La sequía aboca a 3 millones de somalíes a una crisis previa a la hambruna

Nairobi, 2 feb (EFE).- Cerca de 3 millones de somalíes estarán en situación de emergencia alimentaria en junio de 2017 y a un paso de la hambruna, debido a la intensa sequía registrada en los últimos meses en ese país del Cuerno de África, advirtió hoy la ONU.
El coordinador humanitario de Naciones Unidas en Somalia, Peter de Clercq, aseguró que, a no ser que se incremente la ayuda humanitaria "de forma urgente y masiva" en las próximas semanas, la hambruna podría llegar a ser pronto una realidad en algunas de la zonas más afectadas por la sequía en Somalia".
El país está al borde de sufrir una intensa sequía tras dos temporadas consecutivas de lluvias escasas, según datos hechos públicos hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En las zonas más afectadas, la escasez de precipitaciones y la falta de agua han arrasado las cosechas y han terminado con el ganado, lo que ha obligado a las familias a vender sus bienes y pedir dinero prestado para sobrevivir.
"Es el momento de actuar para prevenir otra hambruna en Somalia", alertó De Clercq, quien teme que, si no mejora la respuesta a la sequía, se perderá ganado, morirá gente y se verá afectado el frágil proceso de reconstrucción del país, cuyo Parlamento designará a su nuevo presidente el próximo día 8.
Según la Unidad de Seguridad Alimentaria y Análisis de Nutrición para Somalia (FSNAU), que depende de la FAO, y la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS Net), el número de personas que necesitan ayuda alimentaria ha pasado de los 5 millones del pasado septiembre a 6,2 millones en la actualidad, más de la mitad de los habitantes del país.
De ellos, cerca de 3 millones se encontrarán en situación de crisis y emergencia alimentaria, a un paso de la hambruna, a mitad de este año, más del doble que en los últimos seis meses.
Los niños serán uno de los colectivos más perjudicados, pues 363.000 se encuentran ya en estado de malnutrición aguda y 71.000 corren riesgo de morir.
La situación de prehambruna se suma al abanico de dificultades que padece Somalia por su prolongado conflicto, la falta de sistemas sanitarios y el estallido de epidemias.
Los efectos de la sequía están afectando fundamentalmente a zonas rurales como la de Bay, en Puntlandia, en el norte del país.
Mientras los salarios caen, el precio de los alimentos aumenta, la comida escasea, las muertes de ganado se han incrementado y también las tasas de malnutrición.
"Todo apunta a que estamos entrando en una fase que podría llevar a una catástrofe", subrayó el representante de la FAO en Somalia, Richard Trenchard.
Somalia registró una de las peores hambrunas de su historia en 2011, que afectó a cuatro millones de personas y provocó la muerte de 250.000 personas.