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México, 21 abr (EFE).-
Un grupo de organizaciones civiles presentó hoy el "anticorruptómetro", una herramienta con la que dará seguimiento puntual al tiempo que cada congreso local tardará en aprobar el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
En una mesa de discusión, varios expertos aseguraron que la aprobación de la legislación es una labor de los congresos locales que sólo se podrá llevar a cabo con la voluntad política de los gobernadores.
Por ello enfatizaron que su aprobación es crucial, "pues sólo así se contará con un marco adecuado para hacer frente de manera contundente a la corrupción".
"El 'anticorruptómetro' nos permitirá exigir su aprobación y nos dará información sobre aquellos estados en los que no se tiene voluntad para acabar con el problema.
Desde la sociedad civil daremos seguimiento en tiempo real a los días, horas, minutos y segundos que le toma a los estados aprobar el sistema", dijo Viridiana Ríos, directora del Observatorio Económico México.
En opinión del director del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) "con la corrupción no estamos sólo frente a un asunto de índole moral, o de uno de convivencia ciudadana, o de justicia elemental", sino que "se trata de una tema que pone en entredicho la supervivencia material del Estado mexicano, su viabilidad económica y social".
En este sentido, el director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Manuel Molano, dijo que "la corrupción incide directamente en la rentabilidad de la inversión", ya que "en países con altos índices de corrupción es más difícil calcular la rentabilidad en términos de crecimiento, mientras que en países menos corruptos hay menos riesgo y, por lo tanto, la rentabilidad es más predecible".
El Sistema Nacional Anticorrupción fue propuesto a fines de 2014 por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, luego de enfrentar un escándalo por la revelación de que su esposa, Angélica Rivera, había encargado a un contratista del Gobierno la construcción de una lujosa mansión en la capital.
La reforma constitucional que crea el Sistema Nacional Anticorrupción está siendo debatida en el Senado y si es aprobada sin modificaciones, será enviada a los congresos locales para su votación debido a que implica cambios en la Constitución.
Si los senadores incorporan cambios a la iniciativa, deberá regresar a la Cámara baja.
El Sistema forma parte de una serie de nuevas medidas cuyo fin último es evitar abusos de poder de cargos públicos y, a su vez, mejorar la imagen pública de la clase política.