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Madres soldado: entre el uniforme, el hogar... y lejos del terruño

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Aydee Inés labora como oficinista en la VIII Región Militar de la Sedena (Foto: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL)
La vida de Aydee Inés Medrano, de 26 años de edad, se torna entre el uniforme verde olivo y la condición de madre soltera con una hija de seis años
miércoles, 10 de mayo de 2017
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OAXACA

EL UNIVERSAL

Llegó a Oaxaca en 2010, procedente de Ensenada, Baja California.

Su vida torna entre el uniforme verde olivo, la condición de madre soltera con una hija de seis años y el hogar.

Aydee Inés Medrano Ceseña, de 26 años de edad, quiso ser médico militar, pero el embarazo truncó su carrera; de cualquier manera se enroló en el Ejército Mexicano.

Dejó en su tierra, a más de tres mil kilómetros de Oaxaca, familia, hogar y comodidades, por un cambio de adscripción.

Pero está feliz. A más de un lustro, adapta su vida a todas las adversidades; labora como oficinista en la VIII Región Militar de la Sedena, cerca de la capital, e incluso aconseja a otras:

"Si son madres solteras, que le sigan echando ganas. Que no se den por vencidas, no pasa nada. Yo pensé que pasaba algo siendo madres solteras pero no; no dependemos tampoco de un hombre para seguir adelante.

Me daba miedo estar sola, hasta que decidí vivir sola con mi hija", dice.

En la Región Militar con sede en Ixcotel hay aproximadamente 228 mujeres, aunque no cuentan con cifras de quienes han procreado hijos.

Aydee es una de ellas, quien labora de 07:00 a 14:00 horas y un día a la semana tiene guardia de 24 horas; contrató servicios de una mujer que le ayuda a cuidar a su hija de seis años.

"Es bonito el Ejército, tiene sus pros y sus contras; mi hija se emociona pero a la vez se entristece porque hay días por servicio de 24 horas, que no llego a dormir.

Mi inspiración es mi hija, para echarle ganas. Y si pudiera, ascendería para darle un mejor nivel de vida", narra en entrevista.

Historia de madres y mujeres abundan en la milicia, como el de Cristina Méndez Ángeles, soldado auxiliar músico, que forma parte de la Banda de Música de la VIII Región Militar.

Tiene 26 años, su hijo Esdras nueve meses, que cuidan su madre y hermana, debido a que su esposo es militar.

"Deberíamos sentirnos orgullosas siempre de ser madres, es una bendición y es demasiada responsabilidad; la situación social es muy difícil, pero ahora más que nunca debemos inculcar valores a los hijos", explica la originaria de Tlacochahuaya y miembro del Ejercito desde 2012.

O como el de Vasti Viridiana Villaseñor, originaria de Toluca, Estado de México, quien labora enfermera en el hospital militar, vive con su hijo y madre en las instalaciones castrenses porque su esposo, igualmente soldado, está asignado en Irapuato, y se ven "cada vez que se puede".

 

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