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Lo que debes saber de la lluvia dorada

Yo no sé si sea cierto o no, pero medios estadounidenses reportan que su Presidente electo, Donald Trump, tiene algo por “la lluvia dorada”
miércoles, 8 de febrero de 2017
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(EL UNIVERSAL).- Medios estadounidenses reportan que su Presidente electo, Donald Trump, tiene algo por “la lluvia dorada”.

Ya son cuestiones personales, pero en luz de la atención que esta práctica ha recibido estos últimos días, hay que aclarar que no es una mala práctica, tal vez se le ha juzgado como algo asqueroso o uno de los fetiches más peligrosos, pero hay más detrás de este fetiche que incluye orina.

¿Por qué una persona estaría interesada en esto? Pues resulta que la forma en que la gente llega a conocer sus interés por ciertos fetiches es todo un misterio.
Como parte de la familia del BDSM, uno de los atractivos de la lluvia dorada es el poder de la dinámica.

En una vida donde vivimos bajo los estándares de la vida social, vivimos bajo muchas limitantes. Es por eso que a la gente le encanta el role play, para poder vivir una vida fuera de la que vivimos, y lo mismo sucede con la lluvia dorada: la gente quiere sentirse libre de hacer lo que sea.

Otras personas recibirán placer del hecho de humillar o degradar a su pareja, y es que la persona que es orinada le gusta ser dominada y controlada, y a veces también le gustará el sabor y la calidez de la orina.

Para otros, simplemente se siente bien; puede ser un arte meramente sexual, se sentirá bien liberarse de esa forma.

Y es que, como todos, la sensación de orinar puede llegar a ser MUY placentera y, por eso, se potencializa su sexualización.
Sin embargo, traer un poco de orina a las actividades nocturnas puede ser más complicado que otros fetiches.

Aún así, la mayoría de la gente recurre a esta práctica sin realmente pensarlo más.
La gente que está en ello a veces dice que su pareja la orina en la ducha, un tabú que, para muchos, puede ser increíblemente erótico.

De esta forma también es un poco más higiénico.
Y aunque sea una práctica inusual y grotesca para muchos, propongo cautela a la hora de estigmatizar este tipo de fetiches.

Degradar o humillar a la gente por sus conductas privadas y consensuales definitivamente no es la forma de expresar su desagrado.

 

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