REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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Todos somos obra de Dios

…”Y dichoso al que no se escandalizare de Mí”… (Mt. 11, 6)
domingo, 10 de diciembre de 2017
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Analizando los bienes del cuerpo no sólo los externos, sino los que conforman el interior de él que todos llevamos, mueven nuestros órganos y lo mantienen con vida, sus funciones son únicas, lo llevamos y no le valoramos, como nadie quiere conocer de donde vienen tantos bienes corporales, el incrédulo, obrando como Luzbel, el ángel rebelde, reta a Dios su incredulidad, y se propone crear seres humanos uniendo en probeta el ovulo y el espermatozoide, ¡Hasta donde llega la miseria incrédula! ¡Desafiar a Dios! Ensoberbecido, ¡Yo también puedo crear vida! Inteligencia trastornada y soberbia, pero llegará el momento de dar cuentas, solo Dios es dador de la vida, Él la toma porque de Él viene al cuerpo humano, si el incrédulo intenta con su experimento dar vida ¿También dará alma? San Juan, evangelista, revela en los Santos Evangelios al pueblo de Israel y a la posteridad de los siglos la palabra de Cristo Nuestro Señor, que, escuchada por los primeros, la rechazaron y despreciaron, y los segundos, millones de creyentes extendidos en diferentes naciones a través de los siglos ha pasado lo mismo, de ambos, fueron y son pocos los que guardando en su corazón la promesa consoladora de Cristo Nuestro Señor, la hicieron suya.

Dice el evangelista;…“Quien cree en Él, no es juzgado, mas quien no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios”…Jesús entregó su vida no a sus verdugos, ni a sus acusadores, instrumentos de Dios; entregó su vida por la salvación de las almas obra de Dios, por eso, todos somos obra de Dios, fruto de su pródiga caridad divina, guía al punto imperioso del alma en su camino a la eternidad.

La misericordia de Dios no abandona al pecador, ni lo deja a la deriva tempestuosa del mundo tentador, su palabra desparramada en las almas sentencia contra sus flaquezas, es comprensiva, generosa y bondadosa; cuando el pecador la ignora, prefiere permanecer en su falsedad, sin apreciar la benevolencia que recibe de su Creador, desoye los bienes, gracias y dones, juzgando mal afirma;…Estoy abandonado de Dios…Lo que pasa es que la soberbia maligna no deja ver ni oír al pecador, domina las facultades de su alma, no le permite confiar su amor a Dios, fija en su mente duda, temor y rechazo, a no aceptar lo que el Señor dispone en su corazón la única condición: creer y obrar en Jesús de palabra, obra y pensamiento.

Quien con malicia dice; … ¡Aceptaré creer, si me conviene! Seguiré adelante con esta prueba o me quedo donde estoy, no pierdo nada…Incauto, no sabe lo que está diciendo, por esa duda temeraria perderá su existencia eterna.

¡Increíble! Que el incrédulo condicione su obediencia al Señor, lo que sucede en él al rechazar a Dios es negarse así mismo el bien de su salvación, al no recapacitar su error, toma camino a la condenación; …“Porqué no ha creído”…Nadie tiene en este mundo derecho de poner pruebas a Dios, es Él quien tiene esa autoridad, es su derecho probar la fidelidad de las almas para bien de ellas, obrar con esas asperezas del corazón es obedecer a la soberbia maligna, ir a la rebeldía, desobediencia y desacato, es quebrantar la Ley de Dios, su doctrina y mandamiento, esos actos insensatos y prepotentes, muestran el vacío del alma, no creer en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, como una sola persona a la que se ame y sirva con fidelidad, ello es fe.


Nuestro Señor Jesucristo da un paso adelante y manifiesta a los siglos el corazón sublime de su madre María Virgen, ser la fuente de fe viva, esperanza de vida eterna y en su castidad valorar apreciando la perfección de su alma, la ofrenda más preciada de nuestra madre surgió de la pureza de su corazón, que ofrece a Dios, fe y confianza en Dios, virtud que todo hijo de Dios debiera tener con voluntad, así, corresponder al deseo de Dios como fue en María Inmaculada.

El evangelista manifiesta; … “Mientras Él hablaba, así, una mujer levantando la voz de entre la multitud dijo: ¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron! Y el contestó: ¡Felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la conservan!”…La palabra de Jesús avivó el corazón de esta mujer conmovida por su palabra, es de considerar, que conforme Jesús habla, la fe en ella se fue acrecentando, y en un impulso de su corazón no se detuvo en su pensamiento, e hizo brotar la expresión de admiración por la grandeza de la Madre de Jesús, que a viva voz glorifica y alaba, exalta y honra, movido el Señor en sus entrañas por esta expresión esplendorosa de gozo, apasionado por la fe de su Madre dijo;…“Felices más bien los que guardan la palabra de Dios y la conservan”…¡Sí! La Santidad y la gloria es creer en Dios, que María es el camino indicado, aceptemos su precepto con gozo; María, el alma más excelsa que ha existido a través de los siglos, es más, jamás ha existido, ni existirá, porque en ella todo fue consecuencia de su fe, sus oraciones florecidas en su corazón son perfume que se eleva como el incienso del altar al corazón del Señor, de tener nosotros miserables pecadores, la gracia de escucharlas, el corazón se derretiría a quedar como miel liquida calentada por el fuego de la devoción en María, sus oraciones, piedad y recogimiento, contemplación, nobleza y humildad, son el acto perdurable de adoración a Dios, sus virtudes consolidan su alma a Dios ¡Imitémosla!
Jesús, en su peregrinar por el mundo, mostro que el requisito de salvación es tener fe en Él, el que la cultiva fortalece su alma, cultivo que puede convertirse en fugaz cuando se cae en la tentación, convertido en acto de pecado, es ir al arrepentimiento retomando el camino; convertido el cristiano católico en pecador, arrastrado al pecado que tolera, pierde lo ganado por la gracia; la tentación, no es una exageración ni razón de crítica que disminuya su realidad, es aceptar que el pecado es obra satánica, al cometerse no hay freno que detenga, esto no es invento, todos lo sabemos y conocemos que es así, porque así nos ha pasado, sabemos que la conciencia reacciona, lucha, sacude y revive en el pecador no ofenda a Dios, pero la perversión del diablo induce más a el alma más limpia, incitando de súbito su soberbia maligna socava los cimientos de la fe; se dice así mismo el pecador; … ¿Qué vivo en gracia! así estoy bien? Para Satanás mejor; ¿Que hacer penitencia? ¡yo no¡, Aplaude el demonio; ¿Que tengo que rezar? ¡No tengo tiempo! el demonio aplaude; ¿Por qué es mejor para el demonio? Entre más espiritualidad exista en el alma, más su tesón en pervertirla, le atrae para vencerla, el alma que ya la ha perdido, no le preocupa, la tiene enganchada a su malignidad, la primera si logra engancharla, será su repudio contra Dios ¡No te serviré! …Y referirá al Señor; … ¡Ese que se decía ser tuyo, ahora es mío, ¿Dónde esta el amor que te prometió? ¡Lo cambio por mí! … El demonio está vencido por Cristo en la Cruz del Calvario, lo derrota cuando el pecador escucha de Jesús la necesidad del arrepentimiento de corazón, cumplir sus mandamientos y doctrina, hace de la virtud un habito, recibiendo los medios que vencen la tentación, aumentará su fe inspirado en nuestra Madre, la Santísima Virgen María, puerta de salvación.

Cristo toma esas almas, como la gallina protege a sus pollitos extendiendo sus alas paternales.
Dos profetas revelan y proclaman la venida del Redentor: Isaías y Juan El Bautista.

Es evidente, que, al dan a conocer la predicción divina de salvación, convencidos de su profecía, vive su interior la seducción de recibir el mensaje divino, persuadidos de ello, lo dan a conocer, el Espíritu Santo ilumino su alma y el corazón guio los razonamientos que dieron a conocer a las muchedumbres que lo escucharon.

La venida al mundo del Salvador, fue tarea ardua para que el entendimiento del pueblo comprendiera e hiciera suya por su voluntad, la Ley, mandamientos y doctrina, busco taladrar sobre la indiferencia en los asuntos del Señor, bondadoso se acerca a sus sentidos cerrados por sus ideas; los pocos se conmovieron e hicieron por su fe los bienes del alma.

De momento la mayoría lo seguían -como muchos hoy lo hacen- pero en el fondo de su alma no desean ser atraídos a una esperanza que consideran sin sentido: la salvación eterna les incomoda, porque veían amenazados sus intereses, por esta causa persiguieron los profetas hasta darles muerte; como siempre, pocos convencidos por la fe, guardaron en su interior el mensaje, no hay diferencia en la conducta del pasado, es la misma que existe en el mundo de hoy contra su Creador.


Se suscitaron controversias en los discípulos de Juan Bautista, lo que denota una falta fe en Jesús, diferente en ello al Precursor, dice el evangelista; …“Entonces se acercaron a Él (Jesús)los discípulos de Juan (Bautista) y le dijeron; ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos mucho, y tus discípulos no ayunan? Responde Jesús; ¿Pueden los hijos del esposo afligirse mientras el esposo esta con ellos? Vendrán días en que el esposo les será quitado y entonces ayunaran” …El esposo es Jesús, los discípulos no podían ayunar como si estuvieran sufriendo la pena por la ausencia de su Maestro, cuando que Él está a su lado todos los días, eso será cuando ya no este con ellos, como hoy lo hace el cristiano católico, es como si los hijos lloran la próxima muerte de su padre estando con ellos en vida.


La fe en Juan Bautista es superior a la de los hombres, no tiene duda de Cristo, dice San Juan Crisóstomo; …“Como los ángeles ven siempre el rostro de Dios, así Juan ve el rostro de Cristo en el cual resplandece la eterna divinidad, y por eso Cristo hablando en Malaquías dijo: Ángel mío, y añade: yo envío a mi mensajero delante de ti” …Conmovedora palabra del Señor.

De la fe de Juan Bautista, Dios no tiene duda, porque dio a conocer que Jesús es grande, firme y eminente.
Juan Bautista, tomado preso por orden de Herodes, causa, haber recriminado al rey, abandonar a su esposa y casarse con la hermana de ella, ésta celosa de que Juan convenciera del error a Herodes, intrigo con él para encerrarlo en la fortaleza de Maqueronte.

Ahí lo visitan sus discípulos, y le ponen al tanto de las obras de Jesús, hablarían de si era o no Jesús el Mesías esperado, a pesar de que Juan los había adoctrinado en ello, el evangelista expone; …“Juan, al oír en su prisión las obras de Cristo, envió a preguntar por medio de sus discípulos; ¿Eres Tú Él que viene o debemos esperar a otro?”…No consideremos que Juan Bautista manda preguntar por el agobio de estar en prisión o el presentimiento de morir o dude de que Jesús sea el Mesías o lo ayude a salir de prisión, Jesús conoce su situación.

Ahondando la pregunta que Juan hacía, no veamos existe en él duda. Su pregunta la desliza a los siglos para él incrédulo, al escuchar la respuesta de Jesús, se cumpla su voluntad; recordemos las palabras de Juan frente a Jesús en el Jordán;…”Este es el cordero de Dios, que quita los pecados del mundo”…Y la pregunta:…¿“Eres Tú el que ha de venir”?…Juan envía sus discípulos en misión espiritual, era necesario superar su incredulidad para creer en la divinidad de Jesús, testigos oculares de sus prodigiosos milagros debían confirmar que Jesús el verdadero Mesías.

La pregunta: …“¿Eres Tú el que viene?” …La respuesta del Maestro resolvía su duda; …” Jesús les respondió y dijo: Id y anunciad a Juan lo que oís y veis” …Al momento que llegan los discípulos de Juan, Jesús se encuentra curando muchos de diferentes enfermedades, a pesar de que su vista aprecio los prodigios milagrosos de Jesús, fue como sino los vieran.

¿Por qué esa indiferencia? Su fe era poca, Jesús no les da una explicación complicada, su respuesta es práctica: muestra los prodigios que ha obrado, conociéndolos, den testimonio de haber sido realizadas por Jesús el Mesías; …“Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y los pobres son evangelizados” … La falta de fe no existió para creer en su palabra y obra, ha sido así a través de los siglos el obstáculo por el que muchas almas han caído, no vayamos lejos, cuando el pecador se aleja de Dios, es porque su conducta es contraria a su doctrina y mandamiento, obrando como esos incrédulos, que viendo sus prodigios milagrosos que solo Dios puede hacerlos, todavía preguntan a Cristo Nuestro Señor; …“¿Eres Tú el que viene?” … Nace Jesús en un pesebre donde la pobreza y humildad es un acicate para el mundo, dicen los puritanos; … ¿Cómo es posible que el Hijo de Dios haya nacido en tanta pobreza? … Su doctrina les resulta complicada, ¡Claro! No tienen fe, de querer tenerla podrían apartarse de sus engaños, mentiras y perversidades, pero su soberbia maligna apura su corazón a la maldad; … ¿Cómo en tanta penuria, no creo que sea así? … Cegados por la malignidad se escandalizan aun viendo sus milagros.

Los discípulos de Juan nada los conmovió, no valoraron los portentos que conocieron, dijo Jesús; …“¡Y dichoso el que no se escandaliza de Mí!” … No sea motivo de escándalo la humildad de Jesús, al contrario, sea nuestro acercamiento a Cristo.

Los discípulos de Juan terminan su misión, se retiran sin dar palabra de aceptar la divinidad de Jesús. Dio tiempo Jesús a que se alejaran los discípulos de Juan, para ir a dar referencia de él, y en esplendente elogio, la palabra de Jesús da entendida llamada de atención a los discípulos de Juan; …“Cuando ellos se retiraron, Jesús se puso a decir a las multitudes a propósito de Juan: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Acaso una caña sacudida por el viento?” …Dio Jesús espléndido elogio de Juan, al decir; ¿Ven en él a un hombre veleidoso e indeciso, voluble o cambiante, que pusiera en duda la venida del Mesías? Vino anunciarla en todo su esplendor.

Juan es un ángel que ve la cara de Dios. Así deja Jesús fuera toda duda, uno es Juan Bautista, otra sus discípulos. En la vida, unos son los alumnos, otro el maestro, uno los hijos y otros los padres, así se comprende la razón del Señor; …“Y si no, ¿qué fuisteis a ver? ¿Un hombre ataviado con vestidos lujosos? Pero los que llevan vestidos lujosos están en las casas de los reyes” …Las ropas de Juan son humildes, como su alimento, sencillo y pobre.

Es posible Jesús se refiera a Herodes, al decir los que viven en los palacios, visten con elegancia y pulcritud. Juan como predicador de la verdad, confirma su santidad en el desierto.

En la diferencia del mundo: grandeza y humildad vino Jesús al mundo en pobreza extrema, muere no como rey que es, sino por la intriga de sus enemigos, que perdieron el gozo de reconocer a Dios; muere como sedicioso, sin serlo, es el deseo de Dios su Padre; hizo suya la redención de la humanidad; su pobreza es el camino que invita a seguir; ¿Que es difícil hacerlo? Sí, no imposible, iniciando por cosas pequeñas, depositando primero en la balanza el peso de lo burdo de la vida, luego, el peso de lo bueno que se logró, cuando por la fe se incrementa cambiará la posición de los platos por su mayor peso, es lo que Jesús desea: aumenta tu fe y ganaras la gloria; …“Entonces ¿Qué salistéis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que profeta” …Jesús confirma solemne, eleva a Juan por sobre los profetas, fue delante de Jesús preparando los caminos a que toda alma esté en condición espiritual de ir al Señor, por la fe, todos somos obra de Dios.
hefelira@yahoo.com



 

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