La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y falla renal, que son importantes causas de mortalidad en México según menciona la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.
Mucha gente tiene la creencia que un dolor de cabeza puede ser causa que diagnostique la hipertensión.

Pero estudios especializados en el tema, han demostrado que no siempre este síntoma es un factor determinante para realizar un fallo a favor de la enfermedad.
Se le llama el “asesino silencioso”, pues la mayoría de las personas con hipertensión no presentan síntomas claves.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuanto más alta es la presión arterial, mayor es el riego de daño al corazón y a los vasos sanguíneos de órganos principales como cerebro y riñones.
Cuando no se tiene un diagnóstico específico y no hay un control adecuado de las cifras de presión arterial cuando estas tienden a ser elevadas, las consecuencias a la salud se pueden agravar por otros factores que aumentan las probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o insuficiencia renal como son el consumo de tabaco, una alimentación poco saludable, uso nocivo de alcohol, inactividad física y la exposición a un estrés permanente, así como obesidad, colesterol alto y diabetes mellitus.
Los profesionales de la salud recomiendan que más que dejarse llevar por creencias poco fundamentadas, es necesario mantener un monitoreo frecuente de los niveles de presión arterial, que le permitan a la persona modificar hábitos y tener mejor calidad de vida.