Conquistar credibilidad, desafío de candidatos

CUERNAVACA, Mor., marzo 30 (EL UNIVERSAL).- Por primera vez en su historia política, Morelos registrará elecciones bajo un gobierno emanado de la izquierda y en medio de una crisis de credibilidad por la complicidad entre políticos y la delincuencia organizada, detonada en Guerrero.

Aquí el gobernador Graco Ramírez, surgido de la alianza PRD-PT-Movimiento Ciudadano (MC), en los comicios de 2012, afirmó que en estas elecciones se ha realizado la mejor consulta ciudadana para evaluar la gestión gubernamental.

En esta ocasión acudirán candidatos de 10 partidos políticos con registro nacional: PRD, PRI, PAN, PT, MC, PNA, PVEM, Morena, Encuentro Social y el Partido Humanista.

También participará el Partido Social Demócrata (PSD), con registro en el estado.
La novedad para este proceso electoral son los métodos de selección que adoptaron algunos institutos políticos como el PRI y el PRD cuyos aspirantes deben presentar exámenes de conocimientos, en el caso del tricolor, y el envío de su ficha a autoridades ministeriales, en el caso del PRD, como un filtro especial para inhibir la intromisión del crimen organizado.

En otros partidos como el PT y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sus líderes Tania Valentina Rodríguez y Quintín Barrera, han descalificado los filtros para evaluar a sus aspirantes.

Rodríguez declaró que someterlos a una revisión de antecedentes atentaría contra sus garantías individuales.
Las declaraciones de la lideresa del PT desataron críticas en su contra porque uno de los dos diputados locales, Alfonso Miranda, está sometido a investigación por crimen organizado.

Al partido también se sumó el ex edil de Yecapixtla, Refugio Amaro Luna para buscar la diputación local por el distrito XVII., pese a que tiene una investigación en su contra de parte de la PGR por presuntos vínculos con el narcotráfico.

Sin duda los embates más fuertes del narcotráfico en las elecciones se reflejan en los candidatos del PAN, cuya dirigencia estatal tuvo que sustituir a seis abanderados en municipios de la zona sur del estado, además del ataque que sufrió la candidata a diputada federal Gabriela Pérez Cano.

En el PRD la presencia tiene otro rostro. Ese partido político tiene como candidatos a Catalina Ríos, esposa del ex edil de Emiliano Zapata, cuyas indagatorias de la PGR la ubican como un nexo en Morelos del crimen organizado.

En ese mismo partido participa el ex priista Jorge Arizmendi García, cuyas actividades son investigadas por la PGR, conforme a un acta circunstanciada por su supuesta relación que tuvo con el extinto líder del cartel de Los Beltrán Leyva, Arturo Beltrán, así como con Catalina Ríos, vinculada por la PGR con delitos de fuero federal.

Otros candidatos sujetos a investigación por la PGR son ex el edil Miguel Ángel Rabadán, candidato a una diputación local por Morena.

Los antecedentes recientes ubican a Morelos como un nicho electoral de Andrés Manuel López Obrador porque desde los comicios presidenciales de 2006 y 2012 siempre los ha ganado, pero la medición nunca ha sido en elecciones intermedias.

Paradójicamente es Morena el partido que registra el mayor número de protestas por parte de sus simpatizantes en la elección de candidatos.

Entre sus fundadores como Benjamín González Suárez, surgió la advertencia de una renuncia masiva si el comité nacional continúa con su omisión de resolver las impugnaciones presentadas “por imposiciones de candidatos” en el territorio estatal.

Sin duda, el mayor atractivo electoral es Cuernavaca, donde competirá por el PRD el ex secretario de Gobierno Jorge Messeguer; el PAN tiene como precandidato al legislador federal Luis Miguel Ramírez; por el PRI compite la diputada federal Maricela Velázquez; Morena llevará al empresario Raúl Iragorri; el PSD, a Cuauhtémoc Blanco, y el Partido Encuentro Social busca postular a la actriz Laura Zapata

La dirigencia estatal de este partido político emergente dijo que su objetivo en los comicios es alcanzar 35 mil votos, que serían suficientes para mantener el registro como partido político en el estado.