Rogelio Rodríguez Mendoza

Confidencial

Promesas mentirosas

Alguien tiene que aclararle a los candidatos que no es lo mismo prometer que proponer. Cualquiera puede prometer bajarnos el cielo y las estrellas, o acabar de tajo con la inseguridad pública, pero para fines prácticos ambas cosas serían irrealizables.

En cambio, proponer es algo más profundo. Uno de tantos conceptos dice que “proponer” “es exponer un proyecto o idea para que otra persona lo acepte”.

Pues bien, eso es algo que la mayoría de los aspirantes a un cargo de elección popular no han entendido. Lo vemos a diario en el discurso mentiroso que exponen ante la población.

Prometen de todo pero no proponen nada.
Sueltan cualquier ocurrencia y ofrecen que “de ganar la elección” será su prioridad durante su Gobierno.

Por ejemplo, prácticamente todos los candidatos se han agarrado de la bandera de la inseguridad pública. Pero lo único que se les ha ocurrido ofrecer como solución es una policía bien pagada, bien capacitada, y hasta certificada en Estados Unidos, como si esa fuera la varita mágica para resolver el problema.

Para la generación de empleos dicen que van a traer inversionistas al estado, como si eso fuera nada más, como decía el ranchero, de “enchílame otra”.

Lamentablemente eso es lo único que han ofrecido los candidatos: puras promesas.
Evidentemente son promesas mentirosas. No hay forma de creerles porque, sencillamente, no hay lógica en lo que ofrecen.

Todo ésto nos deja más que claro un hecho: la madurez democrática entre sociedad y la clase política no ha avanzado al parejo.

Los políticos se quedaron atrapados en el pasado porque siguen recurriendo a viejas y obsoletas prácticas en la búsqueda del voto.
Continúan creyendo que los ciudadanos somos igual de ignorantes que antes, en que bastaba una palmadita o una mentira piadosa para arrancarnos el voto.

Mantienen la creencia de que organizar una carnita asada, con invitación abierta al que quiera ir, les va a generar votos. Suponen que recorrer una colonia y tocar a la puerta de las casas para palmear a una madre de familia les suma puntos.

En esa ignorancia se va a escribir la derrota de muchos de esos candidatos que hoy se sienten tan seguros de ganar la elección el cinco de junio.

Subestimar la madurez ciudadana se les va a revertir en las urnas.

Al tiempo, tiempo.

EL RESTO.

Por cierto, los debates que vienen serán la oportunidad perfecta para confirmar lo que le digo: que los candidatos traen muchas promesas pero pocas propuestas.

Ahí los vamos a ver ofreciendo acabar con la violencia delincuencial, con el desempleo, con el rezago educativo y otras tantas carencias, pero no nos dirán cómo le van a hacer.

Doble contra sencillo a que los debates serán debates de ocurrencias. ¿le entra a la apuesta?.

ASI ANDAN LAS COSAS.