REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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¡SEÑOR SALVANOS!

..." Acercáronse y lo despertaron diciendo: ¡Señor, ¡Sálvanos, que nos perdemos!" ... (Mt. 7, 25)
domingo, 29 de enero de 2017
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Jesús lleva a sus discípulos orar a Getsemaní, reza el Evangelio; ..." Y se alejó de ellos a distancia como de un tiro de piedra "... Vuelve encontrándolos dormidos, y dijo; ..." Velad y orad, para que no entréis en tentación.

El espíritu (está pronto) más la carne, es débil" ... De donde creemos, todo ser humano creado por obra y gracia de Dios, viene al mundo a luchar por su salvación, es un hecho inevitable y obligatorio del que nadie está excluido o por sí mismo quiera negarlo, quien así lo considere, debiera recapacitar su error, y no dejar pasar más tiempo en las dudas que ha caído, empeñarse en reconocer su realidad, haciendo de lado la tormenta de su agobiado pensamiento y persistente desconfianza en Dios.

Muchos se resisten, negándose a cambiar la idea falsa que bulle en su mente aferrándose a esa postura, pero será la misericordia infinita de Dios en el momento crítico de su vida, la que va obrar para atraerlo a su redil, y reconocerá en Cristo e Hijo de Dios a su Salvador, por lo que podrá si es su voluntad reconciliar su alma, por lo que será bien para él, que Dios le conceda tiempo de vida para ser perseverante en palabra, obra y pensamiento.

La doctrina y mandamientos de Jesús responden las preguntas del incrédulo y timorato; ¿Qué viviré momentos de angustia? ¡Sí! ¿Qué será difícil perseverar? ¡Sí! ¿Qué caeré en pecado sino siembro en mí la fe de Cristo? ¡Sí! ¿Qué no podré sin fe resistir las tentaciones espinosas? ¡Sí! ¿Qué seré tentado e inducido por el diablo a pecar? ¡Sí! Esto y más vive y vivirá el ser humano desde al nacer hasta entregar su alma al Padre.

Así como en los negocios del mundo se repasan las ganancias y las perdidas, buscando la causa del éxito o el fracaso; así, con mayor ahínco debe el pecador repasar sus actos, porque su existencia eterna la tiene en juego, descubrir cómo fue cometiendo los desaciertos que no debería haber hecho, desde la primera vez, y que consiente continua los hechos donde cree encontrar lo que imagina es su "felicidad"; Jesús, Padre bondadoso dijo a los corazones; ..." Velad, pues, y no ceséis de rogar para que podáis escapar a todas estas cosas que han de suceder, y estar en pie delante del Hijo del Hombre" ...En efecto, el alma alejada de Nuestro Señor, es presa de mayores hechos que consiente los convierte en pecado.

Se hierra al momento, la voz de la conciencia llama y no es escuchada a pesar de que insiste a detenerse, alejarse del error, luchar para vencer la tentación diabólica que estimula y excita persuadiendo al pecado, donde el interior del alma entra en controversia: obro por mi bien o voy a donde no debo, estas disputas en el interior del alma flaquean la voluntad e inducen a no permanecer al lado de Cristo; al obrar mal, el diablo encausa con sutil sagacidad a la tentación, presenta sugestiva y atractiva la facilidad de disfrutarla al momento, su habla melosa se resbala por los sentidos hasta el corazón, sumiendo al pecador a su perdición, en el diablo, todo medio es licito para su propósito, por eso, induce al que le respondido.

La respuesta la da San Pablo; ... "Orad siempre "... Y dice San Agustín; ..." No significa estar todo el día rezando, sino mantenerse en la presencia y el amor de Aquel cuyo culto máximo es nuestra fe" ...Esto es, llevar la conducta deseada al bien del alma, vencer el acoso de las tentaciones, e ir con fe y humildad a Cristo Nuestro Señor, depositando la confianza en mantener Él, manteniendo la vida del cristiano católico.
Quede claro; quien piensa y obra por la tentación, finca su propia perdición.

La tentación toca la pasión, aparece como relámpago que no se detiene, hasta cimbrar el suelo y destruir con su descarga eléctrica, o se asemeja al volcán en erupción, cuando la lava o la ceniza fluye de las entrañas de la tierra, nada hay que pueda detener su acción destructora; esto no es exageración, es la realidad conocida, lo ha vivido y vive el pecador cuando obra contra el bien, ya que la malicia se apodera de su persona, desequilibra el orden espiritual y moral de su alma, cayendo como un castillo de naipes, ya que la fe no tenía raíces en su corazón; por eso la pregunta; ¿Cuántas veces se ha aceptado la tentación? La respuesta es para sí mismo, cada quien conoce su realidad, pro la misericordia de Dios ayuda a recapacitar el haber tolerado y haber hecho de la tentación, una grave ofensa al Señor que no debiera haberse hecho por el bien del alma, que se ha vuelo más veces, el resultado es que cada ocasión el grillete oprime, hasta maniatar alma y cuerpo del caído, pero cuando la fe toca la conciencia, del pecador reflexiona;...Estoy convencido que por mi conducta vivo amarrado a los pecados que me han convertido en esclavo de mis propias caídas... Rechazar la vida desordenada no es cosa fácil; veámonos la gaviota cazadora de peces, que sumergida en el mar, se engolosina por obtener el pez que es su alimento, persigue su presa dentro del mar, su acción es tomar y salir al aire, perdiendo noción del lugar adonde su presa la llevo, sale a la superficie, y se encuentra de pronto un mar embravecido por la tempestad, tiene que nadar con esfuerzo en medio del huracán, no puede tomar posición para volar contra la fuerza del viento, lucha por encontrar un lugar seguro, su instinto de conservación le hace ver, si vuela en sentido contrario puede perder la estabilidad y ser llevada por los fuertes vientos al vacío y perder su existencia; quien ve la gaviota volar, da la sensación que no avanza suspendida en el aire, la realidad es que está luchando por ir adelante, trata de dominar la fuerza del aire, y evitar la ráfaga que la arroje contra el mar, conserva estable su cuerpo y extendidas sus alas, planea, se eleva, luego baja, busca la corriente de aire que la empuje a salir de la tempestad.

El esfuerzo tenaz de la gaviota le mantiene alerta, no se empeña avanzar con rapidez, lo hace lenta y segura, está luchando por su vida, arrepentida de haberse metido en este peligro; pues bien, de esta misma forma y manera piensa y obra el cristiano católico que vive las tormentas de la vida, causadas por su propia culpa; así como la gaviota cazadora; así, por el pecado, el demonio hace del alma su dominio, al menos así lo cree cuando ve al pecador que lo tiene envuelto, pero recordemos, el alma está diseñada por Dios a ser buena, llegará el momento en que de tanto latrocinio se siente mal, la realidad es que sí, el diablo lo tiene hundido en un mar borrascoso y huracanado, ha hecho que pierda todo bien espiritual, solo el Señor tenderá su divina mano.

Cuando el arrepentimiento es limpio y sincero, el pecador vive en Cristo la fe y el deseo de reconciliarse a Él, es cuando se lucha más para superar los obstáculos en que se ha perdido, solo rogando con persistencia a Dios, ayudará encontrar los medios que revitalicen su alma para obtener la gracia de conservar el don de Dios que eleva el alma, y así como la gaviota desea el tiempo sereno del mar, el alma perturbada desea la bonanza, y la serenidad interior que obtendrá por la oración, frecuencia de sacramentos, asistencia a la Santa Misa, obras de piedad y caridad, haciendo suyos los medios que nuestra Santa Madre Iglesia entrega para recobrar y afianzar la fuerza espiritual del alma, ganando por méritos propios, el deseado lugar al lado de Jesús, es cuando habrá encontrado el camino de la serenidad interior por la fe; ¡Señor sálvame! Dijo el Señor; ..." Las lluvias cayeron, los torrentes vinieron, los vientos soplaron, se arrojaron contra aquella casa, pero ella no cayó, porque estaba fundada sobre la roca" ...Cristo Nuestro Señor es esta roca, nos enseña, que el hombre es poseedor de virtudes, cualidades y habilidades, unidas a su inteligencia, podrá dar curso de salvación a su alma al acudir a Él, quien lo ha dotado de ellas, pero si elude ir a Él, dando preferencia en utilizarlas para enaltecer su vanidad, sabe que apartado del Señor podrá saciar el "yo" de sus éxitos, por eso se aleja de Él, quien espera paciente a que finque tesoros en el cielo; aquel que cumple con humildad su doctrina y mandamientos llevando a Jesús al centro de su vida, sobre Él girar su actos y obras, lo que el demonio realice por apartarle será inútil, puesto que su fe y confianza en Jesús a encontrado el cimiento de la fuerza espiritual para atesorar bienes en el cielo, el alma estará como dijo Jesús;..."Fundada sobre la roca"...
El pasaje del Evangelio describe a Jesús calmando la tempestad, de donde imparte la Cátedra sobre la necesidad de tener en Él una fe firme.

Ilustra el evangelista; ..." Cuando subió después a la barca, sus discípulos lo acompañaron" ...Jesús predica al pueblo congregado en la playa desde la barca de Pedro, al ausentarse la multitud pasa a tierra y explica a sus discípulos el significado de las parábolas, luego viene una nueva avalancha de gente, y aborda la barca con sus discípulos, a los que distingue ir a su lado.

Avanza la barca, atraviesa el lago, van al otro extremo acompañados por otras barcas, así serán testigos del prodigio a realizar, por el momento están animados y confortados en el Señor en la barca de Pedro, y los de las demás; ..." Y de pronto el mar se puso muy agitado, al punto que las olas llegaban a cubrir la barca; Él, en tanto, dormía" ...A Jesús le han cedido el lugar principal de la barca, al avanzar el sueño lo vence y duerme.

Jesús como Dios no duerme, como hombre se muestra descansando, pero tiene una razón, porque nada en Dios es improvisado. Orígenes da luz para mejor comprensión; ..." No se produjo esta tempestad por si sola, sino que la suscito el poder de Dios, que saca los vientos de sus tesoros" ...La omnipotencia de Dios, obra la tempestad, con ello enseña a sus discípulos y a la cristiandad de todos los siglos; Él es quien mueve los elementos de la naturaleza, son instrumentos a su servicio, obedecen a su sola voluntad, mostrando su generosidad.

Valoremos: en las encrucijadas de la vida, padecemos, sufrimos, lloramos y más serán las amarguras, pero la fe hace obrar sin desesperarse; cierto, la mano del Señor aprieta, pero nunca ahoga, así como hay grandes males vendrán grandes remedios que hoy carecemos y no vislumbramos.
Ante la inesperada tempestad, la reacción de los discípulos es inmediata, como buenos pescadores, luchan contra el mar agitado, manejan los medios de la barca para sacarla de la tormenta; de la misma forma sucede en la humanidad de hoy, al presentarse el pecado, sorprende el deseo que la envuelve, las consecuencias; ...A grandes males, grandes remedios... ¿Y porque dormía el Señor? La acertada enseñanza de San Juan Crisóstomo dice; ..." Durmiose Jesús, para dar lugar a que sus discípulos concibiesen el terror.

Porque si hubiese estallado la tempestad estando despierto, no hubiesen temido, o no hubiesen orado, o quizá no hubiesen creído que pudiese obrar tal prodigio" ...Las pruebas del Señor están a la orden del día.

Cuando Dios se aleja, el alma experimenta la soledad espiritual, Dios pone a prueba nuestra fidelidad, y espera si aprobamos o reprobamos, así vivirá nuestra alma la profunda miseria de tantas caídas al pecado, pero también muestra su poder sobre las almas la divisa;..."Sin Jesús nada somos"...Es comprender, no podemos estar sin Él, sin él nada lograremos, por eso, ante la tentación es estar en vela hasta la venida de Jesús, quien recuperará el alma que es suya, Jesús escucha la angustia despierta y auxilia el alma que vive su pena y dolor.
Continua el evangelista; ..." Acercáronse y lo despertaron diciendo: ¡Señor! ¡Sálvanos, que nos perdemos!" ...Los discípulos, asustados por el furor de la tormenta, impotentes de no poder hacer nada, siendo pescadores avezados lo entendían, pero en esta ocasión comprenden que se hundirían, por el pavor de la agitación tempestuosa, no valoraron que venia con ellos el bien único, la verdad eterna, el Hijo de Dios que se había proclamado en ellos, lo olvidaron, era más el miedo que los agobia, cuando en realidad nada pasaría, pues teniendo con ellos a Jesús nada sucederá, entendamos, que ante las circunstancias en que hemos llevado nuestra vida, a veces caemos en las crisis que se veían lejanas, y estas al llegar nos toman por sorpresa sin encontrar la salida, la presión oprime y desgasta, porque metidos en la aflicción, recordamos todo, menos a Jesús quien espera ser llamado para conceder su ayuda, esto quiere decir, en los discípulos su fe era poca pero en nosotros es nula, por eso no pensamos en Él y menos lo apreciamos, sobre todo cuando en las crisis de la vida no hayamos solución, por eso siguiendo el ejemplo de los discípulos, que en ellos el miedo de hundirse estando el Señor, angustiados lo buscan cuando dormía, es porque están convencidos de que Él puede salvarlos, sin esperar a mas rogaron de corazón, pronuncian la oración que tantas almas de santidad y justas, como del fiel cristiano católico en sus tribulaciones han elevado a Jesús;..."¡Señor sálvanos!"...Sencilla, breve, embargada de humildad y confianza la oración de los discípulos añaden la súplica;..." ¡Que nos perdemos!"...Sin Jesús nada podrán hacer, solo Él rescata a la vida eterna.
Sacudidos por los vaivenes de las olas Jesús escucho su pedimento, y la mansedumbre de hacerles ver su poca fe cuando dijo; ..." ¿Por qué tenéis miedo, desconfiados? Entonces se levantó e increpó a los vientos y al mar, y se hizo una gran calma" ...Y vino la ansiada serenidad a la voz de Jesús escuchada por los discípulos y los que van en las otras barcas, lo vieron dominar los vientos y al mar, deteniendo la tempestad y todo quedo en calma como si nada hubiera sucedido, con ello, nuestra inteligencia nos lleva a la comprensión de acudir siempre a la misericordia de Jesús, que obra con autoridad y avasalla la naturaleza como Dios que es.

El reclamo de Jesús para sus discípulos y la posteridad de los siglos es real en estos tiempos de incredulidad, cuando dice; ..." ¿Por qué estáis temerosos (hombres) de poca fe?" ...Su palabra sobrepasa la incredulidad humana al separarse del Señor, su palabra está diciendo; ... ¡Hijo mío! ¿Por qué estas apartado de Mí? ¿Por qué no reaccionas que como vives te perderás? ¿Por qué apagas tu corazón, cuando mi amor por ti te ilumina en las adversidades en que has caído? ¿Por qué estáis temerosos hombres de poca fe?... Tranquiliza el corazón de los discípulos porque entendieron su reclamo.

El cristiano católico acepta como sus discípulos, que, siendo Dios, Jesús tiene el poder de sacudir nuestras vidas, mostrar el camino, dar los medios para corregir nuestras míseras caídas y tribulaciones hasta que, por el arrepentimiento y la súplica obra Jesús, detenga la tormenta de la vida, entonces será la paz, concordia y bonanza.

Es difícil, pero hacerlo tiene un principio, porque toda pena tiene un fin; ..." Y los hombres se maravillaron y decían: ¿Quién es Éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?" ...La fuerza de la tempestad, son las tribulaciones del ser humano, lo vemos en el prójimo, y lo apreciamos en el entendimiento, la benevolencia del Señor es a nuestro favor y diremos a Jesús; ..." ¡Señor sálvanos!"
hefelira@yahoo.com

 

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