REFLEXIÓN DOMINICAL
Antonio Fernández
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Jesús va ilustrarnos sobre el cambio profundo que establecerá en el mundo. La tentación que Jesús vivió y venció del maligno perverso, es la misma que nos rodea, por eso, es saber que existe para identificarla, dominarla y vencerla, a lo que el incrédulo dirá, … Bonitas palabras, que fácil decir vencerlas, son expresiones retoricas, la realidad es que nadie las lleva, ni las logra, son palabras vanas que dicen mucho, pero en los hechos son nada, siendo realistas, los atractivos del mundo están para acoplarse al deseo toda persona … A quien piensa así, se le responde; en efecto, eso que dice y piensa es real, no se niega, pero porque le falto más que decir de la tentación a la que todos estamos sujetos, la tentación presenta con engaño los deleites que ofrece, que estos llevan al pensamiento la inquietud de lo que se induce, hasta caer en el goce mundano, lo que no se aprecia en la tentación, es que está es la prueba de fidelidad que Dios permite para demostrarle nuestra lealtad haciendo el bien y evitando el mal, así quien teniendo fe en Dios desea ganar la vida eterna, la ganará enfrentándose en la lucha de la vida diaria.
Surge la pregunta al pecador; … ¿Qué buscas en la vida lujuriosa y deshonesta del mundo, y no te acercas a Jesús en la Cruz a pedir perdón y te ayude a ser suyo, dejando de lado lo que sabes te causa mal? Conoces que tu falta de fe en Cristo es la acervada incredulidad y soberbia diabólica en que te mantiene el demonio atado a su voluntad, evita que no pase por tu mente el más ligero destello de arrepentimiento, humildad, amor a Dios y al prójimo, arroja de tu corazón las suplicas que pides a Jesús, pero cuando se deja la vida pecadora, y se expulsa al príncipe del mal, es el esfuerzo de Jesús que debe ser el nuestro, ¿Por qué no hacerlo? Nuestras fuerzas a vencer la tentación son las suyas, ¿Por qué las despreciamos? El triunfo y la victoria de Cristo, es nuestro ¿Y lo hacemos de lado? Es el desprecio humano a la obra de Dios su creador y al prójimo que pide su mandamiento amarlo como a Él.
El problema de la tentación no es tenerla, es no dominarla, es tolerarla y no rechazarla en el acto.
Cuando esta entra en la cabeza no se razona, cuando se presenta en el corazón, se caerá en el error, el temperamento se enciende y no se ve más allá de la nada, por lo que es fácil inducir a la tentación, y por eso tenemos un ejemplo; una madre le pide al hijo casado no tener relaciones con una mujer, esté hace como que escucha, pero continua, más la madre le dice, si tu continuas con esa mujer, tendrás un hijo y quedarás atado, desbaratarás tu matrimonio, el hijo no escucho la advertencia de la madre y todo sucedió como ella le dijo.
Es que acalorado por la tentación no pensó ni discurrió lo que al futuro venia y sucedió lo que no debió ser. El fiel cristiano que vive en gracia del Señor, posee el medio para fortalecerse contra las tentaciones, quien se deja amarrar por ellas, obra consiente aceptando la mala pasión.
Es necesario vislumbrar y entender, la tentación viene antes que se convierta en pecado el desliz de la maldad, al consentirse, se es consciente de la tentación que se consume.
Por ello, para bien nuestro, una cosa es tener en mente la tentación, que se puede rechazar al momento, otra es hacerla pecado, a consecuencia de admitir la tentación que paso de pensamiento, a palabra y obra que omite el mandamiento de Jesús; … “Amarás a Dios por sobre todas las cosas”… Dios concede los medios para contener la tentación en todo momento que el tentador la presenta a cada paso de la vida.
El tiempo de Cuaresma es apropiado para un alto a reconsiderar los actos de la vida para con el Señor, y sino por la oración y el ayuno vencer la tentación, al repasar los tropiezos causados por tentaciones toleradas, malas intenciones e inclinaciones que se suscitan en todas las horas del día, convertidas en actos contrarios a la voluntad de Jesús, por eso el tiempo de cuaresma es propicio a recapacitar quien se dejó arrastrar hasta caer, no en el suelo, sino en el lodo de la mediocridad, manchando una y otra vez el alma y por mas que se quiera limpiar para que el hecho pase desapercibido, el olor acedado y agrio del lodo, muestra la contaminación del alma y el cuerpo, que se limpiará con el agua que ofrece Jesús cuando dice;… “Mas quien beba el agua que Yo le daré, no tendrá sed nunca, sino que el agua que yo le daré se hará en él fuente de vida que nace para la vida eterna”…
La oportunidad que el Señor nos concede por obra de su infinita misericordia está siempre latente, espera que el alma profundice en si misma su realidad, muchas veces la persona tentada por el demonio, la entretiene en frivolidades y vanidades, pero la va rodeando a que abandone su intención de limpiar el interior del alma para un después que nunca llegará; es bueno tener presente que esa limpieza causa molestia al tentador y en el pecador sobresaltos y tensiones de una conducta agresiva para no llegar el instante de repasar su vida, muchos que se dicen valientes y osados, al llegar al punto de revisar la conciencia, se acobardan con solo recordar por encimita lo último que han cometido, eso le hace sentirse asediado y temeroso, rehúye que su conciencia le haga ver la maldad de sus ofensas, es consciente que por ese mal vivir está contra el mandamiento del Señor.
El pecador que se dispone a dejar de lado los males que lo agobian, y toma la decisión de enfrentarlos hasta vencerlos, trata de modificar su vida, no puede cantar victoria, porque esas tentaciones volverán al no tener arraigada en su alma la gracia de la fuerza espiritual concedida por Dios; hay quien busca pretextos inexistentes y cae en la evidencia, justificando lo injustificable en los asuntos espirituales.
Qué puede ser más importante: ¿Vencer la tentación, o poner orden espiritual en su alma? Diciéndose querer vencer, ¿Permanece en el camino perdido? Es necesario decidirse; ¡Sí o No! Porque nada hay más primordial que dominar la tentación, con la ayuda del Señor, el pecador advierte, que, de no hacerlo, no podrá salvarse, mientras esto no sucede, a todos lados que va le sigue ese temor, convertido en un peso que oprime su pecho lo hunde en arenas movedizas.
La solución del pecador esta en actuar, abandonar la vida que vive y entender, no será solo desearlo o decir tener voluntad, sino el entrar en batalla contra quien le hace pecar, vendrán sobre el pecador toda clase de presiones, criticas inimaginables, amenazas, actitudes hipócritas, lagrimas e insultos, sugestiones y falsas promesas, pero está en la batalla decisiva de su salvación, si en verdad quiere ganar la guerra, es entender que el demonio utiliza todas las armas, las mas inverosímiles e inimaginables perversidades, su maldad no tiene limite, de donde deduce el pecador, que para superar mi situación es acudir a Cristo en la Cruz, aprender de su palabra y obra, pero aun así el pecado no se va, se esconde, se aferra y arraiga como la raíz de la cizaña, el diablo espera volver a la carga con mas incitaciones, de ello Jesús nos enseña cuando dice;…”Entonces se va a tomar consigo otros siete espíritus aun mas malos que él mismo; entrados, se arraigan allí, y el fin de aquel hombre viene a ser peor que el principio”… La palabra de Jesús advierte, e invita a repasar los latrocinios, goces y deleites; el cristiano católico lucha contra la corriente por dejar de lado la tentación, la conciencia acicatea el alma y pregunta; … ¿Qué debo hacer? … La conciencia reprende: … Con este pensamiento no vas a ir a ningún lado, seguirás perdido… La obstinación se inclina, finge permanecer solapando la mala conducta, no existiendo en él pecador la disposición de cambiar.
Hay muchos que no toman solución ante las adversidades, y carentes de fe son fácil presa a ser tentados, dicen no cuando de su alma se trata, pero recapacita en la necesidad de su salvación y clama; … ¡Señor perdonarme! ¡Ayúdame a ver lo que no veo! ¡Escuchar lo que nunca quise escuchar! ¡Hay una punzada en mi corazón que no me deja entender ni ver!… Solo buscando con fe la respuesta en la oración y frecuencia de sacramentos, se tendrá el medio para retornar a Jesús, quien es para el arrepentido: el camino, la verdad y la vida.
¿Cómo vencer la tentación? Jesús nos enseñará a vencerla. Después de recibir el bautismo de Juan en el rio Jordán, el Espíritu Santo lo condujo al desierto, Jesús va con premura a entrar en encuentro con el demonio, dice el evangelio; …” Por aquel tiempo Jesús fue conducido al desierto por el Espíritu, para que fuese tentado por el diablo” …Jesús nos enseña; …” Velad y orad, para que no entréis en tentación.
El espíritu, esta dispuesto, (está) mas la carne es débil” …Nos dice, no entremos por si mismos en las tentaciones, sino que estemos preparados con la oración y ayuno, así se vencerán las tentaciones.
Entramos a la primera Tentación. ¿Como fue que Jesús se preparo? …”Ayuno cuarenta días y cuarenta noches, después de lo cual tuvo hambre”…Jesús no ayuno como era la costumbre de los sacerdotes y demás del templo: de sol a sol, el ayuno de Jesús fue de día y de noche durante cuarenta días.
Cristo nuestro Señor, no tuvo hambre mientras estuvo en alta contemplación, de donde se deduce estaría hablando con el Padre sobre la instauración de la Iglesia, por ello, no fue sino hasta pasados los días que permitió el estímulo del hambre, porque no había tomado alimento.
El demonio no sabe si ese hombre es el Hijo de Dios, por lo que se dispone a tentarlo donde cree tiene el punto débil; …” Entonces el tentador se aproximó y le dijo: Sí Tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se vuelvan panes” …Así se dispone el diablo contra Jesús.
Viendo al Señor hambriento quiso aprovecharse, por su audacia obra tentación contra Él al que intenta excitar la sensualidad, ha despertar la soberbia diabólica el orgullo presuntuoso y la concupiscencia de los ojos, por medio de la riqueza, el poder y goce.
Jesús para salir victorioso contra esta avalancha de tentaciones, se preparo por la oración y el ayuno, la tentación encamina a desobedecer, como el tentador lo hizo con Adán y Eva.
Las palabras del tentador son malignas, debieron ser melosas, su voz capaz de quebrar la fe y graciosa para engañar. En el diablo no hay caridad, nunca la tenido ni tendrá, habría convertido las piedras en pan, pero como el diablo nada tiene, ofrece lo que no es suyo, por eso es un inicuo engañador; …” Mas (Jesús) replicó y dijo: Está escrito: No de pan sólo vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” …La respuesta de Jesús dio por tierra a lo que esperaba descubrir el diablo, no revela su divinidad, nada hay que muestre haberlo alejado de la voluntad del Padre.
Jesús ha enseñado, que Dios puede sustentar la vida del hombre como Él lo desee. Jesús muestra la suma confianza en Dios su Padre.
El diablo incita a Jesús, a excederse en confianza, alienta al Hijo de Dios a mostrar un orgullo y vanidad inexistente en Él. Continua el evangelio; …” Entonces lo llevó el diablo a la Ciudad Santa y lo puso sobre el pináculo del Templo” …El tentador se ha propuesto que Jesús se exceda en confianza para que se contradiga.
Dios permite traslade a su divino Hijo a la parte mas alta del templo de Jerusalén.
Así como el Padre permitió a los judíos maltratar el divino cuerpo de su Hijo, le permitió al demonio llevarle de un lado a otro.
…”Y le dijo: Sí Tú eres el Hijo de Dios, échate abajo, porque está escrito: Él dará órdenes a sus ángeles acerca de Ti, y te llevarán en palmas, para que no te lastimes tu pie contra alguna piedra”…Dice San Jerónimo;…”El diablo mal interprete de las Escrituras, interpreta mal aquí el texto del salmista, porque le da el sentido absoluto de la protección milagrosa de Dios, incluso en caso de la temeridad de los peligros; quizá se lo aplica a Jesús como una profecía mesiánica”…Al diablo no le importa hacer el ridículo, ni se meterá en cuestiones complicadas, maestro del engaño va a su fin último, apoderarse por el medio que sea posible de las almas,.
Sigue el evangelio; …” Respondió Jesús: También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios” …El Señor da a conocer al diablo, tentar a Dios, es exponerse a un peligro sin necesidad y sin motivo, quien se atreve tentar a Dios como lo hace el diablo, no sabe lo que hace, pide a el hacedor de todo lo creado pruebas de su poder divino, lo hace el incrédulo para comprobar la existencia de Dios, haga o realice lo que se le viene a la mente.
Jesús confunde al diablo, no necesita hacer lo que le pide para saber sí es hijo de Dios, no duda de la protección de su Padre, no necesita hacer lo que sabe viene de Él, ni cumplirá caprichos al diablo o al incrédulo que pide pruebas tentando a Dios, es bien depositar nuestra fe y confianza en Dios.
…” De nuevo le llevó el diablo a una montaña, y mostrándole todos los reinos del mundo y su gloria” …Vuelve el diablo a prometer lo que no tiene y no es suyo, sus palabras son para inquietar la codicia el ánimo del poder y la riqueza, ofrece con engaños, se asemeja al vendedor que vende con dolo lo que no esta en venta.
Dios Padre prometió a su divino Hijo la posesión de los reinos de la tierra, refiriéndose a la posesión espiritual de las almas que obtendría por los dolores, sufrimientos y padecimientos en su Pasión Santísima.
Pero el diablo creyendo que Jesús era un hombre con todas las debilidades creyó perderlo por la ambición en una afirmación engañosa y mentirosa, el diablo, envanecido por su soberbia se atreve ponerse en el lugar de Dios, promete a quien es el dueño no de lo que le enseña, sino del universo, de todos los reinos de la tierra y los honores que de ellos viene, cuando el demonio nada tiene nada de ellos;…”Le dijo: Yo te daré todo esto si postrándote me adoras”… San Jerónimo muestra la contradicción del diablo a lo que pide a Jesús;…”El demonio, sin pensarlo, hace ver claramente la manera misma con que habla a Jesucristo, que no se le puede adorar,(al demonio) ni seguir, sin dar antes una caída muy funesta”…Ha este momento el diablo no tenia certeza de que Jesús es el Mesías, porque jamás habría dicho, … “me adoras” … Inconcebible, el mal pide al bien lo reconozca como su superior, a quien es el más insignificante de la inferioridad.
Jesús obra, y rechaza con imperio e indignación la propuesta inicua y engañadora del demonio;…”Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor tu Dios, y a Él sólo servirás”…Jesús da a conocer al demonio su realidad, lo llama satanás, esté entiende que Jesús es su adversario, le ha demostrado que lo conoce, Jesús el Hijo de Dios, vino a fundar el reino del bien, y echar fuera el del mal rechazado y expulsado, no lo hizo desde la primera tentación para mostrarnos que Jesús es el reivindicador de la gloria de Dios;…”Dejó le entonces el diablo, y he aquí que ángeles se acercaron para servirle”…
hefelira@yahoo.com
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