Rogelio Rodríguez Mendoza

Confidencial

El nervio de los candidatos

Ante la cada vez mayor cercanía con el 7 de junio, los partidos políticos y particularmente sus candidatos dan muestras evidentes de nerviosismo o desesperación.

Eso explica el porqué, de unos días a la fecha, ha arreciado la publicación de encuestas en las que unos y otros se dicen aventajados en las preferencias ciudadanas.
Esa desesperación justifica también la intensificación de lo que coloquialmente los políticos llaman “guerra sucia”.

Existe un bombardeo mediático, incluso desde medios nacionales, para intentar desprestigiar a los candidatos.
La mejor referencia la tenemos en Ramiro Salazar, candidato a la Diputación Federal por el Distrito Electoral que tiene cabecera en Matamoros.
De pronto, sus rivales en la competencia, le “revivieron” al padre de la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar Vázquez, un presunto proceso por violación que enfrentó en sus llamados años “mozos”.
No es el único.

Algo parecido le sucede a la priista María Esther Camargo, la esposa del ex alcalde reynosense Oscar Luebert, y candidata a la Diputación por el Distrito de Reynosa.
Pero sin duda, el mejor indicio del nervio de los aspirantes a una curul en la próxima Cámara Federal de diputados, es la “encuestitis”.

La publicación de sondeos que los colocan a la cabeza de las preferencias ciudadanas, ha sido una constante entre casi todos los candidatos.
Usted y yo sabemos, sin embargo, que esas encuestas son, en la mayor parte de las veces, una simple estrategia para confundirnos como electores.

Lo que buscan en el fondo es que como ciudadanos las creamos y finalmente terminemos regalándole el voto a quien se dice el preferido.
Aunque es frase trillada no por eso deja de ser certera: la verdadera encuesta será la del 7 de junio.

Lo que se diga antes de esa fecha vale como estrategia partidista pero nada más.
Por esa razón quiero insistirle en lo que otras veces le he pedido aquí: no le haga mucho caso a lo que los candidatos le digan.

Que si van ganando , que si el de enfrente es corrupto o ignorante, que si ellos son la mejor alternativa para representarnos como diputados. Nada de eso les crea.
Aprendamos a votar con responsabilidad.

¿Cómo? Analizando detenidamente el historial de cada uno de los que participan en la contienda. Olvídese de a qué partido pertenece.

Tome en cuenta sus antecedentes como servidor público, su fama social, lo que ha hecho por el municipio o por el estado. Apóyese en todo lo que esté a la mano para, entonces sí, decidir por quien votar.
En suma, lo que le pido es que razone el voto.

Todavía tiene tiempo para hacerlo. Pero hágalo desde ahora para que el 7 de junio ya llegue decidido por cual persona va a cruzar la boleta electoral.
No se deje manipular o influenciar por las encuestas.

Tampoco por las campañas mediáticas de desprestigio. Seguramente van a intensificarse aún más conforme avancen los días, pero no les haga mucho caso.

Mejor dicho, no les haga nada de caso.
¿Estamos?
EL RESTO
A propósito, el diputado Ramiro Ramos Salinas, no esconde su sueño de ser el abanderado del PRI a la gubernatura en el 2016.
Ayer admitió que participará como candidato en la próxima elección local, y aunque no de manera abierta si acepto tácitamente que será por la gubernatura.
Hay que aplaudirle al neolaredense su franqueza, porque hay otros que desde hace mucho tiempo andan en campaña, pero cuando les preguntan que si quieren ser el próximo Gobernador se hacen chiquitos para ocultar sus ambiciones.
ASI ANDAN LAS COSAS.
roger_rogelio@hotmail.com