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Pulmones verdes

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Con la entrada de uno de los últimos frentes fríos a la región se comprobó una vez más la necesidad de contar con más espacios verdes
domingo, 30 de abril de 2017
Por: LaPrensa/Reporte
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La Prensa/REPORTAJE

Sábado 29 de abril. Con la entrada de uno de los últimos frentes fríos a la región se comprobó una vez más la necesidad de contar con más espacios verdes.

Tanto ciudades de tamaño medio como las grandes metrópolis cuentan con importantes áreas arboladas, alamedas y bosques.

Los pulmones verdes son imprescindibles para mantener la calidad del aire.

Un ambiente adecuado contiene una cantidad mínima de contaminantes y partículas suspendidas.

Las fuentes más comunes de la polución son:

-Las fábricas o instalaciones industriales.

-Las centrales termoeléctricas.

-Los vientos fuertes que acarrean partículas de polvo.

-Una cantidad excesiva de vehículos con motor de combustión interna.

Reynosa cuenta con un parque vehicular excesivamente elevado para el número de habitantes, gracias a la facilidad para adquirirlos de medio uso en los Estados Unidos.

Mientras que en el lado americano son desechados por no cumplir con la normatividad ambiental, en México tienen circulación libre y son la principal causa de que el aire que respiramos esté por encima de los índices aceptados.

Respiramos entre otros gases, el dióxido de azufre, el monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, hidrocarburos, ozono y partículas en suspensión procedentes del suelo desnudo.

En Reynosa la mayor parte de la vegetación no supera los cinco metros de altura.

Son endémicas especies como la anacua, la acacia, el baboso, el chijol, el ébano, el fresno, el guaje, el guamúchil, el mezquite, el mezquite chaparro, el palo de arco, el palo de sol, la palma de michero, la retama, el rompevientos y la tronadera; arbustos como la anacahuita, el cenizo, el coyotillo, la hierva del potro, el huizache, la jara, la mañanita, la matilla, el nopal, la pata de vaca, el revienta cabras, la santa maría, la vara blanca y la vara dulce; hierbas como la acotilla, el cardo, el chicalote, el chilo, el chimalaco, la frutilla, la ortiga ceniza, la panza de vaca y el polocote.

Otras especies traídas de otros lugares de la República para su cultivo o para huertos familiares son el aguacate, el girasol, el limón, el maíz, el mango, el melón, el naranjo, la sandía, el tamarindo y la moringa.

Considerada como una zona semiárida, la zona que comprende el Municipio de Reynosa no es apta para que se desarrollen grandes especies vegetales, como el álamo, el roble, el encino, el junípero o el cedro.

Se han adaptado bien a éste clima la ceiba, el eucalipto, la casuarina, el nogal y el ciprés, pero éstos no llegan a crecer como en los climas tropicales y subtropicales.

Pocos son los pulmones verdes con que cuenta Reynosa, y los que tiene, son insuficientes para filtrar las partículas contaminantes que pululan en el ambiente.

VIVERO PARA REFORESTAR

El 17 de agosto del 2010 se inauguró el Parque Cultural Reynosa.

El área verde, de unas 40 hectáreas, es un enclave que complementa el Área Natural Protegida “Laguna La Escondida”.

Entre las especies vegetales que predominan están el mezquite y el huizache, hacia la parte norte, en tanto que hacia el sur se ubica una mancha de casuarinas de imponente tamaño.

En el 2015 se plantaron dentro de su perímetro ejemplares de eucalipto, de los cuales, por lo menos el 60% tienen un desarrollo adecuado y el resto no lograron adaptarse.

Con el Parque Cultural, se creó un vivero como una forma de tener a la mano diferentes especies para reforestar las áreas menos arboladas.

Eventualmente se realizan plantaciones de encinos.

Enrique Oviedo Herbert, encargado del área de producción, mencionó que el vivero produce unas 25 especies, entre árboles de sombra, ornamentales y frutales, como mezquites, ébanos, huizaches, acacias, framboyanes, anacuas, manzanillos, encinos, fresnos, palma washingtoniana, limón, naranjo, agaves, bugambilias y moringas.

Aparte de surtir a la laguna, el vivero tiene como propósito producir arbolitos para regalarlos en las audiencias públicas, y tan sólo de moringa se han entregado más de 2 mil ejemplares en lo que va del año.

“Este vivero nació a raíz de que se hizo el proyecto del Parque Cultural; el vivero se hizo tanto por parte del Gobierno Municipal, el Estatal y el Federal, explicó.

“Todo fue a través de PEMEX. PEMEX donó el predio e igual a través de PEMEX pusieron recursos para las instalaciones y el Municipio aporta la administración”, agregó.

La idea era producir árboles para el Parque Cultural y para reforestar los camellones y áreas verdes de la ciudad.

Criticó el hecho de que, en cierta ocasión, pretendiendo reforestar toda la orilla de la laguna, se plantaron ejemplares de eucalipto.

“Eso no se debió haber hecho porque la laguna tiene un ecosistema ya definido, que es matorral espinoso tamaulipeco, por lo tanto hay que respetar ese giro que tiene; el eucalipto es para zona desértica porque son formadores de suelo, entonces, no se puede plantar a la orilla de la laguna porque se van a morir.

Ahí lo que se puede poner es algo que tenemos aquí, como el sauce llorón. El sauce llorón es el ideal para la franja de la laguna”, expresó.

Por ejemplo, el sauce llorón limpia el agua y el suelo y quita los malos olores y lo mismo el tamaris, llamado pino de la laguna, que se adapta a suelos pantanosos.

“Lo que hay que hacer para sanear la laguna en cuanto a árboles hay que meter lo que se da, precisamente. ¿Has visto los sauces en la orilla de los canales? Primero, poner una cortina de árboles de sauce, luego el tamaris y el pirul americano, que aparte de dar bastante sombra atrae a todas las aves, como el zenzontle, que se alimenta de la fruta roja que produce”, argumentó Oviedo.

Desde su punto de vista, no se ha podido hacer mucho para reforestar la laguna porque tiene varios dueños y no se ponen de acuerdo.

Sin embargo, es necesario formalizar un comité funcional de reforestación para introducir especies nativas y algunas otras que se han adaptado al clima semidesértico de la región.

 

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