El coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa. (Foto: Archivo EL UNIVERSAL)

El coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, señaló que la educación es el único vehículo para transformar este país, de ahí que las resistencias e inconformidades la reforma educativa deben estar por debajo de intereses que nada tienen que ver con el interés superior de la educación.

Anotó que todas las reacciones deben atenderse mediante el diálogo y la aplicación de la ley, porque la educación de los niños y la juventud es la prioridad de México; argumentó, que a pesar de los contratiempos a que se está enfrentando la reforma educativa, ésta seguirá adelante con el apoyo de la sociedad, de los padres de familia y de la mayoría de los maestros del país.

“La educación es un derecho fundamental y es la respuesta transversal a todos los problemas que aquejan a una nación, y se debe asegurar su calidad, la inclusión y la igualdad para todas nuestras niñas, niños y jóvenes”, destacó.

En contraparte, el coordinador de PAN en la Cámara de Diputados, Marko Cortés, apuntó que la reforma educativa sigue sin dar los resultados esperados en materia de equidad educativa, ya que las entidades más rezagadas siguen presentando un importante atraso educativo y los avances en los principales indicadores son mínimos.

“La decisión del gobierno federal de suspender a los maestros de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca fue acertada, pero ahora se requieren acciones decididas para no dar marcha atrás ni ceder a chantajes, así como para tomar medidas drásticas de política educativa para revertir el rezago que presentan estas entidades, las cuales siguen teniendo graves carencias en cuanto a analfabetismo y nivel de escolaridad”, señaló.

Cortés Mendoza recordó que en Chiapas, para 2015, los años de estudio de la población fue en promedio de 7.3, Oaxaca 7.5, Guerrero 7.8 y Michoacán 7.9, lo que muestra que la reforma educativa, prácticamente no ha impactado y que al paso que van, dichos estados tardarán más de una década para que la población tenga una escolaridad equivalente a la secundaria.

“A más de tres años de aprobada, la reforma educativa no ha significado un antes y un después en términos de mejoras sustantivas, sino que la reforma fue novedosa e importante, pero su implementación le ha quedado grande a las autoridades”, expresó.