REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
Las riquezas de cristo

…”Y les dijo: ¿Quién hay de vosotros que viendo a su hijo o su buey caído en un pozo, no lo saque pronto de allí, aún en día sábado?”… (Lc 14, 5)
domingo, 4 de septiembre de 2016
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font
Las bienaventuranzas son las virtudes primordiales desplegadas por los divinos labios de Jesús en el Sermón de la montaña, ahí dio a conocer Nuestro Señor Jesucristo a los tiempos, el compendio moral que transforme el camino del pecador para que este se convierta en bueno, y los cristianos de todos los siglos, en herederos de su doctrina y mandamientos de salvación, por su cumplimiento alcancen la perfección de su alma.

Las Bienaventuranzas son esenciales y fundamentales, dice San Agustín;…”Considero que se encontraría la forma definitiva de la vida cristiana, en lo que se refiere a una recta moralidad”… A esta forma de vida debiera aspirar todo cristiano.

Refiriéndose Jesús a los pobres de espíritu, los impulsa a una motivación espiritual para encontrar en su palabra la esperanza de salvación, cuando dijo; …” Bienaventurados los pobres de espíritu, porque a ellos pertenece el Reino de los cielos”…Pide Jesús, ser humildes de corazón, y por ello contemplar y ganar la prodigalidad generosa de Dios; contemplar la abundancia de sus riquezas y el desprendimiento de sus bienes, gracias y dones, que llevan al cristiano a comprender la esplendidez del Señor, supeditando su esperanza de salvación no a sus propias fuerzas, de donde dice San Juan Crisóstomo;…” Tener la actitud de un mendigo, que continuamente implora de Dios la limosna de la gracia”…Que viene al pecador por los méritos de Jesucristo, llevando las almas de fe, a reconocer en la humildad la virtud opuesta a la soberbia, vanidad y rebeldía; a reconocer que la humildad es la virtud moral por excelencia derivada de la prudencia, justicia, fortaleza y templanza; a reconocer que la humildad es la desprendida voluntad del cristiano a Dios y al prójimo, es cuando se inclina para aplacar su inmoderado apetito de orgullo en su propio “Yo”, siendo justo en el pecador aceptar lo que somos ante Dios.

Regla de vida que nace de las enseñanzas de Jesús;… haz bien sin mirar a quien, y mirando a lo que haces, dice Jesús; A Dios mi Padre… El ser humano ha sido diseñado por Dios para obrar el bien que viene de Dios, y Dios siendo la bondad infinita deposita en el interior de cada persona, una pequeña porción de la perfección divina, por eso, el cristiano posee la tendencia a evitar el acto malo, pero si en su interior la maldad y sus derivaciones se han afianzado, el pecador por si solo percibe lo malo y lo bueno, de hacer cualquiera de los dos, sabe lo que hace y lo que recibirá.

Ahora bien, es de valorar que los bienes del alma dictan a la conciencia la necesidad de alejarse de los males, apegarse a las obras buenas, que podrá hacer con la ayuda del Señor.

Al crear Dios al ser humano, quedando claro, no hay ningún otro camino por el que una persona haya venido al mundo, sino es por la voluntad y deseo divino, porque nuestra existencia terrena es obra y gracia de Dios, de Él recibimos la riqueza espiritual que tenemos sin merecer.

Quien ha definido su fe en Cristo, no se mete a los vericuetos del incrédulo o del timorato, no pierde tiempo en ello, su conocimiento es pleno sobre el bien que recibe del Señor, por el contrario, el que cree, lucha por mantenerse apegado a la obra divina, la acepta glorificando a Dios, y de corazón eleva su profesión de fe;…”Creo en Dios Padre todopoderoso”…
Estamos acostumbrados a ver multitud de gente en las ciudades, en las concentraciones y muchas partes, poco consideramos que cada uno es portador de una cantidad múltiple de bienes que Dios ha depositado en él desde su nacimiento, los del alma se guardan en ella y los de su cuerpo, ambos son obra de la perfección de Dios, si los médicos se maravillan de las funciones de los órganos del cuerpo humano, mas se impresionarían llegar a conocer las del alma, conforme avanza la persona en edad el organismo se fortalece por la alimentación, los bienes del alma por la espiritualidad y contra las adversidades que la pierden, pero el común denominador esta, en que uno y otro participan en una lucha sorda y sinuosa, el alma va por su salvación y el cuerpo espera a que venza las tentaciones, manteniendo el alma en gracia en una lucha persistente, porque en un instante puede perderse el alma y perder lo ganado; el cuerpo humano es igual, si este se fortalece y cae en pecado o en la drogadicción o en las perversidades del mundo, arrastra el alma a la perdición; el alma tiene muchos frentes de batalla, unos son los mencionados, y los que se empeñan en borrar todo sentimiento hacia Dios su Creador, son los males mortales persistentes, se derrotan, pero vuelven con mayor enjundia para quedarse: la soberbia, el orgullo, la ira y la maldad entre otros muchos socavan los cimientos de la riqueza de Cristo en las almas.

El cristiano bautizado en la Iglesia Católica, recibe la luz de la fe que lo conduce a Cristo, igual lo que es y hace se lo debe a Dios, nada es de él, ni lo que realiza es obra personal, por eso, es tener presente, su generosidad infinita la distribuye gratuitamente en todas las almas, a ninguna niega sus riquezas, el pecador es quien se niega recibirlas, pero cuando suplica y clama la asistencia del Señor ante las adversidades de la vida, las tentaciones y tribulaciones consecuencia de sus pecados, son los males que nacen del corazón, turbado por su conciencia y angustiado su corazón avizora la necesidad del alma, el arrepentimiento es reconciliar su alma al Señor, siendo mas en el pecador que ha experimentado el goce de vivir las riquezas de Cristo en su alma y en su corazón, cuando apartado del Señor, el dolor de haberlo perdido no lo deja en paz, su disposición es no volver a caer, sabiendo que nada vale de por si, conmovido vuelve a su mente;… Dios me ha dado todo, -viene a su memoria- con pesar Tu Mí Dios que has enviado al mundo a Cristo tu Hijo amado objeto de tus complacencias para la salvación de mi alma, he pagado mal su sacrificio, perdón Señor perdón… Es cuando mas lucha en recuperar la riqueza perdida, logrado su deseo el gozo no tiene medida, se dispone el pecador con mas tenacidad mantener en el alma y corazón la palabra, obra y pensamiento de la práctica del bien.

Cuando una persona se encuentra en la fase terminal de su vida, los parientes cercanos, esos que nunca aparecen, ahora lo rodean “preocupados” de su enfermedad, en realidad están mas que nunca pendientes de su deceso, quieren que el enfermo los vea su “tristeza” “aflicción” y “pesar” es posible en algunos de verdad lo sientan, los demás esperan, van por su fortuna.

¿Cuánto conocemos de estas situaciones? ¡Muchas! Esos parientes van sobre los tesoros ajenos como si tuvieran derecho, así termina el esfuerzo de muchos que en vida fueron orgullosos, avaros y codiciosos en obtener bienes del mundo, al morir todo lo dejan y nada se llevan, reza el salmo;…”Se atesora, y no se sabe quien recogerá”…He aquí el destino del avaro.
Las riquezas de Cristo, nunca se pierden ni se perderá en vida del cristiano, porque estas las puede intensificar en él y para él, puede atesorar bienes de salvación sin limite; pero en el incrédulo, su orgullo y soberbia lo lleva a ser carente de valores espirituales, hablar con él de estas riquezas es irónico, indiferente y escéptico se mofa y niega, pregona lo que para él es irreal, la razón de ello es que carece de la fe, porque para él, lo espiritual es nada, acostumbrado a creer lo que ve y toca.

¿Cuáles son las riquezas de Cristo? El alimento Eucarístico que nos entrega de su Pasión, Crucifixión y muerte redentora; El Don del Espíritu Santo, dice el Obispo de Mancera;…”Cuando Él es enviado y entra en una alma se verifica la nueva creación sobrenatural y se renueva la faz de la tierra”…El Espíritu Santo, es Él quien ordena para nuestro bien su misión, nuestra oración y suplicas, ilumina nuestro entendimiento, si nada podemos ante las tentaciones del mundo, obra en nuestro favor cuando agobiados y atribulados suplicamos cosas sin sentido, Él, viendo el fondo del alma, lleva al Padre lo que el corazón del pecador suplica, desea, muestra su humildad resignación, su fe y confianza, todo lo que de bien posee el alma; además enseña e ilustra lo que Cristo nos enseño, obra en los sacramentos y viene a morar en el alma la gracia santificante; Nuestra Santa Madre Iglesia, fundada por Cristo para preparar en la tierra su misión de enseñar, regir y santificar las almas, a ella acude el cristiano; Las Sagradas Escrituras, es la palabra de Dios, el misterio insondable mas sublime de las riquezas del Señor, al que todo cristiano esta obligado por bien de su alma, convertirlo en fuente de enseñanza, encontrará lo que el alma necesita para su salvación, así lo muestra Santa Teresa de Lisieux, al confesar que cuando descubrió el Evangelio, los demás libros ya no le decían nada.

Pregunta Mons. Straubinger; ¿No es éste, acaso, uno de los privilegios que promete Jesús, diciendo que la verdad os hará libres? Atrayendo las palabras del Cardenal Mercier, que en su pasado fue un lector insaciable;…”No soporto otra lectura que los Evangelios y las Epístolas”…Los Sacramentos, son siete, Bautismo, y confirmación, restituyen la vida de la gracia; La eucaristía, penitencia, extremaunción, orden Sacerdotal y confirmación, puede recibirse dignamente cualquiera de ellos, se requiere el estado de gracia.

Esto y más son las riquezas de Cristo, para recibirlos hay que caminar en orden a su deseo en este mundo de prueba, hay quienes no se apartan en conquistar y mantenerse en ellos hasta el último suspiro de su existencia, son como el atleta que se esforzó al máximo para llegar a la meta, vive el logro y el triunfo, pero ha de prepararse a la siguiente competencia; en el cristiano que compitió toda su vida contra el mal en la tierra, su triunfo es pleno en la gloria eterna, ya no luchará ni competirá, gozara a Dios por toda una eternidad.

Atrayendo a la memoria lo expuesto, concluimos, Dios es infinitamente amoroso de las almas, Dios no es como el hombre orgulloso de su poder, de su mando, de su dinero, de sus abusos, de lo que roba; Dios es misericordia, bondad, mansedumbre, es el bien infinito y mucho mas que la mente humana no alcanza a vislumbrar, es importante que ese pérfido orgullo que todos llevamos en nuestro interior, que aflora cuando de quedar en alto sobre los demás se trata.

Se ha hecho este, por así decir redondeo de las riquezas de Cristo, para apreciar lo que de bien son las riquezas de tan gran Señor y Majestad, contra la indolencia del orgullo, que por su naturaleza es malsano y rechazado por Dios, por ello, Jesús da la relevancia a la curación del hidrópico, facilita el Señor la ocasión de denunciar la peor de nuestras miserias; el orgullo, del que tenemos que expulsar de nuestro interior, recurriendo a Él a que nos sane de este, sin dejar de lado nuestra actitud de dependencia total con respecto a Dios.
Jesús va a realizar la tercera curación en sábado, que los escribas y fariseos con los sacerdotes del templo, quieren condenar a Jesús, porque eso de guardar el sábado y no hacer nada era una superstición; …”Como Él hubiese ido a casa de un Jefe de los fariseos, un día sabático a comer, ellos lo acechaban”…Jesús fue invitado por uno de los principales fariseos a comer pan, -así se referían a sus banquetes- por su dignidad y prestigio, era hombre influyente.

Es de entender que la calidad “moral” del anfitrión se pudiera pensar seria una comida con el respeto y orden de las personalidades reunidas, pero no fue así, el Señor conoce de antemano la trampa que le han preparado, lo invitan según eso para rendirle honor, pero todos se constituyen en espías que vigilan a un enemigo al que así consideran.

Atados a su maldad y malicia no dejan de mirar al Señor en todo movimiento y palabra que comenta, son testigos de lo que puedan acusarlo si faltaba a sus ritos y observancias, mirando al Señor con mas meticulosidad que la ley misma de Dios.

Jesús dio su aceptación a sabiendas de lo que traman, pero vio provechosa la ocasión para adoctrinar a este nivel de dirigentes del sanedrín y reprender a los fariseos sus errores.

Jesús se hizo presente, pero lo curioso es que la invitación fue en sábado. …” Estaba allí, delante de Él un hombre Hidrópico”… La presencia de este hombre es a propósito, siendo difícil que haya venido por su propio pie, caminar en esas condiciones es muy doloroso y agotador, es de considerar que lo trajeron desde con tiempo y lo escondieron para que los invitados no lo vieran, conociendo la maldad de la gente del sanedrín, es de aceptar que los escribas y fariseos fueron los conspiradores.

Aleccionado de que Jesús lo iba a sanar, y ha escuchado de Él, no opuso resistencia en ser llevado ante Él, y le dirían;…Cuando llegue el Maestro y tome asiento, te pondrás al frente de Él... Así fue preparado, estando Jesús en la mesa al lado del fariseo, llega el hombre hidrópico con mucho esfuerzo, Jesús al instante ve el dolor en su persona, y el corazón del enfermo que le dice;…Señor ayúdame, todo lo espero de ti, me han traído a que me sanes, he escuchado de ti, y creo que eres el Hijo de Dios y todo lo puedes, sáname te lo pido…Jesús conmovido de lo que el corazón de este hidrópico ruega y los sufrimientos de sus dolencias y fatigas dijo;…” Tomando la palabra, Jesús preguntó a los doctores de la ley y a los fariseos: ¿Es lícito curar, en día sábado, o no?”…Jesús como decimos fue al grano, les esta diciendo;…ha esto me han traído, bien respondan… Su orgullo los perdió, pues a la pregunta del Señor quedan aturdidos, no saben que contestar; Si dicen que no es licito, Jesús podría haberlos llamado la atención por tanta critica que han hecho contra su Divinidad al acusarlo de curar a muchos en sábado; decir que no, era echarse la animadversión del pueblo.

Conocía Jesús, que la ley permitía cuando se estaba en peligro de perder la vida, aplicar lo que se tenía que hacer para salvarla.

Jesús, ha hecho una pregunta, pero estos se retraen y callan, el que calla otorga, muy disciplinados esperaron como lo habían tramado, saben bien que en esa pregunta, Jesús les hace ver su ceguedad y el odio que sin razón tiene contra Él, pues les ha dicho;…porque pregunto y todos sabiendo la respuesta, callan…Ellos escuchan para ver si en su palabra hay una mínima contradicción o equivocación para tener ocasión de condenarlo.

Jesús sana al hidrópico, apoyándose en la ley que permite salvar la vida curándolo en sábado;…” Mas ellos guardaron silencio.

Tomándolo entonces de la mano, lo sanó y lo despidió”…
…” Y les dijo: ¿Quién hay de vosotros, que viendo a su hijo o su buey caído en un pozo, no lo saque pronto de allí, aun en día sábado?”…Como no hay respuesta, el Señor fustiga su culpable silencio y absurda superstición, la fuerza lógica de Jesús no pudo ser refutada por sus enemigos.

La cerrazón de ellos no se detuvo, dejan todo para preparar una nueva trama contra el Señor. En este acto de caridad, veamos la misericordia de Jesús que recibimos todos los días, que sus antepasados no pudieron recibir, hoy nosotros la recibimos y valoramos como las riquezas de Cristo.
hefelira@yahoo.com

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion

Columnas Anteriores