REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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El Alimento que aviva la fe

…” Es el más pequeño de todos los granos, pero cuando ha, crecido es más grande que las legumbres y viene a ser un árbol; ”… (Mt 13, 32)
domingo, 13 de noviembre de 2016
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Es la palabra del padre la palabra de Jesús, que para nuestra ilustración nos ha la dejado escrita en los Santos Evangelios; la palabra de Dios por Jesús, es la enseñanza con que Nuestra Santa Madre Iglesia nos adoctrina; la palabra de Jesús, es la oración perfecta para la perfección del alma; la palabra de Jesús, es la continua Cátedra del amor del Padre por las almas, en ella está su piedad, compasión y clemencia, ternura y perdón; la palabra de Jesús, es el camino para obtener los bienes espirituales que brotan de su divina palabra, para rescatar y amparar los del alma; la palabra de Jesús invita ahondar en su infinita y permanente generosidad, su paternal comprensión, benevolencia y paciencia al pasar por este mundo, encontrar en su palabra el consuelo en las adversidades, la paz del alma que anima y estimula, QUE reaviva y conforta en las tribulaciones, pero lo más digno y solemne está en que la palabra de Jesús es el alimento que reaviva la fe.

La obra de Jesús en el mundo inicio, cuando el ángel Gabriel anuncia a María Virgen la Encarnación del Verbo, este respondiendo a la pregunta de María diciendo; … “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá; por eso el santo ser que nacerá será llamado Hijo de Dios” …Y cuando María dijo; …” He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” … La redención de la humanidad se inició en el mundo.

Al tiempo dispuesto, vino el nacimiento del Salvador y fueron los dolores propios del parto debido a la condición en que viaja María, instantes de sufrimiento, y conforme son estas tribulaciones se acerca el momento del parto, en todo ello padeciendo José al no encontrar un lugar donde pudiera reposar su esposa María, y fue hasta que guiado por el Espíritu Santo hallo una cueva fuera de Belén donde pudo descansar.

Pudiera pensar quien carece de fe; ¿Por qué tanta palabra, si Dios todo lo dispone, nada tiene que pedir, lo hace y ya? Las obras de Dios son fruto de su sabiduría eterna, que se perfecciona en el punto determinante de la redención, en el que todo queda claro a la luz de la verdad, y cimentada la razón para que Jesús, su Hijo Amado, realice la indulgente salvación de las almas.

María, después de que recibe del Espíritu Santo al niño Jesús en sus brazos, y un ángel del Señor se hace presente a los pastores; … “¡No temáis! Porque os anuncio una gran alegría que será para todo el pueblo; Hoy os ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo Señor” … Así inicia Jesús su peregrinación por el mundo, pasa treinta y tres años restringido a la voluntad de sus padres, pero llegado el momento en que bautizado por Juan el precursor del Señor en el rio Jordán, anuncia la presencia del Salvador en sus predicaciones; … “Pero viene Aquel que es más poderoso que yo, a quien yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias” … Recibe Jesús el bautizo con mucha gente, dice el evangelista; … “Estando éste (Jesús) orando, se abrió el cielo” … A los ahí reunidos les fue concedida la gracia de ver y escuchar; … “El Espíritu Santo descendió sobre Él, en figura corporal como una paloma, y una voz del cielo dijo: Tú eres mi Hijo, el Amado; en ti me recreo” … Vino luego el momento de ser tentado, el diablo, padre de la mentira, intenta como imponerse el mentiroso haciendo suyo el atributo frente a Él, tener el dominio para de lo que está reservado a Jesús, le ofrece gloria y poder que no es suyo, tenaz intenta excitar a la soberbia por lo que ofrece al Hijo de Dios poderes que no tiene, en los tres intentos fracasa el diablo y queda vencido.

Jesús antes de dar comienzo a su vida pública, después de mantenerse alejado del mundo, sirva para vislumbrar la obra que Jesús se dispone antes de dar desde el principio a la misión dispuesta por Dios su Padre, trasciende y se esparce a los siglos la semilla que aviva la fe en cada alma.

Jesús inicia su predicación solo, no solicito favores para tener un lugar donde predicar, no tuvo quien le ayudará a reunir gente, ni promotores de su enseñanza, ni publicidad, aparece Jesús en nuestra mente de pie en las plazas o a las afueras de la poblaciones impartiendo su Cátedra, a no dudar que al principio fue criticado y juzgado, pero la fuerza de sus palabra atrajo más gente, esos pocos sacudidos en su interior, dieron a conocer a muchos su doctrina, que atrajo más gente hasta reunir las multitudes que deseaban escucharlo, la acción del Señor fue repasar los corazones de cada persona, buscando a quien su palabra se ha constituido en alimento que aviva la fe, así fue como descubrió a los primeros discípulos en Galilea; … “Simón el llamado Pedro, Andrés su hermano cuando estaban echando la red en el mar” … A los que extiende la invitación cuando dijo; … “Venid en pos de Mí y os haré pescadores de hombres” …Deduciendo; la bola de nieve enviada al mundo desde las alturas, conforme avanza la palabra de Jesús, va creciendo, en efecto, así fue, por eso continua y continuará hasta el final de los tiempos, donde usted y yo somos consecuencia de su obra.
Jesús desde la primera predicación de su doctrina y mandamiento en el Sermón de la Montaña, enciende la luz interior de los corazones que viven en la oscuridad, fue despertarlos de un letargo artificioso impuesto en el pueblo para que este no viera su realidad ante Dios su Creador, al no existir en ellos los bienes espirituales acuña el estilo y forma del cristiano, es imitar al Señor por su fe y humildad, paciencia y obediencia, plasma en los corazones cómo será la conducta para alcanzar el reino de los cielos, cuando dijo;…”Bienaventurados los pobres de espíritu… los afligidos…los mansos…los que tienen hambre…los que tienen misericordia…los de corazón puro…los pacificadores…los perseguidos…para todos es el reino de los cielos”…Siendo las bienaventuranzas el detonante que hizo ver a las almas su doctrina de amor y misericordia, bondad y magnanimidad, por el que solo es luchar y mantener con orden del alma para con Dios.

La salvación del alma es semejante a la vida y obra de Cristo, inicia solo y termina con la obra que perdura hasta la eternidad; así el pecador, que lucha y no avanza, porque su fe es poca, tiene en favor la voluntad del Señor, que debe ir a buscar para obtenerla, sino la busca quedará como barco varado, pero al hacerlo y lograrlo dejara atrás su vida de perdición, y conforme más se esfuerce y venza los obstáculos que el diablo pone en todo momento para perdernos, el esfuerzo motivado por la gracia ganada por la frecuencia de sacramentos, la oración y todo acto de piedad y las obras de fe, esperanza y caridad, fortalecerán el alma y corazón por la espiritualidad, donde lo importante es crecer atesorando bienes para el cielo, ¿Y cuándo termina? Hasta que el alma es llamada a la presencia de Dios.

Pero muchas veces nos quedamos a la mitad del camino de tan valiosas decisiones, porque no se entiende o no se quiere entender; veamos como Jesús creo la forma de atraer al pueblo.

Y que este por si mismo desmenuce su enseñanza, los hizo pensar una y otra vez, hasta que por sí solos comprendían lo que de su palabra escucharon, y esto no es por decir en la gente del tiempo de Jesús, la oscuridad en las almas continua en este siglo XXI donde todo se estudia, menos el evangelio, menos las sagradas escrituras, menos los libros piadosos, menos y menos, pero los del mundo ¡Sí! Porque leer da dinero al poner en práctica lo que en él se dice, si eso mismo hiciéramos con la palabra de Dios en el Evangelio, nuestra formación espiritual seria el soporte para vivir en orden espiritual y temporal.


Lo que se ha considerado hasta ahora de la obra de Jesús a su paso por el mundo, está bellamente resumida de principio a fin en la parábola de la semilla de mostaza.

Dijo Jesús a la multitud; … “ Les propuso ésta otra parábola: El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo “… La parábola de la mostaza anuncia la propagación de la Iglesia, expresando un solo pensamiento.

El Evangelio ha perdurado a través de los siglos, a pesar de las persecuciones y los graves obstáculos e impedimentos. Cristo trajo al mundo la palabra de Dios, esta ha sido, es y siempre propagada por la Iglesia.

Ahora bien, repasando la obra de Jesús en el mundo, fue como como la semilla de la mostaza sembrada en tierra, así, en las almas generosas es recibida, aceptada y arraigada, transformada norma de vida la palabra de Cristo ha ejercido por la fe, que en las almas realiza el cambio en su existencia.


Continua Jesús con la parábola; “Es el más pequeño de todos los granos, para cuando ha crecido es más grande que las legumbres, y viene a ser un árbol, de modo que los pájaros del cielo llegan a anidar en sus ramas “… En efecto, es la doctrina de Cristo Nuestro Señor, los Santos Evangelios, nada hay en ella de apariencia, entendido como cosa de que sí es o no parece, tampoco es ni disimulo que guarde las apariencias, ni engaño; los Apóstoles, primeros propagadores de la doctrina de Jesús, toman la semilla que sembró su Maestro en su corazón y la hicieron fructificar, la van sembrando al evangelizar el mundo.

Dios toma a los hombres, la naturaleza y lo que existe en la tierra, como instrumentos al servicio de su obra, de donde escogió a los Apóstoles porque fueron quienes creyeron en su divinidad de Hijo de Dios y en su palabra, que Pedro reconoce cuando le dice;” Señor, Tú lo sabes todo.

Tú sabes que yo te quiero. Dijole Jesús: Apacienta mis ovejas” … Para Jesús, no fue requisito pertenecieran a una clase privilegiada o de nobleza, tampoco fue obstáculo carecieran de cultura, lo que fue trascendente en el Señor, ver en cada uno la virtud, para cuando llegase el momento de que la semilla por el sembrada en su corazón va a aflore vigorosa propagando, difundiendo y revelando los misterios de su doctrina, con tal fuerza fue realizado que se ha extendido a los siglos el conocimiento del reino de Dios, sin perder de vista la espiritual palabra de Cristo en los Santos Evangelios, reforzando la fe por la oración, frecuencia de sacramentos, la Santa Misa, obrando bien y evitando el mal.

El grano de mostaza es en sí una técnica, llamémoslo así, para conservar los bienes que de Dios se recibe, por ejemplo, un matrimonio que inicia su vida familiar, un estudiante que inicia sus estudios, el nacimiento de un hijo, la compra de una casa, una oficina nueva en todo ello es recomendable la bendición de Dios, que da con gozo estos bienes, nos enseña comenzar con humildad.

que la obra espiritual y temporal iniciada por Él ha perdurado a través de los siglos, ha enseñado Cristo, cuando antes de ascender a los cielos, bendijo el Señor a los Apóstoles y la obra que les ha encomendado;…” Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”… Bendición que fructifica la semilla en ellos guardada, así nosotros aprendiendo de Jesús, encomendemos nuestra fe, alma y cuerpo, actividades, familia y los bienes que se puedan dar al prójimo de palabra, obra y pensamiento que en su momento darán fruto.
San Juan Crisóstomo, interpretando la pequeñez del grano de mostaza dice; … “La predicación evangélica, y del establecimiento de la fe, que, de principios tan pequeños, y desde un rincón de la tierra se extendió por todo el mundo, y conquisto todos los imperios” … Ha trascendido a los siglos, continuará multiplicándose la siembra de la semilla en las almas que es la palabra de Jesús.

Las aves que se anidan en sus ramas y se alimentan de sus semillas, deducimos, donde las personas que acuden al árbol de la Iglesia reciben los bienes del alma.

Basta observar veinte y un siglos de la historia de Nuestra Santa Madre Iglesia, para comprender la razón de esta realidad que es el grano de mostaza sembrado por Cristo: apreciamos la fuerza que llevan al interior del alma las enseñanzas que Jesús, el Hijo de Dios dio a la humanidad de todos los tiempos.

Cada cristiano, desde su bautizo recibe la semilla, al conocerla la cuida como a pequeña plantita, regándola con cuidado, delicadeza y ternura para que vaya creciendo; así el cristiano, se le inculca en la doctrina, la oración, la Santa Misa, los sacramentos y se acerca con gozo a recibir en la Eucaristía el cuerpo de Cristo, quien dijo; … “El que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre en Mí permanece y Yo en él” …Ha hablado el Señor confirmando la promesa de la comunión Eucarística, dice San Jerónimo; …” Peligra quien se apresura a llegar a la mansión deseada sin el pan celestial” … Al tiempo el cristiano es confirmado en la fe, se le orienta a que fructifiqué su espiritualidad, se fortalezca su fe y se afirme en el camino de la vida de salvación, siempre estar atesorando bienes en el cielo, pero cuando el diablo perfora la espiritualidad y la fortaleza no está consolidada en los principios cultivados, la tentación se convierte en una cascara de plátano que al pisarla viene el resbalón y la caída será sin encontrar apoyo que amortigüe el golpe puede llevarlo al hospital, después de la caída ya no serán iguales, pero la caída espiritual puede eterna, sino se acerca el caído al Médico de las almas a recibir la curación del pecado y quedar como estaba antes de, o sea su alma limpia.

Dice San Jerónimo; …” La predicación del Evangelio es la menor de todas las enseñanzas, porque ni siquiera parece puede ser verdad lo que es fundamental en el Evangelio a saber; Un Dios hecho hombre, un Dios muerto.

Compárese esta doctrina con las aserciones (afirmación) de los filósofos y de sus libros, con el esplendor y elocuencia y la exquisitez de los discursos, y se verá cuánto menor que las demás semillas es la del Evangelio” …
Jesús clarifica como ha continuado y seguirá el crecimiento la obra, obedeciendo la voluntad de su Padre, para la salvación de las almas demostró en la parábola del grano de mostaza, y lo reafirma en la parábola de la levadura.

En amabas la fe va fundiéndose no solo en el ser de cada persona, también en la humanidad. La acción de la levadura en la harina, significa la malicia, que simboliza vicio y astucia, ahora bien, la levadura de los fariseos mataba el alma, Cristo manda a los suyos, cuidarse de esto, no era porque enseñaban la ley, sino en cuanto la viciaban con sus vanas tradiciones.

Dice San Juan Crisóstomo;” La levadura al ser mezclada con la harina, queda escondida, pero no destruida; por consiguiente, poco a poco demuestra su fuerza haciendo fermentar todo.

Así fue la predicación evangélica, de la que los Apóstoles fueron campeones” … De donde descubriremos para el alivio de nuestros males el alma y corazón que el alimento del alma, la palabra de Jesús, aviva la fe.
hefelira@yahoo.com

 

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