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Sacará a Chávez Junior del confort

La meta de Ignacio Beristáin es que Julito realice trabajo disciplinado
sábado, 18 de febrero de 2017
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CIUDAD DE MÉXICO, febrero 18 (EL UNIVERSAL).- A 3 mil 200 metros de altura. Apartado de las tentaciones nocturnas. Respirando la esencia de campeones mundiales, Julio César Chávez Jr. realizará un mes de preparación en el Centro Ceremonial Otomí.

Antes, el pugilista sinaloense arribará a la Ciudad de México para comenzar la gira promocional el próximo lunes en las instalaciones de Televisión Azteca.
Tras desempacar del tour de medios que incluye visitas la próxima semana a tres ciudades de Estados Unidos: Nueva York, Houston y Los Ángeles, Chávez Jr. arribará el 1 o 2 de marzo a Temoaya, Estado de México, para para enclaustrarse durante 30 días.

En el mismo sitio donde su padre forjó la disciplina y coraje que lo llevaron a ser tres veces monarca en diferentes categorías, el Junior tratará de encontrarse con su espíritu de antaño y lograr la preparación que lo respalde para el pleito del 6 de mayo contra Saúl “Canelo” Álvarez.
Al terminar el mes en la montaña mexiquense, el ex campeón mediano del CMB se dirigirá a su natal Culiacán para delinear la estrategia por otro mes y trasladarse a Las Vegas, sede de la velada que protagonizarán los dos mexicanos más mediáticos de la actualidad en el boxeo.

A pesar de que su entrenador, Ignacio Beristáin, cree que el Centro Ceremonial Otomí no es un sitio confortable y llegará a ser incómodo para Chávez Carrasco, confía en que el peleador de 31 años se disciplinará durante el mes de trabajo en la altura de Temoaya.

“El 1 o 2 de marzo llegamos al Otomí. Yo regreso de Inglaterra el domingo 26 de febrero y esperaría un par de días para irme con Julio [Chávez Jr]”, declaró el experimentado entrenador.
Beristáin reconoce que no ha estado más de 10 días en el Otomí en toda su carrera, por lo que le pedirá al Jr. que rente una casa o departamento en Toluca, para hacer más cómoda la estancia.

“Yo nunca he estado de lleno ahí [Otomí]. Hace 10 años pasé algunos días con Guty Estrada hijo, pero ahora tengo que estar con Julio”, apuntó don Nacho.

En el mes que estarán en la montaña y los otros 30 días en Culiacán, Beristáin espera que su nuevo pupilo se encuentre a sí mismo y respete al boxeo, pues el deporte no premia sin sacrificio.

“Yo quiero que Julio encuentre su vocación. El boxeo no regala nada a nadie. Él es un buen peleador y tiene que dejar la dolce vita [dulce vida], a un lado.

Es muy joven todavía [31 años], y cuando se retire puede ir a divertirse todo lo que quiera”.
Con la oportunidad que le dio “Canelo” y el pasado de Chávez Junior, para Beristáin el “Hijo de la Leyenda” tiene mucho más que ganar que perder.

Pero quiere quitar ese pensamiento, pues le parece conformista. “Vamos a tratar de erradicar el que Julio piense que tiene mucho más que ganar que perder.

Su carrera aún no está terminada. Hay que trabajar con la mentalidad y la ilusión de que va ganar”.
Para que la leyenda siga en pie, don Nacho dejará de lado los entrenamientos nocturnos que acostumbró “El Hijo de la leyenda”, en varias de las preparaciones que realizó.

Beristáin confía en que Julio no tenga problemas con el peso y descartó que la pelea pactada con el tapatío en 164.5 libras sea debilitante para su nuevo alumno.
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(NOTA RELATIVA)

Julio celebra el cumpleaños 31

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Osvaldo Anaya

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 18 (EL UNIVERSAL).- Chávez Junior, 31 años ¿y viene lo mejor? Este día cumple 31 años Julio César Chávez Carrasco, boxeador de innegable talento, pero al que le falta una batalla épica para consagrarse, misma que se podría dar este 6 de mayo en Las Vegas, ante Saúl “Canelo” Álvarez.
Nacido en Culiacán, Sinaloa, a Julio, junto con su hermano Omar, le tocó en la infancia la época de bonanza de su padre, conocido como el “gran campeón mexicano”, pero también su etapa oscura de adicción a las drogas.
Con reminiscencias del estilo de su progenitor, aunque no su hambre de triunfo y disciplina, el Junior comenzó su carrera en los encordados el 26 de septiembre de 2003 ante Jonathan Hernández, a quien derrotó por decisión unánime en Culiacán.
Uno de sus combates más relevantes, hasta el momento, es el que sostuvo ante el alemán Sebastian Zbik el 4 de junio de 2011, pues se convirtió en el primer campeón mundial de peso medio (CMB) en la historia de México.
Su primera derrota se la propinó el argentino Sergio “Maravilla” Martínez, el 15 de septiembre de 2012 en Las Vegas, contienda por demás emotiva, pues en el último episodio estuvo a punto de ganar por nocaut, pero su rival se levantó de la lona para salir airoso por decisión unánime.
A esta edad, 31 años, su padre estaba en la cúspide de su carrera, con victorias sobre Meldrick Taylor, Héctor Camacho y Greg Haugen, aunque estaba cerca de la primera mancha en su historial, un empate ante Pernell Whitaker.
La madurez parece llegar al “Hijo de la Leyenda”, quien comprometido en su próximo combate, se alejará de las comodidades a las que está acostumbrado y también de excesos que lo llevaron a mostrarse en malas condiciones físicas.

El Universal /

 

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