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Reventa y souvenir en concierto de Guns N' Roses

¿Cuánto trae? A $2,500 el boleto para la zona general, pero de ahí lo que esté dispuesto a pagar se puede negociar, ya es “Sold Out”
miércoles, 20 de abril de 2016
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CIUDAD DE MÉXICO, abril 20 (EL UNIVERSAL).- ¿Cuánto trae? A $2,500 el boleto para la zona general, pero de ahí lo que esté dispuesto a pagar se puede negociar, ya es “Sold Out”, advertía el revendedor de boletos afuera del Foro Sol y en efecto, el tan esperado show de una de las bandas de rock más importantes en la historia musical hacía parada este martes en la cuidad tras una larga espera.

Axl Rose, Slash, Richard Fortus, Melissa Reese y Frank Ferrer harían sonar a Guns N' Roses de nuevo.
Los otros vendedores hacían lo suyo ofreciendo playeras con el logotipo de la banda, plumas, tazas, lápices, sombreros de Slash de todo tipo, a cincuenta, a cien, todo lo que creara un recuerdo de esta noche era vendible aunque la experiencia en sí de estar entre la gran masa de asistentes valía más que cualquier souvenir.


En lo que sí valía la pena invertir antes de entrar al Foro era en las capas de lluvia ofrecidas de a diez, porque "se venía bueno el aguacero" y sí, quien no las compró afuera terminó pagando adentro el triple de su valor.


Ya después de las siete de la noche una tremenda lluvia azotó el lugar con granizo incluso por cerca de una hora, quien pudo se refugió en cualquier lugar y así cantó la banda abridora.

Entre carreras y azotones la lluvia terminó justo para dar paso a Guns N' Roses, quienes salieron al escenario en punto de las 9:30 de la noche.
Para esa hora el Foro Sol se llenaba de 65 mil 500 almas y los músicos saludaban con su primera canción de la noche, It's So Easy, seguida de Mr. Browstone y Chinese Democracy.

Axl apareció vestido en tonos oscuros, al igual que Slash y los demás integrantes de la banda.
El Foro enloqueció cuando llegó el turno de “Welcome To The Jungle”, todos brincaban, movían los brazos y daban su propia voz al tema emblemático de la agrupación y lo mismo ocurrió cuando llegó el turno de “Stranged”, “You could be mine”, y por supuesto “Sweet Child O' Mine”, canciones que se convirtieron en su época en referentes para el público.


Desafortunadamente Axl no apareció como en sus conciertos de antaño, corriendo de un lado a otro del escenario, moviendo masas con una seña, gritando enloquecido y mirando directamente a la gente.

Ahora, lastimado, estuvo sentado todo el tiempo conteniendo ahí toda su energía. Cambiando únicamente de sombreros a cada tanto. Pero al público poco importó su situación y enloqueció y coreó cuando “November Rain” tuvo su lugar.


Claro que una de las cosas más esperadas de esa canción era el solo de Slash y quedaron más que satisfechos con cada vez que se hizo notar con su guitarra, ensimismado en ella.


Las luces de miles de celulares se encendieron de pronto en el lugar, las bocanadas de humo, el aroma a tabaco mezclado con el de la mariguana subían en el aire y desaparecían, lo mismo cuando llegó “Knockin' on Heaven's Door” y “Patience”.


Faltó “Don't Cry”, pero en su lugar la banda nacida en Hollywood cantó “Paradise City”. También hubieron otras canciones que complementaron la lista de casi 25 canciones que eligió la banda para su primera noche en la capital pero menos interesantes para el público que se quedaba en silencio observando el escenario.


Este jueves la banda volverá a cantar en la ciudad antes de dejar el país y con suerte no habrá lluvia que le anteceda.


EL UNIVERSAL

 

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