Ma. Teresa Medina Marroquín

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Alto al México del cromañón político

miércoles, 7 de octubre de 2015
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La investigación del caso Ayotzinapa por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), posterior a las labores aún vigentes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), ha desencadenado diversas reacciones.
La primera, de parte de grupos reaccionarios (incluidos periodistas), ha dispersado sin eco la versión de una especie de intromisión a la soberanía nacional.
¿De dónde vendrá esa gente? ¿Qué comerá? ¿O quiénes serán sus amigos? O lo peor: ¿Qué literatura consumen?
Interrogantes en las que no vale la pena abundar, cuando el Gobierno federal ha demostrado apertura y transparencia, sin que por ello se le exima de responsabilidad.
En contraste, quienes trascienden su respaldo a las tareas de estos organismos internacionales, aprobando indirecta pero claramente esa actitud de Enrique Peña Nieto, también le extienden un reconocimiento por proyectar una renovada e indispensable visión política de México.
Por su parte, los escépticos esperarán resultados, mientras que los pesimistas afirman tener razones de sobra para no creer en ninguna de las soluciones propuestas, difundiendo a los cuatro puntos cardinales de la geografía política que los problemas de derechos humanos en este país son tan grandes como para ventilarse en el ámbito de la pequeña política que se practica en México.
Y podrían tener razón, no cabe duda.
Sin embargo, la presencia del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, invitado por el Gobierno federal para conocer los avances y desafíos de nuestro país en el tema, sumada al respaldo del secretario general de la OEA, Luis Almagro, son señales de que pronto podría haber una expulsión masiva de tanto cromañon agresivo en los asuntos políticos.
Una urgencia que millones comparten y que tienen a México en el ojo crítico del hemisferio.
Lo que repercute en los partidos políticos que desde ahora se disputan, junto con los independientes, la Presidencia de la República en el 2018.
Y ciertamente todo mundo está fastidiado de los exabruptos y de la violencia brutal que impiden observar los verdaderos planteamientos políticos, y cuyo ambiente denso es exacerbado por los medios sensacionalistas, felices de engañar a todo mundo por una breve temporada de “gloria periodística” que siempre termina mal y pronto.
Otros ejemplos de los cromañones políticos que le atizan al fuego son Andrés Manuel López Obrador y “El Bronco” Jaime Rodríguez Calderón.
El primero representando una izquierda anticuada, criticona y ausente de propuesta.

Y el segundo amenazando y prometiendo tanto que acabará por no meter a la cárcel a su antecesor ni cumpliendo sus promesas que tantos le creyeron.
Bien dicen que el prometer no empobrece, y dar es lo que aniquila.
De ahí mi comentario del lunes sobre los cromañones panistas que mediante impulsos pandilleriles se pelean en la frontera tamaulipeca por la gubernatura en 2018, y para quienes importan muy poco no sólo su escándalo, sino escandalizar a la ciudadanía.
En tanto que los siete aspirantes visibles del PRI (Alejandro Etienne Llano, Paloma Guillén Vicente, Alejandro Guevara Cobos, Marco Bernal Gutiérrez, Baltazar Hinojosa Ochoa, Ramiro Ramos Salinas y Enrique Cárdenas del Avellano) por lo menos intentan desarrollar una cultura de respeto a través de una cultura democrática.
Es la única manera, todos pensamos, de ofrecerle a México propuestas políticas totalmente ajenas a ese ambiente con tintes de pugilato.

TAMAULIPAS: JUSTICIA LABORAL

Pasando a un tema cuya dinámica y alto sentido de justicia deben reconocérsele al gobernador Egidio Torre Cantú, son los 39 mil expedientes laborales que al inicio de su administración estaban en litigio en las diversas Juntas de Conciliación y Arbitraje, y que fueron reducidos a menos de 5 mil; es decir, a su mínima expresión.
Es así que en la Secretaría del Trabajo y Asuntos Jurídicos que encabeza Rolando Guevara González pasaron los tiempos del tortuguismo y la corrupción que tantos dolores de cabeza provocaron a patrones y trabajadores, instalándose una normalidad con acciones prontas y expeditas en esos juicios, mismos donde se privilegia para su resolución el diálogo conciliatorio, pero sobre todo la razón a quien la merezca.

¡Buenos días y feliz miércoles!
tessieprimera@hotmail.com
columnaorbe.wordpress.com

 

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