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(EL UNIVERSAL) Si tienes un hijo entre 2 y 4 años es muy probable que ya hayas experimentado estar con ellos cuando hacen un berrinche.
La buena noticia es que aunque son muy molestosos, son parte de su desarrollo; a esta edad, los pequeños son muy divertidos, creativos y nos dan mucha alegría verlos desarrollarse y crecer.
Pero con ello vienen también grandes desafíos, pues comenzaran con rabietas que son la clara señal que tu retoño se está independizando y no puede expresar fácilmente con palabras lo que quiere decir y puede sentirse frustrado, por lo que te presentamos algunas recomendaciones:
1.- Mantenga la calma, no te preocupes ya todo mundo se dio cuenta de lo que se avecina.
2.- Dale un abrazo a tu pequeño o cárgalo. Eso lo hará sentirse amado y comenzará a relajarse.
3.- Llévalo a un lugar tranquilo. Cambia el escenario, eso lo distraerá.
4.- Deja que se desahogue y se canse, luego bríndale tu apoyo.
5.- Sugiérele hacer algo nuevo, pues para él ya pasó ese episodio.
6.- Establece reglas y mantente firme, recuerda que cuando las cambiamos a los niños les resulta más difícil entender qué reglas son firmes y cuáles no.