Elementos de la policía bancaria e industrial entraron al recinto y marcharon con solemnidad, hasta el pie del altar, en donde aguardaban el cardenal Rivera Carrera, y canónigos de la Catedral, después se entonó el Himno Nacional y finalmente la escolta y banda de guerra abandonaron la catedral.
Durante la misa encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, se elevó una oración, “por quienes negando el amor de Dios han abusado o maltratado a niños y niñas arrebatándoles la inocencia en muy diversas y abochornantes formas, para que arrepentidos de sus pecados puedan encontrar paz en sus corazones y las víctimas encuentren en cada uno de nosotros el respaldo y apoyo necesario para rehacer sus vidas”.
También se pidió por los miembros del Ejército para que no olviden cuál es su deber y cumplan con él. “Por los generales, jefes, oficiales y tropas del Ejército mexicano y por quienes lo comandan para que recordando su origen genuinamente popular reafirmen su vocación de paz y auxilio a la sociedad sirviendo al país con honor y lealtad”.
En su mensaje, el cardenal Rivera Carrera hizo un llamado a los feligreses para no vivir intranquilos por cuestiones como los alimentos o el vestido porque la intranquilidad es la que impide obrar como es debido.
“Ustedes son testigos de cómo se paraliza toda una sociedad por falta de confianza", señaló.