Por balear a jóvenes dan 66 años de cárcel a policías

TLALNEPANTLA, Méx., mayo 20 (EL UNIVERSAL).- Cinco policías federales, que participaron en una balacera contra estudiantes de la UNAM en Periférico Norte, fueron sentenciados a 66 años de prisión por la muerte y tentativa de homicidio de alumnos de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, tras una presunta disputa vial ocurrida en la zona de Valle Dorado el 5 de abril de 2013.

Luego de poco más de dos años de juicio oral, el juez penal José Alfredo Cedillo González emitió una sentencia condenatoria de 66 años de prisión, en contra de los policías federales José Luis Osorio Elizalde, Hugo Montejo Martínez, Gustavo Villegas Hernández, Luis Manuel García Jiménez y Leonardo Olivas Campos, al tiempo que determinó absolver y ordenar la libertad inmediata de la oficial Aline.

Los jóvenes fueron baleados en el interior de su auto el 5 de abril de 2013, en carriles centrales de Periférico Norte.
El sobreviviente relató que la noche de los hechos salió de la FES Acatlán en su auto Neón de color azul.

Él viajaba con un compañero cuando en carriles centrales de Periférico un Chevy, con rótulos de Telmex, se detuvo y uno de los tripulantes bajó, al que más tarde identificó como Hugo Montejo, quien le apuntó con un arma de fuego, por lo que huyó.

Instantes después empezó a sentir impactos de armas de fuego en su auto y escuchó que su amigo le dijo que lo habían herido, relató el joven.

Los seis policías federales, incluida la mujer, fueron arrestados.
El juez José Alfredo Cedillo valoró diversas pruebas, incluidos peritajes de médicos legistas y expertos en balística.

El magistrado también dijo que los oficiales deben pagar 141 mil 821 pesos, por la reparación del daño moral por el chico fallecido.

Los agentes ya han purgado dos años y un mes; les resta por cumplir 63 años 10 meses en la cárcel.

Hugo Montejo y Leonardo Olivas indicaron que apelaría la condena. Aline afirmó que no tenía ningún comentario.
María Esther Estiubarte Orijel, abogada de la UNAM, no descartó una apelación para garantizar el pago de la reparación del daño moral y material al sobreviviente.

Los padres de los jóvenes apuntaron su temor por la libertad de la policía, “pues fue coautora y participó en el ataque, aunque no accionó su arma”.