El empresario Luis Castillo Cervantes pasó de ser agricultor a empresario en obras de pavimentación. Tiene una casa en Texas con un valor aproximado de 10 millones de dólares.

MONTERREY, NL.- El Gobierno del priista Natividad González Parás le compró por 93 millones de pesos tres "dragones" a Luis Carlos Castillo Cervantes, pero éstos nunca salieron de las manos del empresario y no sólo eso, sino que la Administración estatal le siguió pagando por el bacheo.
Humberto Torres, Secretario de Infraestructura del Gobierno de Jaime Rodríguez, explicó que, tras comprar las unidades, la Administración de González Parás hizo un contrato con el llamado "Rey de los Dragones" para dejarle las máquinas de recarpeteo para que las usara en el trabajo de bacheo del Estado.
El empresario usaba las máquinas del Estado y como quiera le cobraba a éste por los trabajos de bacheo.
Todos los contratos fueron realizados por el Sistema Estatal de Caminos de Nuevo León.
El funcionario dijo que la Contraloría Estatal ya tiene abierto un expediente para investigar la legalidad de esta operación.

"Se hizo (con González Parás) un contrato de compra-venta que contempla la entrega del equipo al mismo vendedor para la utilización del equipo en el recarpeteo", dijo Torres.
"Es algo atípico (este contrato)", agregó, "y está en revisión si los beneficios recibidos por el Estado a través de ese esquema compensan los costos y las erogaciones que se hicieron".
No especificó cifras de cuánto se le pagó al empresario por el bacheo tras la venta de los dragones.
Sin embargo, en los sexenios de los priistas González Parás y Rodrigo Medina, Castillo -detenido en Estados Unidos bajo acusaciones de lavado de dinero- obtuvo contratos de recarpeteo a través de su empresa Impulsora Mexicana del Comercio y Construcción por al menos mil 143 millones de pesos.
Entre esos contratos, González Parás compró los tres dragones al empresario, pero, según Torres, Castillo aún tiene en sus manos dos de estas máquinas, con valor cada una de entre 2 y 3 millones de dólares.
El funcionario estatal señaló que desde los trabajos de transición del Gobierno de Rodrigo Medina al de Jaime Rodríguez se hizo una revisión de los contratos vigentes y se detectaron irregularidades en la renta y compra de estos equipos.

Al darse cuenta de que los dragones no estaban en poder del Gobierno del Estado, sino en manos de Castillo, señaló Torres, le requirieron el equipo, pero les entregó solo uno.

"Se hizo vía notificación extrajudicial en primera instancia y luego por vía jurídica la solicitud de retorno de estos equipos", expresó, "pero no los podíamos recibir porque estaban como chatarra y el contrato marcaba que el momento en que el Estado los requiriera debían ser retornados en óptimo estado.

"Nos entregó a principios de año uno de ellos (los dragones)", agregó, "y dimos un tiempo pertinente para que entregara los otros dos en el menos tiempo posible, pero como vimos que no era viable, procedimos a dar vista a la Contraloría.

"Es un contrato que está incumplido y con consecuencias de afectación al patrimonio del Estado", indicó el funcionario. "Es un patrimonio que hoy por hoy el Estado no lo tiene en custodia física (los dos dragones)".
Las dos máquinas para recarpeteo, que al menos hasta enero pasado se encontraban abandonadas en bodegas de la empresa Lucamax, propiedad de Castillo, en Santa Catarina, están descompuestas desde el 2013.
Torres señaló que los anteriores Gobiernos no tenían ningún mecanismo de control para asegurarse de que el equipo no era utilizado en otros trabajos de recarpeteo que no fueran los del Estado.

Pasa de agricultor a 'Rey de Dragones'

Mauro de la Fuente
Agencia Reforma
MATAMOROS, Tamaulipas 14-Nov .- Por generaciones, la familia Castillo se ha dedicado a la agricultura en Anáhuac, un poblado rural del municipio de Valle Hermoso, ubicado a unos 25 kilómetros de Matamoros.
Sin embargo, a mediados de la década de los 90, Luis Carlos Castillo Cervantes, que recién había emigrado a Estados Unidos, sorprendió al convertirse en un empresario de la construcción que realizaba obras de pavimentación y recarpeteo en Tamaulipas.
Reynosa y Matamoros fueron sus primeros clientes, pero después obtuvo contratos de obras con los gobiernos de Coahuila, Nuevo León,Tamaulipas y Zacatecas utilizando máquinas recicladoras de asfalto conocidas como "dragones".
Debido a su éxito, años más tarde recibió el mote de "Rey de los Dragones".
Durante el Gobierno de Tomás Yarrington, la empresa de Castillo Cervantes obtuvo contratos para realizar obras de pavimentación en todo Tamaulipas y también creó compañías en Nuevo León y Texas.
En enero de este año, Grupo Reforma publicó que entre 2013 y 2015, la SCT otorgó contratos por 2 mil 400 millones de pesos para mantenimiento de carreteras en 12 estados del país a cinco empresas que utilizaban el "dragón", cuyo representante exclusivo en México es la empresa Immex, propiedad de Castillo Cervantes.
Para la clase política del sur de Texas, Castillo Cervantes se convirtió en una amistad obligada, debido a su éxito en los negocios.
Su mansión ubicada en el 1500 Street Trinity y Stewart, del complejo residencial The Groves at Cimarron de la ciudad de Mission, deslumbra debido a sus dos mil 200 metros cuadrados de extensión, sin embargo, el terreno es 10 veces mayor.
El inmueble del "Rey de los Dragones" tiene un valor registrado en la ciudad de 2 millones 700 mil dólares, aunque expertos estiman que vale 10 millones de dólares.