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Revive la pasión

¿Es posible tocarse otra vez aunque haya crecido “un frío Atlántico en medio” de dos personas que se aman?
domingo, 28 de mayo de 2017
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(EFE) ¿Es posible tocarse otra vez aunque haya crecido “un frío Atlántico en medio” de dos personas que se aman? se pregunta el doctor Ernesto López.

Como metáfora "un océano tal vez ya es mucha distancia" pero, a menos que la pareja se haya deteriorado demasiado, siempre se puede revivir el deseo sexual, recuperando como primer paso las caricias perdidas u olvidadas y volviendo a tocarse con cuidado", se responde a si mismo este experto.

López es autor, junto con el doctor Miguel Costa, psicólogo clínico y máster en salud pública, de ‘Tócame otra vez’, un libro que alienta la esperanza de volver a encender el deseo que parecía apagado.

“Cuando una relación empieza, se hacen “manitas” en cualquier lugar, mucho antes de llegar a la cama. Para revivir el deseo hay que volver a hacerlo, porque tocarse la manos calienta lo que estaba frío, recordando que la pareja, él o ella, es una “ostra” sensible, que ha de estar de acuerdo y se abre a las caricias solo cuando lo decide”, de acuerdo a estos profesionales.

Los autores consideran que el sexo es una forma de relacionarse y que “la caricia es una señal de que tomamos en consideración al otro y que, ni tenemos prisa, y le dedicaremos tiempo.

Para recuperar la pasión es importante ser suave e ir poco a poco”.

“Cuando el deseo se ha ido apagando o anestesiando con el tiempo, con los avatares normales de la vida diaria y cuando en la relación ya no son todo “mieles”, uno ha podido convertirse para el otro en una persona que despierta reacciones negativas.

Incluso puede que el sexo haya llegado a producir rechazo y miedo. En ese caso los acercamientos bruscos, impositivos o desconsiderados solo empeoran las cosas”, señalan.

“Si uno empieza despacio, tendrá la oportunidad de descubrir donde hay todavía una “chispa”, observar con cuidado si él o ella se siente tomado en consideración, detectar si es recomendable detener el avance porque resulta molesto y escuchar, por fin, el gozoso ‘me gusta cómo me lo haces’ ”, sugieren.

"Para despertar la sexualidad dormida, además de ‘tocar otra vez’ con las caricias, con las palabras, con el silencio, es importante que los amantes se den permiso para probar y explorarse sin apresurar el viaje buscando lentamente sin ansia, para escuchar la respuesta a las caricias y probar el placer de todos los sentidos, para abandonarse, inventar, jugar y tomar con sentido del humor los intentos fallidos”, recomiendan estos psicólogos.

 

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