0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
Leyenda verdadera

Hay bromas basadas en hechos reales.
domingo, 16 de octubre de 2016
Por: Karla González
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font

No hay escuela donde no existan leyendas de fantasmas que se aparecen en los sitios más recónditos de las casas de estudio. Almas en pena cuyas historias se van transformando con el paso de las generaciones, apariciones de almas adultas, otras veces de niños, ex cementerios entre otros fantasiosos relatos, pero no todas estas historias son el resultado de la imaginación de los alumnos, en Reynosa existe una escuela en particular cuya leyenda es real.

Tal es el caso de la primaria “Profesora Georgina Cantú Peña” ubicada en el centro de esta ciudad fronteriza, este recinto educativo fue en realidad un panteón municipal.

De acuerdo al antropólogo Martín Salinas Rivera, originalmente en Reynosa el panteón estaba ubicado en la iglesia, los cuerpos se depositaban en el atrio o en los alrededores de la misma, fue sino hasta que hubo una epidemia de cólera, cuando el gobernador del estado en ese momento, emitió un decreto en el que se prohibía enterrar a los difuntos en la iglesia.

De esta manera el cementerio fue trasladado a la calle Aldama, en el terreno de lo que ahora es la escuela “Profesora Georgina Cantú Peña”, el cual funcionó como camposanto desde 1833 hasta 1861.

La profesora jubilada Paula Cantú Hara, quien es nieta de la fundadora de dicha institución educativa en cuyo honor fue nombrada, comentó que ella fue alumna, maestra y subdirectora de esa misma escuela, de la cual guarda buenos y aterradores recuerdos.

“Hace algunos años atrás cuando la escuela aun no era de tiempo completo, me encontraba sola en el salón de clases alrededor de las 3 de la tarde, estaba revisando unos papeles en el escritorio, cuando claramente escuche la voz de una niña que me decía ´maestra, maestra´, al voltear la vista en dirección a la voz no había nadie, se me erizó la piel y salí corriendo hacia la dirección, nunca más volví a quedarme sola”- dijo.

En relación a los huesos humanos que el antropólogo Martín Salinas reconoció llegaron a brotar del piso de la escuela, comentó:

“Alrededor de 5 años atrás, cuando estaba de director el profesor Baldomero Leal, y yo como subdirectora, se decidió construir un foro frente al que originalmente ya existía, entonces se hicieron los preparativos y las excavaciones correspondientes, cierto sábado fui a ver como transcurría la obra y los albañiles estaban muy asustados ya que se encontraron huesos, calaveras y lo más terrorífico fue la aparición de un enorme ataúd negro de fierro, daba mucho miedo tan solo verlo, decidimos no abrirlo y dejarlo junto con los demás restos en el mismo lugar.

El foro se construyó sobre los restos óseos”.

Si bien es cierto que durante el día esta primaria está repleta de enseñanzas, risas y niños jugando por doquier, al cerrarse las puertas, solo los pasillos desiertos son testigos de lo que ahí sucede al caer la noche.

 

Comentarios

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion

Más Visto