Tania Mora es mamá de Cristopher, un niño de seis años que fue asesinado por otros menores de edad en Chihuahua, cuando estos recreaban un secuestro. Este viernes 19 de febrero de 2016 se dio a conocer que un juez especializado encontró culpables a cuatro de los cinco participantes en el juego. Foto: Archivo Agencia EL UNIVERSAL/RML

Tras seis meses de investigaciones y pruebas periciales, se determinó que Jesús David, de 15 años, pasará 9 años y seis meses recluido en el Centro de Internación para Menores Infractores.

Mientras que Valeria, Alma e Irving, las dos primeras de 13 y el último de 12 años, quedarán tres años bajo resguardo del estado, del cual no podrán salir en ningún momento.

Posteriormente tendrán dos años de Orientación y Supervisión, es decir podrán ir a su domicilio, pero serán vigilados por elementos de seguridad pública.

Finalmente estarán bajo arraigo domiciliario por un año, sin vigilancia permanente.
En esos seis años deberán asistir a terapia psicológica y con otros especialistas médicos ordenados por el estado.

El quinto involucrado, Eduardo, de 15 años, fue declarado inimputable por presentar un diagnóstico de retraso mental.
El juez ordenó que los menores deberán pagar la cantidad de 336 mil 634 pesos como reparación del daño a la madre del niño, e impuso una amonestación a los padres de los infractores.

Durante el desarrollo del juicio se supo que los menores pretendían recrear un secuestro, para lo cual se llevaron al niño –todos eran vecinos de la colonia Laderas de San Guillermo- a un despoblado cercano, lo ataron, torturaron, le privaron de la vida y escondieron el cuerpo bajo un matorral.

Posteriormente pusieron encima un perro muerto para disimular los malos olores.
La familia de la víctima reveló que los cinco jóvenes involucrados le sacaron los ojos, cortaron los labios, lo estrangularon y apuñalaron en la espalda en 23 ocasiones, a pesar del parentesco que los unía, ya que dos de ellos eran sus primos.

La madre de Cristopher, Tania Mora, recriminó que incluso los cinco participaron en las tareas de búsqueda que se organizaron entre los vecinos de la colonia.


EL UNIVERSAL