Con sus acordes y su voz bien entonada, pone el ambiente en la calle peatonal Miguel Hidalgo, atestada de paseantes y compradores.
Ya jubilado, asegura que la cantada es más un hobby que un trabajo, aunque sí acepta las propinas de los transeúntes porque como dice, es un ingreso extra.
Jubilado por el IMSS, ahora se dedica a cantar en las plazas públicas, en los tianguis y en la Peatonal.
"A veces me va bien y a veces no tanto -dice; como quiera a mí lo que me gusta es cantar y me dejan cantar aquí, gracias a Dios.
Me divierto, me distraigo. Lo que la gente me guste dar, soy diabético y de aquí sale para la medicina".
Su repertorio incluye piezas tropicales de sonoras como la Santanera, la Matancera o la Dinamita.
Pero tiene también de King Clave, Leo Dan, El Pirulí y otros grandes intérpretes de la música en español.
Con sesenta y cinco años a cuestas, este artista callejero hace el show completo, ya que también baila al son de la música; pero no sólo toca en lugares públicos, sino que también está abierto a aceptar contratos.
"Me contratan en las casas, como ahora en esta Navidad, cuando me contrataron en tres casas.
Les gusta mi música porque esta no pasa de moda. Llegó para quedarse", comenta.
Don Luis tiene a su esposa, dos hijos y cuatro nietos.
Fue su esposa, precisamente, la que le regaló la primera bocina, hace algunos años y pronto vio que podía salirse a cantar, distraerse un poco y obtener algún dinero extra para sufragar sus propios gastos.
Ya por último, accede a tocar la canción "El año viejo", éxito de la Sonora Santanera, muy a propósito de la temporada que vivimos.