Por: REUTERS
Hasta el momento no existe una cura para el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida, pero combinaciones de fármacos pueden evitar que éste se replique y afecte al sistema inmune.
Los médicos generalmente comienzan el tratamiento recién cuando encuentran alguna evidencia de fallas en el sistema, lo que se mide contando el número de células inmunes, llamadas CD4 o T.
En los países desarrollados, el tratamiento para el VIH a menudo empieza cuando los niveles de las células CD4 caen por debajo de 350 por microlitro de sangre.
Algunas guías para el tratamiento también recomiendan que la terapia comience más rápido para las personas cuyos conteos de CD4 caen a gran velocidad.
Pero el estudio, que involucró a un equipo internacional de investigadores, halló que el ritmo de la caída no generaba diferencias sustanciales en el desenlace de la enfermedad.
"Lo que analizamos es si importa cómo una persona llegó a su conteo actual de células CD4, si el nivel cayó muy rápido o muy despacio, y detectamos que la dinámica de las CD4 no proporciona información adicional sobre el diagnóstico del paciente (...)", dijo Marcel Wolbers, del Hospital de Enfermedades Tropicales en Ciudad Ho Chi Minh, Vietnam.
El equipo de Wolbers, experto en bioestadística y uno de los líderes del estudio, examinó los registros de 2.820 pacientes con VIH de Australia, Canadá y Europa con distintos niveles de reducción de las CD4.
Los especialistas no hallaron diferencias significativas en el progreso del sida o el número de muertes.
"La caída de las células CD4 no es un fuerte indicador de cómo progresará el sida en una persona o si morirá, y tampoco predice la futura disminución del conteo de las CD4", dijo.
"Por ende, no debería guiar las decisiones clínicas, en particular, la definición de cuándo iniciar la terapia (farmacológica)", agregó.