Alíber López

Optica Política

“La CILA es responsable del estercolero en el Puente Nuevo: JAD”

Bien por el ingeniero Jesús Nieves Reyes, Gerente de la JAD (Junta de Aguas y Drenaje) de Matamoros, quien se ha atrevido a señalar responsables del estercolero existente en el bordo del Rio Bravo a unos metros de la Gran Puerta México, del Puente Nuevo.

Según él, la CILA (Comisión Internacional de Límites y Aguas), es responsable, pues ellos, que son una comisión conformada por autoridades de México y EUA, tienen que autorizar cualquier intervención para evitar que en esos espacios exista contaminación.

Ojala y encontremos esa misma claridad en las interrogantes de la ciudadanía respecto a las descargas de aguas residuales de los hospitales “Pumarejo” y el ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado), amén de otras descargas en donde la misma JAD parece involucrada, pues el hecho de que antes no se haya criticado y buscado solución a la contaminación de las zonas lacustres de nuestra ciudad, no implica que no deba hacerse ahora, ni que estemos en contra del progreso.

Sencillamente la CONAGUA (Comisión Nacional del Agua), la SEDUMA (Secretaria de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente), la JAD y otras instancias, tienen su normatividad y la obligación de proteger el medio ambiente.

No es cierto que los ciudadanos que pretenden proteger el medio ambiente mediante acciones de protesta como las que se dieron en las semanas pasadas tengan la intención de poner en mal a nadie; lo que si será bueno que empecemos a hacer los ciudadanos es preocuparnos por los problemas de todos.

Somos generaciones de paso por la vida y a cada quien le corresponden acciones concretas en bien de todos.

Unos se preocupan por los desvalidos, otros por los marginados, otros por los enfermos, otros por la mejor formación individual y social y otros por administrar de la mejor manera, de acuerdo a los mandatos ciudadanos, un municipio, una entidad o un país.

A la gente que señala ahora fallas en las acciones de gobierno, si estas son efectivamente fallas, no tienen por qué cuestionárseles con el argumento de que por qué antes no habían criticado nada.

Siempre hay una primera vez, y si la crítica está justificada, no hay para donde hacerse.