Rogelio Rodríguez Mendoza

Confidencial

¿Bye, bye a Vicky Ranch?

Hace 15 días, el Congreso del Estado aprobó una iniciativa de punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo local a que, en el diseño del presupuesto de egresos para el 2017, contemple un Fondo de Capitalidad.

En lenguaje sencillo, se trata de que en el próximo reparto del pastel presupuestal, destine recursos extraordinarios para la capital de Tamaulipas.

La idea es de que con ese dinero se abatan los rezagos que han frenado el desarrollo económico y crecimiento de la ciudad.

La intención del diputado priista, Ricardo Rodríguez Martínez, autor de la iniciativa, es excelente.

Sus cálculos son de que dicho Fondo le allegaría a Victoria entre 1,500 y dos mil millones de pesos anuales, independientes de lo que recibe por participaciones federales y estatales.

Con esos 1,500 o 2,000 millones de pesos la capital crecería a pasos agigantados.

Por ejemplo, se podrían ampliar sus vialidades y se mejorarían sustancialmente los servicios públicos, que dicho sea de paso son un desastre.

Sus corporaciones de policía, como la de Tránsito, podrían enviar a los “deshuesaderos” esos vehículos chatarra que utilizan como patrullas y que dan pena ajena.

Seguramente a la vuelta de pocos años, Victoria estaría al nivel de una verdadera capital de estado y dejaría de ser con ello nuestra “Vicky Ranch”.

Y si, todo está perfecto.

Solo que hay un “pero”: como el llamado Fondo de Capitalidad está sustentado en una iniciativa de punto de acuerdo, la creación o no del mismo quedará a la discreción o voluntad del próximo gobernante.

Dicho de otra forma, lo que el Pleno Legislativo hará es, lisa y llanamente, exhortar o invitar al siguiente Gobernador a que le inyecte dinero extraordinario a Ciudad Victoria, lo cual no garantiza nada porque ya sabemos que un exhorto y nada son exactamente la misma cosa.

Es así, porque sencillamente no hay nada que obligue al destinatario a atender o acatar un exhorto legislativo.

Si habláramos de una disposición legal otra cosa sería.

Bajo esa perspectiva, es claro que el futuro de la capital tamaulipeca quedara en manos del siguiente Gobernador, sin importar que sea priista, panista o de cualquier otro partido.

¿Será el bye, bye de Vicky Ranch? Lo sabremos antes de diciembre.

Pero más allá de eso queda clarísimo que si no es con la asignación de recursos extraordinarios, como lo propone el legislador priista, Victoria seguirá a la zaga de otras capitales estatales, incluso de entidades mucho más limitadas que la nuestra.

En función de ello crucemos los dedos para que quien asuma, a partir del uno de octubre, la oficina principal del Palacio de Gobierno, atienda el llamado del Poder Legislativo y dé un trato especial a Victoria.

Finalmente, es la capital de todos los tamaulipecos y no solo de los victorenses.

¿Estamos?.

EL RESTO.

El desmarque de los exgobernadores es bueno, pero sería mejor si el candidato priista también se desmarcara de quienes fueron colaboradores de aquellos.

ASI ANDAN LAS COSAS.

roger_rogelio@hotmail.com