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Pbro Miqueas Cantú Garza

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Confianza Desvanecida 


domingo, 14 de junio de 2015
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Donde hay muchas manos; echa llave a todo, y todo cuanto entregares cuéntalo y pásalo, y apunta aquello que das y aquello que recibes Eclesiástico 42:7
Es indudable que la corrupción es el mal del siglo XXI; la noticia que es fecunda e invade naciones como Grecia, España, Guatemala, Honduras, Brasil y México.

Instituciones tan prestigiadas y administradas como la FIFA en el fútbol, nos ha sorprendido. Es innegable que la corrupción está presente; unos dicen que es por falta de educación; sin embargo los doctores de las economía, los de cuello blanco de los años noventa fueron encontrados en acto de corrupción.

El biógrafo Plutarco dijo: “Una buena educación es el manantial y la raíz una vida virtuosa” A decir verdad, ninguna familia le gustaría ser víctima de corrupción ni pagar el precio.

La raíz de una vida virtuosa radica en la aplicación del principio que nunca muere… "no robarás"; éste se convierte en un imperativo formativo, normativo y ético que flagela y mata la corrupción.

El que roba, se roba así mismo; se roba la confianza, la libertad, las oportunidades, las relaciones, las posibilidades y se roba un expediente sano en fidelidad.

El tierno corazón del niño y de la niña debe de ser grabado con las palabras " no robarás". Este principio inmortal genera firmeza obediente, persistencia de carácter, consolida lo que lo que se logra, posee una estabilidad fiel, llega a ser diligente, precisa y puntual.
La honra constante a la familia es el antídoto contra la corrupción así le muestra toda la biblia con su reiterado… “honra a tu padre y a tu madre” es mandamiento prioritario de los hijos hacia los padres y los padres honrar a los hijos.

Quizás tenía razón John Greenlef Whittier al decir que… cuando se pierde la fe y el honor desaparece entonces muere el hombre. La integridad en la mujer y en el hombre los protege de la corrupción, en ellos no hay confianza disminuida y la familia puede alcanzar integridad plena… de manera que Dios no quitará el bien a los que andan en integridad.

 

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