Aspecto de un centro de detención de migrantes en el estado de Texas. / Foto Internet

SE PRESENTAN en el módulo de atención a migrantes las primeras denuncias verbales de migrantes que fueron vulnerados en sus derechos humanos por autoridades americanas.

Reportes sobre ese tipo de irregularidades empiezan a menudear en el módulo de atención que establecieron organismos no gubernamentales de Derechos Humanos a partir del dos de noviembre.

El primer caso que se presentó fue el de Fidel Ocpaco Rosette, de 26 años de edad, originario de Huauchinango, Puebla.

Fortino López Balcázar, Presidente de la Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos y la Vigilancia Permanente de la Aplicación de la Ley notificó que el joven migrante estuvo detenido durante setenta días en un pueblo cerca de Houston, Texas, a causa de que fue detenido por segunda ocasión en su intento de trabajar en Estados Unidos.

Fue hace aproximadamente tres días cuando la policía de migración de aquel país lo trasladó hasta ese lugar, a un centro de detención conocido como "el pozo".
Luego se realizó su deportación, al ser trasladado a Reynosa por el puente internacional, alrededor de las 21:00 Hs.

del día 2 de noviembre, junto con otras ocho personas.
El defensor de los Derechos Humanos agregó que "dice que él cruzó en la segunda ocasión, iban ocho también y los que los acompañaban los abandonaron.

O sea, no habla de polleros, sino que dice "los que nos acompañaban". Los abandonaron y los detuvo migración. Dice que de ahí los llevaron a una celda que le llaman "el pozo", que esa celda tiene aproximadamente 5 por 5, que está cerrada completamente y que ahí tenían a unos treinta migrantes".

Agregó que en su testimonio, Ocpaco Rosette dice que las condiciones son deplorables, porque sólo hay un servicio sanitario y éste está descubierto, es decir, todos ven cuando uno de ellos hace sus necesidades fisiológicas.
Tampoco hay agua para tomar.

"Tienen que tomar de la taza del baño (sanitario)",-dijo López Balcázar, en base siempre a los datos que le aportó el migrante.
De alimento les proporcionan un sanwich a las 7:00 Hs.

y otro a las 19:00 Hs.
Otra condición extrema a la que son sometidas es que el aire acondicionado lo tienen a una temperatura muy baja, casi a punto de congelarse.
"Si llevan dos prendas o tres, o alguna chamarra, se las quitan, porque dicen que sólo se tienen que quedar con una prenda ligera.

Todas las demás la tiran a la basura. Incluso, dice que delante de él tiraron a la basura su cartera, le tiraron una pulserita con imágenes, zapatos e incluso su credencial de elector",-añadió López Balcázar.

Durante el período que estuvo detenido, en ningún momento se le informó que tenía derecho a asistencia consular.

"También dice que al llegar les afirman que sus pertenencias se las van a regresar; que a todos los que tienen más de treinta días no se las van a regresar, ni dinero ni nada.

Que a los que tienen menos de treinta días sí se las van a regresar. Pero que él estuvo observando y estuvo platicando con los que iban a ser deportados y que le dijeron que tenían menos de treinta días, pero no les quisieron regresar nada, que eso ya no se los iban a dar",-sostuvo.

Las autoridades migratorias le quitaron a él 1,500 pesos, más un teléfono celular iPhone 5, del cual incluso debe 3 mil pesos porque lo compró en abonos en su pueblo.

Al ingresar al país, el lunes por la noche, fue atendido por personal de las ONG's que tienen el módulo de atención.
Este martes por la mañana el caso se hizo del conocimiento del Instituto Tamaulipeco del Migrante, pero el afectado no quiso presentar denuncia antes de retornar a su lugar de origen.

Sin embargo, accedió a dar su testimonio ante la Asociación Nacional para la Protección de los Derechos Humanos con su firma para efectos de documentar dichas irregularidades y reclamar sus bienes.