En la opinión
Pbro Miqueas Cantú Garza
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La familia es portadora de la promesas de Dios; canal de las bendiciones divinas. La familia es sustentada por los principios de la creación de Dios.
Toda la creación obedece los principios del Creador, menos el hombre. El inicio de la familia es un hombre y una mujer, como poder fecundo; donde nacen los hijos, así comienzan las generaciones.
Dios eterno, sin límites del pasado ni del futuro. La biblia es fecunda, verdad innegable… El hombre es barro quebradizo!!! Sin embargo, la familia permanece si persevera en las verdades eternas.
El ejemplo que ofrezco, conlleva la intención de mostrar el fruto de la rebelión a los principios creadores. Es para ver al Dios que estableció principios imperecederos por todas las generaciones.
La Escritura, la Biblia no solo es un tratado teológico; es una norma de ética moral donde se explora el universo, donde se deleita la reflexión para eternizar nuestra historia con un ferviente esplendor del sentido común.
La historia narrada en Génesis 21 muestra a Abimelec como un enemigo gratuito. Abimelec reconoció las carecía propias; pero al mismo tiempo observó lo que Abram poseía y entonces le dijo: Dios está contigo en todo cuanto haces Génesis 21:22; tienes más futuro, más posibilidades de engrandecerte, dame la promesa de proteger a la familia; Abram otorgó la promesa.
Allí, Abram celebró en gratitud el triunfo y plantó un árbol tomado en Berseba e invocó al Dios eterno. Su vida familiar fue estable aunque habitó en territorio enemigo, porque Dios estaba con él.
La familia de corazón al éxito está diseñada por Dios; El mismo dio normas, y un espíritu inteligente y creativo para cuidar permanentemente de la familia.
Cada miembro de la familia se constituye en un vigilante acérrimo de ella. Si la luna es un banco de metáfora arruinada, según Ramón Gómez de la Serna; El corazón es un cheque sin fondo; el corazón tiene que descubrir el alcance del amor matrimonial que es la familia.
Braulio Pérez Marcio expresa: “El lazo más comprometido que la muerte es el vínculo de amor divino; es el lazo que se marcha por un solo camino, lazo fiel, unión perdurable.
La familia del corazón al éxito es la máxima relación. Cantares 4:8 Expresa la invitación que perdura…” ven conmigo esposa mía”...
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