Hacen lo que quieren

Las calles del Centro de la ciudad se han convertido en zona sin ley para los camiones que entregan productos, artículos y mercancías en los negocios ubicados en ese sector.
Sin importar horarios e invadiendo espacios que corresponden al libre tránsito vial, los repartidores se estacionan donde quieren y cuando quieren afectando a otros automovilistas y peatones.
El contraste es cuando algún padre de familia espera sólo unos minutos para recoger a su hijo de la escuela o cuando alguna persona tiene prisa para llegar a una cita con su doctor, porque de inmediato aparecen los agentes de Tránsito y Vialidad y, en el mejor de los casos, le aplica alguna multa y amenaza con remolcar el auto con una grúa.