El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. (Foto: Archivo EFE)

Río de Janeiro

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se mostró desafiante ayer tras testificar durante cinco horas en un caso de corrupción en su contra, del que se declaró inocente y ante una multitud aseguró: "Estoy vivo y preparándome para volver a ser candidato a la Presidencia de la República".
Lula declaró ante el juez Sergio Moro en los juzgados federales de Curitiba, en el sur de Brasil, por la supuesta propiedad de un apartamento en el balneario paulista de Guarujá que figura en los registros a nombre de la constructora OAS, implicada en la investigación de corrupción el gigante estatal Petrobras, conocida como Lava Jato (lavado de autos).

Según la acusación, el verdadero propietario sería Lula, quien lo habría recibido a cambio de "favores" hechos desde el poder a esa constructora.
"Como considero que este proceso es ilegítimo y la denuncia una farsa (...) estoy aquí por respeto a la ley, a nuestra Constitución, pero con muchas objeciones al comportamiento de los fiscales de Lava Jato", declaró Lula, presidente de Brasil entre 2003 y 2010, según se ve en los videos liberados por la justicia tras el interrogatorio, que se realizó a puerta cerrada y en medio de fuertes medidas de seguridad.
Sobre el departamento en Guarujá es suyo, dijo, visiblemente molesto: "Nunca solicité y nunca recibí ese apartamento".

Admitió haberlo visitado con un ejecutivo de OAS que quería vendérselo, pero dijo que no le gustó.
Al salir, se dirigió a un mitin en una céntrica plaza de la ciudad, en el que lo acompañó su sucesora en la presidencia, la depuesta Dilma Rousseff.

Allí, Lula se dijo víctima de un encarnizamiento judicial. "Están viendo a alguien que está siendo masacrado. No quiero ser juzgado por interpretaciones, quiero ser juzgado por pruebas.

Esperaba ver un documento que demostrara que yo compré el apartamento, pero no había nada, nada en lo absoluto".
"Estoy con más ganas que nunca [de ser candidato a la presidencia]", dijo el cofundador del Partido de los Trabajadores ante miles de personas que coreaban: "Lula, ladrón, robó mi corazón".

"Si la élite de este país no sabe arreglarlo, entonces un metalúrgico con estudios primarios va a hacerlo", les respondió.