Jaime Elio Quintero García

Déjeme y le Platico de un Libro

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Las grandes soluciones nacionales

domingo, 29 de marzo de 2015
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Éste es el título de uno de los libros escritos por el politólogo Samuel Schmidt, en el año 2005, a pocos meses de la elección presidencial que llevó al presidente Calderón a gobernar México por los siguientes seis años.

En su texto, Schmidt hace reflexiones que vuelven a tener vigencia. Inicia con una referencia lapidaria atribuida a Tito Livio, en su historia de Roma desde su fundación, que señala: “Y, entonces llegamos a estos tiempos en que no somos capaces de aceptar nuestros vicios ni sus remedios”.
Tal es la ocasión por la que transita la nación mexicana, al percibirse un estado generalizado de inconformidad fundada y de descontento, llevados ambos hasta la frontera de la trivialidad y el arrebato histérico y enfermizo.

La crítica a ultranza, y también generalizada −y vaya que todas las generalizaciones son injustas−, con lo que se ha enrarecido el centro y el entorno de la vida nacional, al grado de que nada es bueno, todo disgusta y no hay solución que valga.
En el análisis diario no se advierte, para mal de todos, el menor intento constructivo, incluso ni siquiera el interés de arribar a una nueva sociedad.

Pareciera en ocasiones, que el destructivismo es la razón y el producto, a la vez, de la observación del quehacer de dos sociedades que no logran encontrarse, que no se ven ni se escuchan, y que por el contrario parecieran regocijarse en su infame afán de colisionar.
Unos, los analistas, se quejan del desdén mostrado ante sus críticas al gobierno, a sus políticas públicas, éste por otra parte, persiste en continuar con su proyecto, el que lo llevó al triunfo electoral, el que propuso a la nación en su momento, sabedor tal vez, de que finalmente se llegará a la mega meta del bienestar social, lo que abrirá también al final la posibilidad de ser valorado y revalorado en las urnas electorales.
El libro de Schmidt, del que ahora tan solo le hago referencia, amigo lector, es un buen ejemplo, me parece, de esa indignación de no ser escuchado, de no encontrar un canal cierto para debatir propuestas y soluciones nacionales, sin advertir tal vez, y lo digo con el respeto que se le debe a un académico y estudioso de la vida nacional, que este recurso de la política tiene su tiempo y sus escenarios (las campañas, las instancias partidistas y las legislativas), puesto que pasada la elección y constituido el gobierno, el proyecto aceptado mayormente se ha de poner en marcha, sin retrasos ni sobre discusiones.
Todos sabemos por simple experiencia o lógica y evidencia cierta, que la perseverancia, disciplina y claridad de objetivos y metas son, en todos los casos, la mejor simiente de los éxitos, a ninguna sociedad le conviene ir de un lado a otro.

Como tampoco a nadie interesa el no entender que en la ruta y el camino de un proyecto de desarrollo, se carezca de flexibilidad y capacidad para ajustar las formas, que no el fondo de las ideas, a las circunstancias por las que se va transitando.
No desdeño de ninguna manera el valor del libro de referencia, por el contrario, creo que debe ser releído y aprovechados sus contenidos.

Más no me pareció, amigo lector, dejar de lado las impresiones que a mí me dejó.
GRACIAS POR SU TIEMPO.


¿Sabía Usted?
Mr.

Kuinkelly

El arte ha sido parte de las sociedades desde el propio origen del hombre, como un medio de expresión, que procura a quien lo practica y a quienes lo observan una experiencia sensitiva emocional, intelectual de tipo estético.

De ello deriva que se diga que el arte es subjetivo, puesto que puede provocar diferentes sensaciones en cada persona, según el artista y la época en la que se desarrolla, en función del concepto de belleza.
Tradicionalmente, las consideradas Bellas Artes son aquellas que se pueden disfrutar a través de los sentidos de la vista y el oído, son seis: música, danza (incluye al teatro), pintura, escultura, arquitectura y literatura.

Sin embargo, si se consideran como las producciones que el ser humano desarrolla para representar el mundo y la realidad que lo rodea desde una forma de ver particular, se incluye también al cine, denominado: el Séptimo Arte.
Actualmente, en nuestra realidad, algunos añaden otras expresiones artísticas no tradicionales o alternativas, como son: el arte callejero, los graffitis, las performances teatrales, los recitales de música popular, entre otras.
¡Si no lo sabía usted, créalo porque es cierto!

 

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