Al menos 6 mil 700 rohinyás, incluidos 730 niños menores de cinco años, han muerto en Myanmar desde el pasado 25 de agosto como consecuencia de la violencia que ha llevado a cientos de miembros de esa comunidad a huir a Bangladesh, informó Médicos Sin Fronteras (MSF).
De acuerdo con varios recuentos realizados por la organización en los campos de refugiados de Cox's Bazar, al sureste de Bangladesh, un 71.7 por ciento de los rohinyás murieron a consecuencia de la violencia, indicó un comunicado.
MSF afirma que estos datos son la prueba más clara de la violencia que comenzó el 25 de agosto, cuando los militares, la policía y las milicias locales en Birmania lanzaron las últimas "operaciones de limpieza" en respuesta a los ataques del insurgente Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan.
"Lo que encontramos es impactante, tanto en términos de cifras de personas que hablaron de un familiar muerto como resultado de la violencia, como las formas horribles en que relataron que fueron asesinados o gravemente heridos", comentó el director de MSF, Sidney Wong.
Los sondeos, un total de seis, fueron realizados en noviembre, y abarcaron a 608 mil 108 personas, 503 mil 698 llegadas después del 25 de agosto a los campos de Bangladesh.
Los datos recopilados precisan que un 69 por ciento de las muertos fueron por disparos, seguidos por los quemados dentro de sus casas (9 por ciento) y los apaleados (5 por ciento).
En el caso de los niños menores de 5 años, 59 murieron por disparos, 15 quemados vivos en sus casas, 7 apaleados y 2 por explosiones de minas.
De acuerdo con Naciones Unidas, miles de rohinyás siguen llegando semanalmente a Bangladesh huyendo de Birmania, país que no reconoce a este minoría musulmana como ciudadanos, y que responsabiliza a grupos terroristas rohinyás de la violencia.
Organismos de derechos humanos han acusado a Birmania de llevar a cabo "una limpieza étnica" en el Estado Rakáin, al oeste del país y lugar en el que vivían los alrededor de un millón de rohinyás que habitaban en Birmania antes de esta crisis.
Además, el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha dicho que hay indicios de "genocidio".