Delitos ambientales

La falta de una cultura adecuada para la disposición de residuos electrónicos, la deficiente eliminación de residuos peligrosos y la desforestación, son tres de los delitos ambientales más recurrentes en el área de Reynosa.
No obstante, por su condición de zona fronteriza, también se dan casos de importación ilegal de animales exóticos e internación de vegetales con plagas.
La Interpol dio a conocer el to 5 de delitos contra el medio ambiente que ocurren no sólo en ésta parte de la frontera, sino en el resto del país:
1.- Tráfico de animales exóticos: Este tipo de delitos supone una amenaza grave a la sobrevivencia de la biodiversidad del planeta.
Se enumeran varios factores para que ocurra ésta actividad ilícita, como el hecho de que exista una demanda en el mercado nacional.
Son los elevados precios que se llegan a pagar por especies poco comunes, que incluso existen bandas internacionales que se dedican a éste ilícito.
Las especies más demandadas son las aves tropicales, como los loros y los guacamayos, los reptiles, como serpientes y cocodrilos, los arácnidos, como algunas especies de tarántula y los monos, como titíes, chimpancés y lémures, por citar algunas especies.
Aquí, en Reynosa, el día 28 de septiembre del 2015, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), interceptó en el aeropuerto internacional un cargamento de diez aves exóticas, entre ellas, tres guacamayas azul dorado, cinco cacatúas (dos de cresta amarilla y dos de cresta blanca) y dos más sin marcaje, que tenían como destino la Ciudad de Mëxico.
Personal de la empresa Aeroméxico reportó la presencia de varias jaulas o contenedores que contenían éstos animales.

"Los inspectores de la PROFEPA verificaron que el destinatario final que marcaba la supuesta autorización no correspondía con lo ahí señalado.

Lo anterior fue comprobado por elementos de la Policía Federal tras hablar telefónicamente a la Ciudad de México con el supuesto destinatario, quien negó los hechos", asegura el boletín que en su momento emitió la dependencia.
El cargamento venía acompañado por documentos que resultaron apócrifos, siendo el número de remisión 2802 de fecha 1 de septiembre del 2015 expedida por Wild Life Importador y Exportador Julio César Pérez Rivera, con domicilio en calle José María Roa Bárcenas número 637-401, colonia Magdalena Mixhuca, Delegación venustiano Carranza, México, D.F.

El destinatario era Roberto Rojas Ramírez y/o Granja Infantil Dectai, Desarrollo Integral para la Familia (DIF) en la calle David Alfaro Siqueiros número 725, colonia Loma Real de Jarachina Sur, en Reynosa.
La documentación también presentaba un certificado zoosanitario de movilización con folio SAGARPA D2143446 expedido en San Fernando.
Todos estos documentos resultaron falsos.
2.- Tala indiscriminada.

La construcción de vivienda hacia zonas rurales donde antes había tupidos bosques de mezquites y huizaches es un tema que preocupa al Comité Municipal de Forestación.
Protasio Serna Ramírez, presidente de dicha asociación civil, comentó que hay un desmonte excesivo hacia el sur, por tal motivo es necesario implementar una campaña intensiva, empezando por las escuelas.
Precisamente, el pasado 20 de abril, en un evento con el que se celebró de manera anticipada el Día de la Tierra, Protasio Serna dio un mensaje enmaninado a recordar a los ciudadanos que es nuestra responsabilidad y compromiso la labor de reforestación.

"El crecimiento de la ciudad es bastante rápido, cada vez nuestra ciudad crece cada vez más; recientemente fui a Monterrey y en el camino vi cómo se desmontaron muchas áreas.

El crecimiento es inevitable y por lo mismo debemos crear conciencia y comprometemos a plantar árboles", aseguró.
3.- Mala gestión de residuos electrónicos: De vez en cuando se ponen en marcha programas para reciclar material electrónico de desecho, como computadoras, teléfonos celulares, baterías inservibles, pero no existe un sitio permanente.
En el reporte de Interpol se establece que en los países desarrollados cada año se producen hasta 50 millones de toneladas de residuos electrónicos, de los cuales una buena parte son exportados ilegalmente a de Africa, Asia y América para su disposición final en basureros.
Es común encontrar en los vertederos clandestinos de Reynosa una cantidad grande de componentes electrónicos.
Basta ir a Las Anacuas, a las Calabazas o a Corrales y hurgar un poco entre la basura para hallar todo tipo de circuitos, aparatos de desecho o pilas de celulares, cuyo contenido es altamente tóxico.
La basura tecnológica es rica en metales pesados y puede ocasionar graves impactos al medio ambiente e incluso, poner en riesgo la vida humana.
Se sabe, por ejemplo, que un teléfono celular contiene entre 500 y mil compuestos diferentes.
Dichas sustancias son peligrosas y generan contaminación.

Entre ellas están metales pesados como el plomo, el arsénico y el antimonio, que se filtran a los mantos freáticos y provocan daños a la salud cuando son ingeridos.
En ejidos o rancherías cercanos a los parques industriales es muy fácil ubicar basureros clandestinos de partes electrónicas.
4.- Pesca indiscriminada de especies en peligro.

Reynosa no tiene costa, pero en comunidades cercanas al litoral se pesca ilegalmente el tiburón vivo para arrancar las aletas y exportarlas a países orientales donde tienen una gran demanda.
A este negocio ilícito se le conoce como "aleteo" o finning.
5.- Inadecuada eliminación de residuos tóxicos.

Los talleres automotrices vierten al sistema de drenaje una gran cantidad de aceites, barnices, tíners y pinturas.
Hasta ahora no se ha llevado a cabo una acción contundente en contra de ellos y sólo en casos esporádicos se ve en los medios de comunicación un exhorto de la Comisión Estatal Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) o de la propia COMAPA, el exhorto para que se construyan las llamadas "trampas de grasa".
Por el uso constante de aceites animales y vegetales, también los establecimientos de comida están obligados a colocar dichos dispositivos.
Recientemente el Gerente de la COMAPA, Serafín Gómez, comentó que sólo un porcentaje muy pequeño de talleres y restaurantes cumple con ésta disposición.
Corresponde a COEPRIS aplicar sanciones a quienes incumplan con la Ley de Salud.
Todos esos residuos se liberan de manera descontrolada al medio ambiente, ya que muchas van al sistema de drenaje y de ahí a ríos, canales y lagunas.
Hay otros delitos relacionados al tema medioambiental, como la importación de plantas y vegetales contaminados.
En Diciembre del 2015, la PROFEPA detuvo el ingreso al país de 18,164 árboles de Navidad (Abeto Douglas) procedentes de los Estados Unidos por traer plagas inexistentes en territorio nacional.
Las piezas fueron aseguradas en las aduanas de Mexicali, Nogales, Tijuana, Colombia (Nuevo León), Nuevo Laredo, Reynosa, San Luis Río Colorado y Zaragoza Isleta.
Entre las plagas detectadas en los 28 embarques estaban las larvas de insectos como los picudos, avispas y mosquitas.
El 9 de julio del 2015, luego de un incidente en que un trabajador resultó con quemaduras, la empresa maquiladora C & D Technologies fue sometida a una investigación, ya que en sus procesos incluye el uso de ácido clorhídrico.
El 2 de abril del 2016, la misma Procuraduría de Protección al Ambiente llevó a cabo la clausura de la empresa Residuos Industriales Multiquim, S.A.

de C.V. (RIMSA), ubicada en Reynosa, por no contar con una autorización vigente.
Personal de la dependencia realizaba una visita ordinaria de veriricación, detectando que la compañía no contaba con los documentos actualizados que emite la Secretaría del Medio Ambiente (SEMARNAT) para el tratamiento de residuos peligrosos.
Son muchas las situaciones en que se pone en peligro al medio ambiente y a la salud de las personas, y pocas de ellas reciben atención por parte de las autoridades.
Hace dos años se reportó una mortandad de peces y reptiles en la Laguna La Escondida por falta de oxígeno en el agua como consecuencia del vertido de desechos urbanos e industriales.
A principios de la década pasada, en Corrales, fue descubierto un basurero clandestino de transformadores de electricidad, propiedad de la Comisión Federal de Electricidad.

Rápidamente los residuos fueron enviados a una empresa de Nuevo León dedicada al reciclaje de ese tipo de componentes.