Conciencia planetaria

Conocer nuestro mundo para despertar en los niños una conciencia planetaria.

Esta es la intención atrás de las actividades que realizan desde hace cinco año un grupo de padres, madres de familia y estudiantes de astronomía.

Mediante la página de Facebook de la Agrupación Astronómica de Reynosa se convocó a una "star party", con juegos y actividades de astronomía para niños, este sábado en el parque de barrio del Módulo Habitacional FOVISSSTE.

Destacó la conferencia "¿Por qué Plutón ya no es un planeta?", por parte de la niña Gemma Morales Miguel.

Además, hubo "lotería astronómica", construcción de cohetes de papel, construcción de maquetas del sistema solar y otras actividades.

DESPERTAR LA CONCIENCIA

Irais Olvera, o Irais Strong, su nombre de casada, es estudiante de la Universidad de Nuevo México y gerente nacional del programa “Universe Awareness” o UNAWE, (Conciencia Universal).

Estudia Astrofísica y es orgullosamente reynosense.

Desde hace cinco años implementó, junto con algunos amigos y vecinos una dinámica que permite mostrar a los niños pequeños, de entre uno y diez años de edad, una visión amplia de lo que es nuestro mundo, los planetas y las estrellas.

Contra lo que uno pudiera pensar, los párvulos sí se interesan en este tipo de actividades porque se imparte en forma de juegos, con palabras fáciles de comprender.

-¿Qué es lo que hacen en este momento?-se le preguntó.

-Estamos implementando un programa que se llama “Universe Awareness”, que quiere decir que estamos concientizando a los niños acerca del Universo.

Estamos utilizando la Astronomía como un aspecto multicultural para poder motivar un interés en la Ciencia y la Tecnología en los niños desde temprana edad.

Este programa viene de la Universidad de Leiden, en Holanda, es un programa internacional por parte de la UNESCO y la Unión Internacional Astronómica.

-¿Cada vez hay más participación en esta actividad?

-Cada vez hay más participación, sobre todo aquí lo que ocupamos más que nada es recurso humano, que existan personas que conozcan un poco acerca de la Astronomía, de nuestro Sistema Solar, que vengan aquí y le expliquen a los niños.

Más que nada es lo que se necesita.

-¿Cómo toman los niños este conocimiento?

-Más que nada, nosotros no queremos que aprendan un conocimiento acerca de lo abstracto.

El conocimiento que nosotros queremos que tengan es… que tengan una perspectiva de ciudadanía global, que vean que existe el mundo sin fronteras.

Aquí, en las actividades que hacemos si vemos el planeta no lo vemos con las divisiones de los países. Entonces, nosotros lo que queremos es concientizar niños con una conciencia en tener una ciudadanía global, y tener tolerancia, que es lo que hace más falta en nuestra ciudad.

En el programa UNAWE, participan hasta ahora 61 países, incluido México.

Fue el profesor George K. Miley, de la Universidad de Leiden el primero en explorar la idea de establecer un programa de educación astronómica dirigido a los niños pequeños, especialmente de aquellos que viven en países en desarrollo.

Irais Strong comentó que este es un programa que tiene poco de haberse creado.

La Universidad de Leidenestableció un fondo destinado a apoyar este proyecto educativo, para lo cual se enviaron cajas con una serie de elementos de enseñanza sobre astronomía conocida como “Universe in a box”, el Universo en una caja.

A México fueron enviadas diez cajas de las cuales una será entregada a la Casa de la Tierra, aquí en Reynosa y las demás se enviaron ayer a diferentes lugares de la República.

“Es un kit educativo de bajo costo con cuarenta actividades astronómicas, viene desde el Sol, la Luna, los planetas, las constelaciones, la Tierra.

Nosotros queremos cubrir todos esos aspectos porque la Astronomía nos da una perspectiva diferente de la vida, nos hace pensar en la enorme, gigantesca…, el Universo es gigante, enorme.

Nos hace pensar de manera diferente de lo diminuto que somos en el Universo. Y nos hace poner las cosas en perspectiva para poder evitar guerras. Somos los únicos seres humanos que habitamos la tierra.

Este es nuestro único hogar, entonces, es lo que queremos empezar a cultivar en los niños”,-apuntó.

Para esta joven promotora cultural, el hecho de que en Reynosa exista una instalación como la Casa de la Tierra representa una ventaja muy grande.

Comentó que se trata de algo muy importante a nivel cultural y educativo.

“Está muy bien que lo hayan implementado, a mí me dio mucho gusto escuchar que existe una Casa de la Tierra aquí.

La verdad, no he tenido la oportunidad de visitarla porque de hecho acabo de llegar y nada más vengo a implementar estos programas. Pero si tengo la oportunidad yo creo que el lunes iré a visitarla para ver cómo está.

Todo mundo me ha platicado que está muy bien, y todo mundo sale muy contento de ahí. Es un honor que en tu ciudad, donde tú creciste, donde pasó tu niñez, exista ese tipo de actividades extracurriculares”,-estableció.

Irais cursa el segundo año de la carrera de Astrofísica en la Universidad de Colorado.

A estas alturas aún no decide qué rama de esa ciencia seguirá para obtener un doctorado.

“Estoy muy inclinada hacia la Radioastronomía, pero aún no sé exactamente.

Puedo tardarme entre 5 a 10 años en terminar un doctorado”,-concluyó.

PEQUEÑOS ASTRONOMOS

La primera actividad fue mostrar a los niños un video donde se aprecia la dimensión relativa de los astros, desde los más pequeños, como la Luna, hasta los más grandes que se conocen, como estrellas hipergigantes rojas.

Acto seguido se integraron cuatro mesas para desarrollar diferentes proyectos: una para construir cohetes hechos con recortables, otra sobre el tema de la luna, una más para dibujo, otra para el sistema solar.

Los chiquillos rodean las pequeñas mesas y se ponen a desarrollar sus proyectos, de acuerdo con las indicaciones de las coordinadoras.

Con este son cinco años en que, de manera ininterrumpida, la fundación que patrocina el proyecto UNAWE reúne a un grupo de niños y padres de familia para provocar en ellos ese despertar de conciencia universal.

A final de cuentas, si este tipo de proyectos tienen éxito, quizá veamos en unos cuantos años una generación más preocupada por la conservación de nuestro mundo, de nuestro entorno y de nuestra propia especie.