EL UNIVERSAL

Un general del Ejército fue sentenciado por un juzgado federal a más de 50 años de prisión por la comisión de delitos de tortura, homicidio y destrucción de cadáver en agravio de una persona en 2008, informó en un comunicado el Consejo de la Judicatura.

El general, quien solo fue identificado en una nota informativa del Consejo de la Judicatura Federal como Comandante de una Guarnición Militar en una ciudad de Chihuahua, fue condenado junto a la Sedena, al pago de la reparación del daño por un monto de 250 mil 470 pesos a favor de quien acredite los derechos sucesorios de la víctima.

La víctima fue detenida viva el 25 de julio de 2008 por elementos en activo de la Tercera Compañía de Infantería no Encuadrada en una ciudad de Chihuahua; posteriormente, fue llevado a las instalaciones de esa unidad, en donde en ventaja numérica de activos lo ataron y mojaron para aplicarle descargas de energía eléctrica en el cuerpo, por orden del hoy sentenciado con el propósito de obtener información respecto de la muerte de un militar.

La tortura originó que la víctima falleciera a pesar de los primeros auxilios que le fueron proporcionados, a consecuencia muy probablemente de fibrilación ventricular y paro cardiorrespiratorio secundarios a descargas eléctricas.

Tras el hecho, por órdenes directas del sentenciado, el cadáver de la víctima fue subido a un vehículo y transportado a un rancho en el que fue incinerado de manera clandestina.

De acuerdo con la causa penal 49/2012, el militar fue sentenciado a 52 años y seis meses de prisión, así como 15 años de inhabilitación para el desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión públicos.

Por otra parte, bajo la orden del juzgado Décimo de Distrito en Chihuahua se deberá ofrecer una disculpa pública, la aceptación de responsabilidad, así como la garantía de no repetición de estos hechos.