Por: El Universal
Apenas Canadá derrotó a su archirrival Estados Unidos 3-2 por la medalla de oro en hockey sobre hielo masculino, los fanáticos invadieron las calles de Vancouver para celebrar.
Para muchos canadienses, era la medalla más importante. "Tal como lo vemos en Canadá, el que gana en hockey gana las Olimpiadas", dijo Dan Copeland, un bombero.
"Con todas las medallas olímpicas nos ha ido muy bien, pero esto es la fresa del postre". En Canadá, el hockey masculino es el evento principal de los juegos.
El país festeja los éxitos en patinaje, esquí, trineo y curling, pero la victoria en hockey da a esas medallas un lustre adicional. Ahora el presidente estadounidense Barack Obama le debe al primer ministro canadiense Stephen Harper un cajón de cerveza, el pago de una apuesta amistosa.
Canadá puede jactarse de haber derrotado a su vecino aunque éste se llevó 37 medallas en total, comparado con 26 del anfitrión.
En Vancouver, la gente ocupó los bares desde la mañana temprano para asegurarse de tener un asiento _y una cerveza_ para el partido. Muchos optaron por mirarlo en las pantallas gigantes instaladas en el centro de la ciudad.
Podrían haberlo visto en casa, pero querían compartir el momento. Cuando terminó el día y los juegos, se iniciaron los preparativos para la fiesta más grande que haya conocido la ciudad.
La calle Robson, centro de los festejos, estaba atestada. En la intersección con la calle Granville, la gente se aferraba a los postes de la luz.