Jaime Elio Quintero García

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EL ARTE DE LA MEDICINA

domingo, 2 de julio de 2017
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El pasado mes de Mayo, la revista Nexos, en su número 473 publicó un interesante artículo escrito por Arnoldo Kraus, relativo a la práctica médica y los nuevos conceptos de "enfermo no enfermo", del diagnóstico "no enfermedad" y el conocido dictum "no hay enfermedades, hay enfermos.

Lo que lleva a la afirmación de que la medicina es una disciplina inexacta, que funciona bajo la terrible necesidad de tomar decisiones adecuadas, basadas en evidencias inadecuadas.
Tal vez, advierte el articulista, esta noción de clínica médica, resulte obsoleta para los jóvenes médicos cuyos diagnósticos se sustentan cada vez más en modernos aparatos.

Más la idea se sostiene por sí sola, tratándose sobre todo, de personas con problemas de salud diversos y aún no bien definidos.
Se sabe que en medicina interna y en la general también, el diagnóstico más frecuente es "no enfermedad".

Las personas que se someten a exámenes de laboratorio, gabinete y exploración física, y sus resultados son normales, conforman el grupo "no enfermedad".

En su mayoría este inmenso grupo de personas, tampoco sufren de enfermedades psiquiátricas, padecen de ansiedad, baja autoestima, miedos, soledad, exclusión social y familiar, o duelos no resueltos.
Estas personas, a pesar de no ser considerados como enfermos, requieren de atención médica profesional adecuada a su circunstancia y entorno social en que viven.

Es así y de esta manera, que quienes pertenecen al amplio grupo de "no enfermedad", precisan del mismo manejo empáticos que se les da a quienes si tienen una enfermedad clara y suficientemente diagnosticada.
Muchos de estos casos, (el de los enfermos no enfermos), van al doctor movidos por la necesidad de ser escuchados, ya que la escucha en muchos casos, es suficiente para salir de la exclusión social, sentir cobijo y consuelo.

Son por supuesto, de mayor complejidad clínica y terapéutica, el embrollo social y emocional que sufren las personas, que el tratamiento adecuado para quienes cuentan con diagnosis física.
Mire usted, amigo lector.

Estudios realizados en centros de investigación científica de reconocida solvencia, y referidos por el artículo que hoy le comento; señalan que en el seguimiento que se le dio a mil seiscientas personas mayores de 60 años, durante seis años, se pudo comprobar que quienes vivían o se sentían solas, sufrieron 60% más deterioro en su salud y 45% más de posibilidades de haber muerto.
El problema es complejo, concluye el referido artículo, la soledad en el mundo moderno es la epidemia a combatir, es sin duda alguna el gran reto de la modernidad.

Es necesario, luego entonces, ayudar clínicamente a las personas "no enfermedad", pero también lo es, la evidente necesidad de acortar o suprimir la distancia que hay entre lo que las personas necesitan y lo que los doctores pueden ofrecerles.

Cuando las desventuras sociales y los desórdenes emociónalas que acosan a las personas, son demasiadas, es cuando la asistencia médica y terapéutica deben ser adecuadas, oportunas y suficientes.
Cuántos gastos presupuestales y descomposición social y familiar pudieran evitarse si los sistemas de salud pública reconocieran y asumieran, que todos estos problemas de "enfermos no enfermos", también forman parte de las tesis relativas a la medicina preventiva, y que abordarlos estructuralmente con políticas públicas modernas y visionarias, es quizá lo más urgente.
Yo lo invito amigo lector, a que lea el artículo hoy comentado con usted, reflexione y comente con su entorno social y familiar, acerca de lo importante que es, para el ser humano y las sociedades contemporáneas, resolver los problemas de salud pública.
GRACIAS POR SU TIEMPO


 

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