REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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La virtud del alma se goza en Jesús

…”Así también vosotros, tenéis ahora tristeza, pero Yo volveré a veros, y entonces vuestro corazón se alegrará y nadie os podrá quitar vuestro gozo”… (Jn. 16, 24)
domingo, 26 de abril de 2015
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La Virtud es la disposición del alma, que incita a evitar el mal con apariencia de bien a través de la existencia terrena, el fiel cristiano que ha logrado hacer suya la virtud espiritual, inspirado en la humildad, bondad y generosidad de Jesús, hará perdurar en él la alegría única de vivir en intimidad con Jesús, acrecentará el conocimiento del bien que recibe de Dios.

Todo ser humano está obligado a permanecer en el mundo por el tiempo que Dios le tiene determinado, lo importante es que sean las obras de salvación en las que todo hijo del Señor se empeñe, por lo tanto, se tiene que ahondar en el único camino que recibimos la doctrina y mandamientos de Jesús, para sortear con eficacia los males del mundo, donde es la prueba constante de luchar a diario por la salvación, no veamos las cosas a la ligera, porque no es cosa de juego, no es de posponer diciendo: hoy si, mañana no, es asunto de grandes vuelos, pues todos conocemos las cosas que a diarios se nos presentan como atractivo, sabemos muy bien en cuantas por negligencia se ha caído, y pocas son las superadas.

Recapacitemos, no nos queda otra sino afrontar la realidad del mundo, viviendo en el cumpliendo, las obligaciones propias del trabajo que se realice, es aprender andar en el mundo y no quemarse, teniendo como única fuente de inspiración: la obra de Jesucristo Nuestro Señor, que como el agua cristalina hará que la fertilidad de los bienes espirituales sean fructíferos, fortalezcan y den la firmeza para no desvirtuar el alma, es fácil decirlo, pero difícil luchar por mantener la integridad lograda, el camino para hacerla propia está en que el alma por su fe este convencida, que su destino final está la salvación de su alma, la esperanza que Jesús cuando anuncia al mundo;…”Me volveréis a ver”…Vivimos en el mundo que hemos hecho, cada quien lo ha adaptado a su gusto forma y manera de ser, ha ido desarrollando su criterio de ver las cosas, que por lo general se refleja en egoísmo e interés, donde ni remotamente se aprecia la convicción de hacer el bien al prójimo, sobre todo en estos tiempos donde cualquiera afirma cosas ilógicas y se le cree; otro por ahí habla incongruencias y también se le cree; otro habla y habla mentiras y la gente le cree; se pregona a los cuatro vientos aberraciones extravagantes y vergonzosas, léperas y vulgares, no sólo se le cree, sino se le festeja; otro habla envanecido de sus ideas engañosas, se le cree y hasta se defiende; pero cuando se habla de la doctrina de salvación, de los mandamientos de Cristo, de la necesidad de amarle y servirle y de ver en Él al prójimo, que ha venido al mundo a salvarnos del pecado, entonces viene una catarata de criticas ásperas, no se ve una defensa de su obra, eso si, afloran las contradicciones, la oposición indignante de la negación, la incongruente necedad del rechazo con ridículos pretextos, discutir la palabra de Dios poniéndola al nivel de la del hombre de la calle, se cuestiona: porque dijo esto y no dijo aquello, todo es muestra clara de que no se saben lo que se dice, reflejando carecer de la mínima formación espiritual, en otras palabras: se habla por hablar.

Es bueno poner orden en ello, la enseñanza de Cristo Nuestro Señor, es tan perfecta, única y exclusiva que no admite un solo punto de discusión, porque toda ella es misericordia, amor, bondad infinita y todo bien para las almas por las que murió: ¡Todo es verdad! Su palabra viene de Dios y por lo tanto no hay contradicción ¿Entonces por qué se contradice lo divino? ¿Por qué se cree en las aberrantes ideas del mundo? La razón está, porque el mundo ha perdido la fe, y no sabe que decir, ni que hacer, triste realidad es no entender el sentido salvador de la palabra de Jesús cuando dijo;…”Si un ciego guía a otro ciego, caerán los dos en el mismo hoyo”…Jesucristo nos enseña, que uno y otro vive en la oscuridad de su verdadera realidad, cree que por las conquistas del mundo, sus logros, vanidades, gustos y placeres los hizo suyos con solo proponerse, superó las necesidades elementales para ascender al pináculo de vivir en sociedad, es cierto que fue el esfuerzo constante del trabajo, pero por la benevolencia de Dios le ha concedido la esperada y deseada bonanza, pero su ego no le deja pensar que la vida terrena es corta y en cualquier instante llegará al punto final, estando en el disfrute, dice en sus adentros: no es propio pensar en este momento eso, lo hace de lado y huye, pero las interrogantes de tiempo en tiempo vuelven, y se pregunta; ¿Para qué sirve la fe, acaso da dinero? Al darle la respuesta, no muestra interés porque no entiende, se le hace irreal en un mundo donde todo se tasa en plata y concluye:…De ser necesario, otro día con más calma lo pensaré….

El hombre sin fe vive aferrado a la incredulidad, y obtiene con éxito y satisfacción los logros que se propuso, en la embriaguez de sus triunfos, piensa y dice:… No necesite de la fe para lograrlos, es mas, en el proceso de “mis logros” nunca vino a mi mente la palabra fe...
Cristo Nuestro Señor, permanente buscador de almas con fe en Él desde su venida al mundo.

En verdad encontrar la fe en un pueblo al que se le arrebató, se le creó el temor infundado contra Dios, presionó y atemorizó su conciencia, no vislumbró los actos por los que socavaron su sentimiento de amor a Dios.

Jesús predica su doctrina, anhelante por descubrir la fe en las almas que le siguen, repasa los corazones, y descubre en ellos incredulidad, dureza de corazón, temor de creer en su palabra, aprecia en los timoratos dos “valores” creer por conveniencia o por miedo que son muchos, el común denominador es la comodidad de no tener convicción.

Los discípulos de Jesús son el tesoro de la fe , escucharon y creyeron, escucharon y guardaron su palabra, escucharon y retuvieron en su intimidad la doctrina de Jesús, haciendo de ella y sus mandamientos regla y norma de vida, en el silencio de su corazón debieron expresar;…¡Señor yo creo en ti, porque Tú eres el Hijo de Dios vivo!...Prueba de ello, en los Santos Evangelios palabra de Dios, dan a conocer como fue recibiendo cada discípulo el llamado de su Señor, y al respuesta instantánea a su deseo.

Alguien dirá;…Eran personas sin preparación, hombres que no razonaban por no estar acostumbrados hacerlo, se valió de su inocencia, su trabajo era esforzado, creyeron en Jesús impresionados de lo que la gente comentaba, no podían ver mas halla de sus ojos… Bien es tener presente; Jesús vino al mundo a cumplir la voluntad de Dios su Padre, para ello predicó, enseñó y encontró las almas que creyeron en su divinidad, y sus discípulos fueron la semilla sembrada en la tierra de Israel porque desde el principio creyeron en Él con fe... Jesús como Dios se vale de ellos para enseñarnos: primero es creer, tener fe, y consolidar en el corazón la divisa: amar y servir a Dios su Creador.
Los discípulos de Jesús no entienden cuando les explica como será su regreso al mundo, entristecidos de su partida, y mas porque en ellos está la idea de que no lo volverán a ver ¿que será de ellos sin su Maestro? Sucede como a nosotros cuando no se pone atención.

Jesús anunció por tres ocasiones lo que hoy les vuelve a dar a conocer, la palabra de Jesús por el momento no aparece en su mente, como nos sucede al escucharla, se aferran en lo que para ellos es real; Jesús va a morir y no volverá, no creen en su resurrección, a pesar de haber visto como vuelve la vida a la Hija de Naim, hacer lo mismo con Lázaro.

Para convencerlos de su redención, fue dar forma y respuesta a sus dudas, que a la venida del Espíritu Santo, quedó clarificado recibiendo la añadidura por su fe: ser la semilla que fructifica en el nacimiento de la Iglesia Apostólica, y continua hasta hoy dando frutos en los pocos, ya que lo deseable para Jesús es atraer a los millones de almas, que por su incredulidad han cerrado su corazón a conquistar el batallar que Cristo dijo;…”Muchos son llamados, mas pocos escogidos”… En ello ha dicho:…A todos llamó a las bodas de Mi banquete, y pocos vienen, no porque Yo no quiera o los excluya, sino porque muchos carentes de fe, no está en su corazón mi deseo de recibirlos…Jesús muestra la importancia de creer su palabra y poner atención a ella, no vale decir estoy a su lado, sino obrar siguiendo su palabra, en el pasaje de su vida, conocido por su ofrecimiento antes de ser entregado a su verdugos;…”Me volveréis a ver”…Es consolar a sus discípulos, compensar la tristeza que viven por la separación, agravado su ánimo al decirles volveré a verlos.

Anuncia Jesús la aproximación de su muerte y la deseada por Él de su resurrección, dijo Jesús;…” Un poco de tiempo y ya no me veréis; y de nuevo un poco, y me volveréis a ver, porque me voy al padre”…Respetuoso de la pena de sus discípulos, les da entender, poco tiempo estaré en manos de mis verdugos, ser sentenciado por mis enemigos y morir en la Cruz, después encerrado en el sepulcro.

Anuncio desde tiempo a los suyos, que al tercer día resucitara, y eso desconcertaba su interior y se preguntan; ¿Si muere como volverá? Es poco tres días, para ellos es vivir angustiados y en un vacío, la fe los sostiene a medias, las palabras de Jesús que debieran ser de confianza para ellos, y para nosotros que vivimos las ausencias de Dios en nuestra alma, se vuelve a lo mismo y nada avanza en los días, meses y años, dice San Pablo;…”Peregrinación fuera de Dios”…Así como lo poseemos por los sacramentos, por los pecados lo perdemos, y quedamos en una noche oscura, atormentados por las tribulaciones y la soledad.

El alma de fe, entiende la voluntad de Dios, por ello el corazón se abre al Señor cuando atraído por el arrepentimiento, ha dicho;…”un poco de tiempo y ya no me veréis”…
Estando sus discípulos en pensamientos nada comprendían, dice el evangelio;…” Entonces algunos de sus discípulos se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Un poco, y ya no me veréis; y de nuevo un poco, y me volveréis a ver, y: Me voy al Padre?”…Son varias sus interrogantes; Si va al Padre, ¿Cómo lo veremos? Ahora bien si han de verlo ¿Cómo podrá ir al Padre? La duda los pierde: no sabemos, es la duda a la palabra de Jesús, porque la fe necesita subir mas peldaños;…” Y decían: ¿Qué es este poco de que habla? No sabemos lo que quiere decir”…Las palabras de Jesús no penetran su corazón que continuo después de su resurrección, se avivan los comentarios sobre su palabra, por no estar claro en ellos su sentido, es la rudeza de los Apóstoles...
Jesús por el conocimiento que como Dios tiene de los pensamientos, percibe en sus discípulos que algo quieren preguntar, pero no se atreven, interrumpido por Tomás, Felipe y Tadeo, no queriendo molestar al Señor, esperan, pero Él se anticipa;…” Mas Jesús conoció que tenían el deseo de interrogarlo, y les dijo: Os preguntáis entre vosotros que significa lo que acabo de decir: Un poco, y ya no me veréis, y de nuevo un poco, y me volveréis a ver”…Era para ellos incomprensibles sus palabras, no se las podían explicar, Jesús amoroso da a conocer lo que va a ser su breve ausencia, volverá otra vez a ellos, como lo anuncia;…” En verdad, en verdad os digo, vosotros vais a llorar y gemir, mientras que el mundo se va a regocijar.

Estaréis contristados, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo”…Dice San Juan Crisóstomo;…”Los Apóstoles ofuscados con la tristeza de que estaban sobre cogidos, no comprenden lo que el Señor les decía”…Jesús habla con verdad, Él es la victima, por eso da a sus discípulos el consuelo a su pena, su palabra se esta refiriendo a sus enemigos que lo tomaran preso, lo llevaran a Caifás donde será escarnecido y ultrajado, después atado de manos presentado a Pilatos en el Pretorio, y escuchara la sentencia injusta: muerte de Cruz como si fuera un criminal, mientras sufre y padece el tormento de la flagelación en su divino cuerpo, los suyos en su interior no tendrán reposo, el temor los sacudirá y huirán, por otra parte, en sus enemigos será alegría su muerte, creerán que muriendo todo está terminado, sin vislumbrar que la muerte de Cristo es su triunfo y vendrá al tercer día su resurrección y los pecadores redimidos, todo ello es la salvación de las almas, a ello se refiere Jesús;…”Vuestra tristeza se convertirá en gozo”…El cristiano de todos los siglos y los que están por venir, han sido y serán objeto de las vicisitudes de la tentación, comprendiendo que viviendo en el amor a Jesucristo Nuestro Señor, se luchará y superará todo obstáculo que haga perder su alma; muy diferente a la gente del mundo, ajenos al pensamiento de ganar la eternidad, su ánimo y disposición es disfrutar su existencia en todos los gozos habidos y por haber cada día de su vida mortal; en el fiel cristiano, su vida es una continua marcha por mantenerse en el camino del bien, y entre mas bienes del alma obtenga mas claro será el camino a la patria del cielo, por ello dijo Jesús;…”Quien tenga oídos oiga”…
Jesús muestra a sus discípulos el dolor que padecen a consecuencia de su partida, es la situación conocida en el dolor agudísimo de la mujer que da a luz, dolores que van de menos a más y cada vez más continuos que la mujer no puede controlar, pero cuando recibe al niño en sus brazos, las molestias pasadas quedan olvidadas; Jesús pide comprendan que su partida es dolorosa, pero después será gozosa, pero su tribulación no les da oportunidad de escuchar y razonar el consuelo de Jesús;…” La mujer, en el momento de dar a luz, tiene tristeza, porque su hora a llegado, pero, cuando su hijo a nacido, no se acuerda mas de su dolor, por el gozo de que ha nacido un hombre al mundo”…Jesús busca aligerar la encrucijada que están por vivir; el contraste entre la tristeza que será por poco tiempo, y el gozo que no tendrá fin.

Jesús habla con verdad, conoce su pena y el dolor, no da justificación para calmar sus ánimos, sigue adelante y profetiza lo que será en Él, no deseando perder su confianza, promete volver y estar con ellos; esta preocupación por tranquilizar a sus discípulos, nos sirva ante las adversidades de la vida, en las que desesperados en lo mucho que se hace, y nada se logra, sostenerse en la paciencia con humildad y tolerancia, dice Jesús;…”Así también vosotros, tenéis ahora tristeza, pero Yo volveré a veros, entonces vuestro corazón se alegrará y nadie os podrá quitar vuestro gozo”…


hefelira@yahoo.com

 

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