Por: REUTERS
El enriquecimiento de uranio con que Irán desafió varias rondas de sanciones del Consejo de Seguridad llevó a potencias mundiales a considerar medidas más severas, a fin de detener lo que según temores de Occidente podría ser un camino para fabricar armas nucleares.
Israel aprobó las conversaciones, a la vez que dejaba entrever que la acción militar preventiva podría ser una opción si la diplomacia falla.
Si el mundo "es serio sobre detener a Irán, entonces lo que necesita hacer no son sanciones enfriadas, sanciones moderadas (...) sino sanciones efectivas, que muerden y reducen la importación y exportación de petróleo a Irán", dijo Netanyahu en un discurso.
"Esto es lo que se necesita ahora. Puede no resultar, pero nada más lo hará, y al menos sabremos que se intentó. Y si esto no puede aprobarse en el Consejo de Seguridad, entonces debería hacerse fuera del Consejo de Seguridad, pero inmediatamente", expresó el primer ministro.
Aunque es el quinto mayor exportador de petróleo, Irán importa un 40 por ciento de su gasolina de refinerías extranjeras.
Varios diplomáticos occidentales creen que China, junto a Rusia que también posee voto de censura, bloquearían cualquier sanción del Consejo de Seguridad al sector energético de Irán.
Hasta ahora, las sanciones propuestas se enfocan en recursos del Gobierno iraní como los Cuerpos de Guardias Revolucionarias.
Mark Regev, portavoz de Netanyahu, dijo que Israel preferiría que el Consejo de Seguridad frenara a Irán, pero creía que había suficiente apoyo internacional fuera de ese foro para sanciones energéticas.
"Si Estados Unidos, Europa y países que piensan de forma similar actúan al unísono, pueden triunfar en enviar el mensaje deseado y forzar al régimen en Teherán a repensar su programa de armas nucleares", comentó Regev.