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Activan Alerta Amber por desaparición de joven en Cancún

Gissel Samaray Solano Lara, de 16 años de edad, desapareció la noche del jueves pasado en Cancún, por lo que la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo emitió la alerta Amber
lunes, 30 de marzo de 2015
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CANCÚN, QR., marzo 30 (EL UNIVERSAL).- Gissel Samaray Solano Lara, de 16 años de edad, desapareció la noche del jueves pasado en Cancún, por lo que la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo emitió la alerta Amber, para localizarla.


El 26 de marzo pasado, aproximadamente a las 20:30 horas, Guissel -quien vestía uniforme escolar- salió de su casa en la calle 89, Región 228, para ir a la tienda y ya no regresó.

Su mamá salió a buscarla, sin éxito.
"Llegó de la escuela a las ocho de la noche, estuvimos platicando de cómo le fue, de sus tareas y luego salió a la tienda a comprar unas galletas, pero ya no regresó.

Nosotros fuimos a preguntar a la tienda, pero ahí nos dijeron que ni siquiera llegó", expresó la mamá de Gissele, en entrevista con EL UNIVERSAL.


Nacida en México, un 16 de noviembre, la adolescente mide un metro 60 centímetros, tiene cabello lacio, largo, color negro; es delgada, cuenta con dos lunares cerca de la nariz y el uniforme que vestía es una falda de color vino, una playera tipo Polo, blanca, con filos color vino en cuello y mangas; el escudo es de la escuela Secundaria Técnica, número 20.


La Procuraduría abrió el acta circunstanciada AC/ZN/CAN/01/09/359/3-2015 y puso a disposición de la ciudadanía los teléfonos 83 50050, extensión 1250 y la lada 01800 00 854 00 para recibir información acerca del posible paradero de la menor.


Hasta el momento los padres de Gissele no han recibido noticia alguna, ni reportes de avance sobre el paradero de la adolescente por parte de la policía municipal, estatal o de la Judicial.


Sin embargo, sí ha recibido llamadas de personas que intentan sorprenderla y le piden dinero para devolverle a su hija, sin que realmente sepan de ella.


"Nos han hablado para extorsionarnos, pero no para decirnos realmente en dónde está nuestra hija. Me piden dinero, pero cuando les pido una prueba de que tienen a mi hija, no vuelven a llamar", añadió la entrevistada, quien invocó a la solidaridad ciudadana "y a la humanidad de las personas", para ayudarles y no aprovecharse de la tragedia familiar.

 

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