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La importancia de liberar emociones que te producen un estado emocional de baja frecuencia y que cansan, es tan básico como tus necesidades fisiológicas.
Honestamente, me he dado cuenta como las personas cargan con ellas, las atesoran y se nota frecuentemente en una respuesta abrupta, la expresión facial.
Aparentemente alegre y sonriente, como si no sucediera nada o con un rostro demasiado marcado que dice: no te acerques.
Y es que nadie nos ha enseñado a liberarlas, expresarlas o comunicarlas. Otros ni siquiera saben que existen y que tienen una carga de energía emocional muy grande en nuestro cuerpo y en nuestro organismo que puede causar enfermedades, incluso en las experiencias de vida que vamos creando a partir de ellas y que vemos reflejadas en el entorno, lo que vemos afuera es un reflejo de nuestro interior.
Se trata de expresarlas, de ser conscientes de que existen y de que está en ti reconocerlas para después preguntarte: ¿Cómo se sienten?, ¿En que parte del cuerpo?, ¿Del 1 al 10, que número le brindarías para definir su grado de intensidad?
Hay un método muy simple y aparentemente sin sentido. Consiste en escribir. Puedes desahogar esa expresión a través de una carta, expresando el enojo, miedo, angustia, tristeza, esto, sin importar tu letra o color de tinta.
Al terminar, puedes cortar las hojas y quemarlas, observarás como esa emoción simplemente se va. Puede ser gradualmente o de manera radical y repetirlo cada que desees liberar una emoción que te está haciendo daño.
Si en algún momento de tu vida, te has sentido cansado sin causa aparente, reflexiona si has tenido una carga emocional fuerte, de las antes mencionadas, para poder identificarlas y determinar si estas emociones son la causa de tu malestar.
Conforme pasen los días, podrás comprobar cómo te sientes más ligero y con una mejor disposición de aceptación de lo que acontece.
Descubrirás cómo salir de esa montaña rusa emocional, convirtiéndote en el observador de lo que sucede, el observador de tu emoción, pues ya no tiene gran trascendencia para ti, con el proceso de liberación llevado a cabo, le has restado poder.
Ahora decides solo verla y determinar si es mejor para ti: subirte al carrito de esa montaña o dejarlo pasar, ya que se trata de lo no negociable; se trata de tu paz.
No en vano las personas dicen a otros cuando expresan lo que sienten: “es como si me hubiese quitado un peso de encima”, créeme es literal.