesita el Señor; y al punto los enviará”…Armados de fe en la palabra de su Maestro obedecen; hagamos lo mismo en todos los actos de nuestra vida, y encontraremos que en Cristo no hay engaño, hay amor; no hay la veleidosa mentira, existe infinita misericordia y eterna verdad.

Jesús siendo Dios, conoce lo profundo del alma y lo escondido del mundo en las entrañas de la tierra y el universo, porque todo ha sido creado por Él, de donde es posible que el dueño del pollino y el asna lo escucho en sus predicaciones, y vio Jesús su aceptación al quedar en el dueño grabada su enseñanza, facilita sus animales de yugo que ocupará el Señor para entrar a Jerusalén, Jesús lo inspira a confiar en sus enviados y cumplir la profecía: un pollino que nadie ha montado, se consagra a Dios.

La revelación muestra a Jesús, las voluntades y las situaciones de los hombres y de la naturaleza que se inclinan reverentes en lo que Él dispone;…” Esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el profeta”… ¿Y que ha dicho el profeta?…”Mirad que viene tu Salvador, mira cómo trae consigo su galardón, y delante de Él va su recompensa”…Bueno es la explicación: Sión es un monte de los mas elevados que están dentro de la ciudad, por eso se dice a Jerusalén hija, porque de ahí surgió.

El galardón de Jesús, no es una bandera, estandarte o insignia, es el galardón espiritual, que la muchedumbre vio y no entendió: el premio eterno, y su amor por las almas, tampoco vieron el galardón que fluye de su Sagrado Corazón inflamado de amor por las almas, tampoco vieron y jamás paso por su mente su justicia, su castigo y su pena.

Por ello dice el evangelista;…” Decid a la hija de Sión: He ahí que tu rey viene a ti, benigno y montado sobre una asna y un pollino, hijo de animal de yugo”…La asna acompaña al pollino en esta marcha para darle confianza.

Sobre esta profecía, que es doctrina y mandamiento dice el profeta Zacarías;…” ¡Alégrate con alegría grande, Hija de Sión! ¡Salta de jubilo, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu Rey; El es justo y trae la salvación, humilde montado en un asno, en un borrico, Hijo de asna”…Invita desde siglos antes a Jerusalén tener preparadas sus almas a vivir el gozo de recibir en su seno al esperado que vendrá, sea causa especial para esta alegría, sus nombres son;… Él es el Rey, el rey prometido, el heredero del trono de David... El deseo del Padre es que todos participen de su gozo.

Jesús no fue reconocido por los sacerdotes del sanedrín, estos al verle entrar montado en tan pobre acémila, debieron entender al instante que Jesús es el Mesías que cumple la profecía de Zacarías, ellos expertos de la ley, la conocían al dedillo, pero la soberbia pudo mas y se hicieron mas sordos a las aclamaciones cerrando los ojos de su corazón negaron su divinidad…”Los discípulos fueron pues, e hicieron como Jesús les había ordenado.

Trajeron la asna y el pollino, pusieron sobre ellos sus mantos, y Él se sentó encima”… Nuestro Señor como hombre caminó toda su vida, no tenia los conocimientos para montar, lo mas seguro fue que los discípulos en peso lo pusieron sobre la montura, llevando alguno de ellos el lazo que guía al pollino.

Inicia el avance ha la gran ciudad, y las aclamaciones del reconocimiento a la divinidad de Jesús, los ánimos se emocionan, es como si a cada exclamación mas entienden la verdad de su divinidad, va subiendo de tono la exaltación que cada vez los sacude y hace vibrar mas sus corazones, al escuchar a los cuatro vientos sus alabanzas, dice el evangelio;…”Una inmensa multitud de gente extendía sus mantos sobre el camino, otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.

Las muchedumbres que marchaban delante de Él, y las que le seguían, aclamaban diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en lo mas alto!”…En estos momentos que se alaba al Señor, algunos fueron con rapidez a Jerusalén, y dieron a conocer como venía la peregrinación de Jesús y la inmensa cantidad de gente aclamándolo, al escuchar el vocerío y el clamor, que de la ciudad se forma al momento otra muchedumbre que sale a encontrar la que viene con Jesús, sale de Jerusalén se vuelve poniéndose delante, la otra que viene con Jesús desde Betania va detrás de Él, una bella y esplendorosa peregrinación del Señor.
En la ciudad, las exaltaciones a Jesús son con mayor ánimo, la ciudad en pleno escucha;….

¡Hosanna al Hijo de David! En ello se exalta la mesianidad y realeza de Jesús; ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! Vienen las bendiciones de Dios sobre el enviado, para salvación de Israel, dice el evangelio;… “Y al entrar Él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, y decían: ¿Quién es éste? Y las muchedumbres decían: Éste es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea”…Ante el glorioso momento, aparece el sanedrín, temerosos de la reacción del pueblo y dicen al Señor;…”Maestro, reprende a tus discípulos.

Mas respondió: Os digo, si estas gentes se callan, las piedras se pondrán a gritar”…La perfidia farisaica es odio contra Jesús.

Los mismos que lo llaman endemoniado y le ven triunfante, han olvidado sus osadías, ahora hipócritas hasta lo llaman Maestro, para hacer que detenga todo y no triunfe, intentan utilizar la humildad de Jesús para calmar los ánimos y no lo aclamen, lo habían hecho en otras ocasiones con sus milagros,.

Jesús quiso que quedara constancia de su reconocimiento a los siglos, pero también queda la incidía e intriga de sus enemigos. El pueblo que hoy lo aclama, en cinco días le imprecarán diciendo; si eres hijo de Dios baja de esa Cruz y sálvate. ¿Así obras con el prójimo? ¿Puede más tu veleidad?

hefelira@yahoo.com