Melitón Guevara Castillo

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¿BRONCO? Lo van a domesticar

martes, 6 de octubre de 2015
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El Bronco, sigue dando de que hablar: su toma de posesión, con cabalgata de por medio, fue todo un collage de buenas intenciones. Al menos, su discurso, va en un solo sentido: limpiar la casa.

De ahí se expresión de que, al momento de tomar posesión como gobernador de Nuevo León, se les acabo la fiesta a los bandidos. Obvio, a Rodrigo Medina y compañía.

Ya El Bronco, se apunta como melogamo: se anuncia como el Sol, que vuelve a salir.
Las crónicas del evento, los comentarios y reflexiones, en torno al evento y al discurso de Jaime Rodríguez, alias El Bronco, dan mucho material para seguir comentando.

Palabras, palabras, que no van –hasta el momento- acompañados de una decisión o acción directa, que nos hacen recordar aquella expresión de Vicente Fox, que al ser cuestionado, sólo dijo: ¿Bronco?, lo van a domesticar.

Habló, quizá, la voz de la experiencia.
Las palabras de Vicente Fox pueden ir acompañadas de otras: la versión de que su llegaba al gobierno de NL., fue un autogol.

Sin embargo, hay un detalle que no se puede perder de vista: quienes lo conocen, quienes son analistas, advierten que ya está en movimiento una especie de campaña para el 2018.

De ser cierto, obvio, es que su soporte sea el gobierno de Nuevo León; y, entonces, no puede ser tibio, timorato o hacerse el tío Lolo: tiene que cumplir.
Esa es la expectativa.

Sin embargo, en su toma de posesión –como bien advierten los analistas-, fue solo discurso, promesas y buenas intenciones. Un lenguaje, digamos ofensivo, en principio para el gobernador saliente, sus colaboradores y, se entiende, para todos, o buena parte, de los priistas.

Afirma que recibió la casa sucia, hasta hipotecada, pero que ya se fueron los nubarrones y que un nuevo sol alumbra a las tierras regias.
Los mexicanos en general hemos sido testigos de cómo, políticos y gobernantes, han sido demagógicos, revolucionarios en la palabra, pero “bandidos” en los hechos.

Miguel de la Madrid Hurtado, manejó aquello del combate a la corrupción y dio vida a la “Contraloría” como un medio para impedir, prevenir y hasta castigar la corrupción.

Eso no fue suficiente y, al paso del tiempo, se apareció ya como entidad autónoma la “Auditoría” gubernamental. Y, hoy en día, ahí tenemos el caso del acceso y la transparencia de la información.
El Bronco, además de cumplir con las promesas de campaña, si efectivamente está pensando en el 2018, en una candidatura independiente presidencial, tiene que desarrollar un gobierno “abierto; es decir, ser transparente, en todo, en sus decisiones, en sus acciones, de tal suerte que la ciudadanía, la gente, este completamente de acuerdo en que, con su llegaba al gobierno, el poder se ejerce para, por y para el pueblo.

Suena, si, muy demagógico.
El reto de las candidaturas independientes, es solo uno: validar el proceso de participación de la ciudadanía, que a veces se muestra apático a emitir su voto.

Sin embargo, no hay que olvidar que en Tamaulipas antes, cuando menos en dos ocasiones en distinta época, hubo candidaturas independientes: José Gudiño Cardiel fue un ejemplo en Jaumave, de eso hace ya buen rato; más reciente, en Jiménez se conoció el caso de Rosario Treviño.

En ambos casos fueron autogoles a la imposición partidista-gubernamental.
Hasta el momento, para la elección del 2016 de Tamaulipas, se han anunciado dos que tres candidaturas independientes a nivel municipal.

No hay indicios de que pueda suceder lo mismo, por ejemplo, a nivel de la candidatura a gobernador. Por la personalidad, muchos identifican a Enrique Cárdenas del Avellano como un bronco, pero en toda oportunidad que tiene hace notar que juega y lo hace dentro de su partido… que no brincará las trancas.
¿Será bronco o lo van a domesticar, como pronosticó Fox?



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