El cardenal falleció a los 95 años y, según dijo Temer en una nota oficial, "fue un defensor de la libertad" que "siempre tuvo como norte la construcción de una sociedad más justa e igualitaria".
Arns, considerado una de las figuras más destacadas de la iglesia católica latinoamericana de la segunda mitad del Siglo XX, estaba ingresado en un hospital de Sao Paulo por una bronconeumonía que finalmente le llevó a la muerte.
Nombrado cardenal en 1973 por el papa Pablo VI, fue arzobispo de Sao Paulo desde 1970 hasta 1998, año en que se retiró por motivos de edad y fue sustituido al frente de la Archidiócesis paulista, una de las mayores de la Iglesia católica en el mundo, por el cardenal Claudio Hummes.
El cardenal Arns está considerado como una de las figuras de más peso de la Iglesia católica latinoamericana y figuró entre los "papables" que participaron en el cónclave de 1978, en el que fue elegido el papa Juan Pablo II.
Franciscano brasileño de origen alemán, fue además uno de los principales defensores de los derechos humanos durante la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985, período en que ayudó a muchos perseguidos de otros países.