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¡Inteligente hogar!

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Imagen del horno inteligente June, que ocupa el espacio de un microondas. Foto: June Life Inc.
Un horno que reconoce los alimentos y un refrigerador que despliega en la pantalla táctil de su puerta toda la información de las comidas que almacena, optimizan la gestión de la cocina
viernes, 21 de agosto de 2015
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La popular expresión "Hogar, dulce hogar" ("Home, sweet home!) presente en felpudos, cuadros, placas de bienvenida e infinidad de objetos de decoración de las casas, hoy podría ser complementada con éxito con la de “¡Inteligente hogar!” (Smart home!) debido a los avances tecnológicos.

Un grupo de ingenieros que trabajaron en grandes compañías como Apple, GoPro y FitBit, entre otras, se han unido para diseñar un horno de convección inteligente, del tamaño de un microondas, capaz de reconocer los alimentos y cocinarlos sin que el usuario tenga que estar pendiente.

Denominado June (https://juneoven.com/), está equipado con todo un arsenal de alta tecnología, desde una báscula, una puerta con iluminación LED y sensores de temperatura, hasta una pantalla táctil de cinco pulgadas, conexión a Internet, procesador quad-core de 2.3 GHz y una cámara, Full HD con gran angular, empotrada en su interior.

"Este horno ​​detecta el tipo alimento, su peso y su temperatura interna, mediante un termómetro que se inserta en la comida que se cocina y, en base a esos datos, recomienda cómo cocinar a la perfección, desde unas tostadas doradas uniformemente o unos productos horneados que se elevan hasta alcanzar su punto, hasta los asados más elaborados", informa a Efe Meagan Ward, portavoz de June.

Según Ward, este horno inteligente se puede programar para los alimentos que se cocinan más habitualmente y para atender las preferencias individuales de cada usuario ya que, por ejemplo, al hacer un filete se puede programar para que salga “hecho, medio hecho o muy hecho”, de modo que los platos tengan siempre el nivel adecuado de "cocción" para cada cocinero doméstico.

June también puede determinar y recomendar al usuario cómo cocinar un plato, basándose en el tipo de alimento, su peso y temperatura interna, según el fabricante.

VISUALIZANDO LA COCCIÓN DESDE EL MÓVIL

La cámara incorporada y su conectividad a Internet, permiten al usuario visualizar y controlar a distancia el horno, conectando su iPhone o iPad , por medio de una ‘app’ al sistema del electrodoméstico.

Los elementos calentadores de fibra de carbono permite alcanzar una temperatura de 176 grados centígrados en alrededor de 4 minutos. Su sistema de doble turbina de convección hace que se distribuya el calor uniforme y silenciosamente, acelerando la cocción un 25 por ciento, y su ‘app’ da acceso a un recetario que se actualiza periódicamente, según los responsables de June.

"Un programa de inteligencia artificial llamado Food ID, analiza las imágenes captadas por la cámara y reconoce las comidas más comunes, como carnes, pescados, pizza, pan y diferentes tipos de verduras, cuando se cierra la puerta del horno, ofreciendo al usuario un programa de cocción, diseñado con el asesoramiento de un cocinero, para una elaboración perfecta", según Ward.

Por su parte, el diseñador alemán Fabián Kreuzer (www.fabiankreuzer.de) ha creado un refrigerador inteligente, destinado a simplificar la gestión de los alimentos en los hogares y que permite identificar los alimentos almacenados en su interior y sus características, sin abrir la puerta.

El eje tecnológico del proyecto ‘In My Fridge’ o IMF (En mi refrigerador) son las etiquetas impresas RFID (siglas de “identificación por radiofrecuencia”), unos dispositivos similares a pegatinas, que contienen una antena, un emisor de radio y un circuito electrónico y pueden adherirse o incorporarse a un producto y que almacenan información detallada de dicho producto.

Estas tarjetas transmiten, de forma inalámbrica, los datos de identificación que almacenan por medio de una señal de radio a un dispositivo lector o receptor.

Los creadores de IMF parten de la base de que los supermercados y las tiendas adoptarán estas etiquetas RFID impresas, que serán cada vez más sencillas y baratas de fabricar, y se usarán en cada vez más productos hasta que su uso sea generalizado.

"Con la implantación de la tecnología RFID, los establecimientos comerciales podrán determinar sus existencias de manera rápida y sencilla y, a medida que esos bienes ya no necesiten ser escaneados, como ahora, se irá reduciendo el tiempo que los clientes hacen cola en las cajas", informa Fabián Kreuzer a Efe.

INFORMACIÓN ALIMENTARIA POR RADIO

“Para adquirir los datos de las etiquetas RFID, un refrigerador doméstico solo tiene que estar equipado con un lector RFID”, señala Kreuzer, que diseñó el IMF junto con el también diseñador Markus Lorenz Schilling.

(www.markuslorenzschilling.de) .

"Todos los datos de los alimentos perecederos recogidos en espacio de almacenamiento del refrigerador, se visualizarán en una gran pantalla táctil dispuesta sobre la puerta del electrodoméstico, con la que se puede acceder a la información esencial de los productos y a otra adicional, como un libro digital de recetas culinarias y alimentos que faltarían", según Kreuzer.

Además de la información básica de un producto envasado, como su calidad, cantidad, fecha de caducidad o ingredientes, al pulsar distintas opciones y comandos en el panel frontal del refrigerador, se podrá acceder a planes de dieta y recibir advertencias sobre la capacidad de provocar alergias de ciertos alimentos, y también se pueden observar imágenes de distintos alimentos y platos y recibir las instrucciones de cómo prepararlos.

La conexión ‘en línea’ entre el IMF y los supermercados locales le permitirá al usuario comprobar la disponibilidad o los precios de determinados productos, y crear una lista de la compra digital.

El IMF también podrá conectarse a un horno inteligente que podría recibir un mensaje de la nevera, por ejemplo sobre el plato elegido para la cena, para que este segundo electrodoméstico, programara el proceso de cocción más adecuado.

“Imagine que desea cocinar un plato y que su frigorífico le informa sobre los ingredientes que le faltan para completarlo y en qué establecimiento puede comprarlos más baratos.

La conexión a Internet del refrigerador permite esta opción”, según Kreuzer.

El usuario del refrigerador interactúa con el horno a través de una interfaz gráfica que se despliega sobre la puerta y que se comanda de forma táctil, como la pantalla de una ‘tablet’ o un ‘smartphone’, accediendo a distintos menús y opciones, al tocar o deslizar el dedo sobre su superficie.

En el panel frontal del IMF aparece una lista de los alimentos disponibles en la nevera y se puede visualizar su posición en el interior mediante un sistema de recreación gráfica en 3D, lo cual ayuda a hacer un rápido inventario de los alimentos frescos no envasados o a los que se la quitado el envoltorio, como frutas, verduras o embutidos.

Todo ello sin abrir la puerta, logrando que la temperatura se mantenga baja y se así se ahorre energía.

Por Ricardo Segura.

EFE/REPORTAJES.

 

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