Según el Instituto Karolinska, de Estocolmo, es un procedimiento para degradar y reciclar componentes celulares.
La palabra autofagia proviene del griego y significa "comerse a sí mismo"; el concepto nació en la década de los años 60, cuando los científicos observaron por primera vez que la célula podía destruir sus propios contenidos encerrándolos en una membrana y trasladándolos a un compartimento de "reciclaje" para su degradación.
Este proceso primero se observó en la levadura, y después se mostró que en nuestras células ocurría lo mismo.
Pero este proceso de las células no sólo precisa energía sino, que también ayuda a ahorrar, ya que el material que se descompone se utiliza para fabricar nuevos componentes celulares.
¿Para qué sirve?
La autofagia es fundamental para las células en los casos de proteínas desgastadas o mal construidas, que deben ser eliminadas de inmediato para evitar pérdida de funciones.
Asímismo, también sirve para desmontar y eliminar virus y bacterias intrusas. Además, la autofagia puede proporcionar rápidamente energía y contribuye a la regeneración de componentes celulares, siendo esencial para una respuesta celular a la inanición y otros tipos de estrés.
También hay indicios de que podría contribuir a enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el parkinson. Al parecer, en las células de las personas mayores el proceso de autofagia funciona peor.
Como consecuencia se eliminan menos desperdicios celulares y permanecen proteínas defectuosas que se integran en células jóvenes intactas.
Yoshinori Ohsumi, es el sexto Nobel de Medicina nacido en Japón, donde han nacido 23 galardonados con un Nobel.